Al igual que tradicionalmente siempre ha existido la dicotomía izquierda-derecha, está esa otra también muy clásica y en línea con la anterior de conservadores vs. progresistas, a los que últimamente se les podría añadir los liberales de centro, que aunque ahora están de capa caída por ahí andan.
Para mayor complejidad, en las zonas de contacto tenemos dos mestizajes más. Están los liberal-progresistas o socio-liberales y los liberal-conservadores.
Pero la gran figura del siglo XXI es el "progre". Es un concepto creado por la derecha y cuánto más a la derecha más se usa para denominar al más feroz adversario. Pero ¿Qué es un "progre"?
Para empezar, para ubicarlo hay que identificar primero donde está el centro político. Por ejemplo, para C's sería "progre" todo lo que hay del PSOE hacia la izquierda (aunque Ciudadanos no usa esa expresión), en el PP pasa lo mismo (aunque tampoco se usa mucho el término) y C's también sería un poco "progre" para ellos, y finalmente para VOX todos los demás son "progres", desde el PP hasta Podemos. Todos "progres". Incluso hay partidos irrelevantes a la derecha de VOX que podrían pensar que el partido de Abascal también es "progre', o al menos lo es en algunos aspectos. Tenemos así una geografía difusa del progresismo.
Bien, una vez determinada la indeterminación del "progre'" en cuanto a su ubicación en el continuo politico izquierda-derecha, nos tenemos que hacer la pregunta realmente importante. Pero ¿En qué consiste ser "progre" en realidad?
Desde mi punto de vista, se puede definir por agregación de dos conceptos, uno de afirmación y otro de negación, es decir, lo que es y lo que no es.
Lo que es: Un progre es todo lo nuevo que viene de la llamada neoizquierda y que otros definen como "marxismo cultural", pero llevado a su máximo exponente. Entre otras cuestiones "progres", apoya al colectivo LGTBI hasta la heterofobia, al feminismo hasta el hembrismo más ultra, a la lucha contra la viogen hasta la denomización del hombre, a la inmi gración y el multiculturalismo hasta la endofobia y a las identidades regionales por un lado y al globalismo por otro hasta el antiespañolismo. Y asume todo esto sin el más mínimo atisbo de espíritu crítico, como si fueran los mandamientos de su Biblia "progre" o Progilia. Todo así, muy concentradito en una misma persona, a lo que se sumará sin ningún problema lo que puede venir en el futuro de eso que hemos llamado "neoizquierda".
Lo que no es: Pues un buen referente podría ser todo lo que rechaza VOX como partido que más usa eso de "los progres" ¿Que VOX habla de defender la familia tradicional? El "progre" está en contra. ¿,No a los subsidios y las ayudas? El "progre" es un parásito paguitero. ¿Acabar con las subvenciones a los movimientos asociativos de carácter sociopolítico? El "progre" trabaja en un observatorio chorra o en una asociación temática de uno de esos movimientos que vimos en el apartado anterior (LGTBI, feminista, de apoyo a la inmi gración, contra la violencia de género, etc). En realidad el "progre" no trabaja, se toca los narices (o ei cachopo) a cambio de un sueldo bastante decente limitandose a contradecir el discurso abascalino ¿El ejército y los CFSE? Es pacífista y "antirepresion". ¿Los toros, la caza y la defensa de la ganadería tradicional? Es ultra del animalismo. ¿La defensa de nuestra cultura ancestral tan ligada al catolicismo? Es "vanguardista transgresor" y por supuesto contracultural, de los de "ardereis como en el 36" o que entran las capillas enseñando las berzas, y que sin embargo defienden a ultranza a los fieles a la religión del amor porque creen firmemente en la libertad de culto.
Podría seguir, pero creo que así queda bastante claro ya. Tendríamos por tanto, en paralelo con el úbermensch nietzscheniano, el célebre concepto de "superhombre" del filósofo alemán, a esta especie de entelequia a la que podríamos llamar "superprogre" o."todo en uno de la progresía". El "progre" químicamente puro.
Pero ¿Existen realmente los "superprogres"? Y si es así ¿En qué numero? ¿Son legión? ¿Conocéis a alguno?
Para mí por supuesto que no existen. Es la ya ancestral técnica de ponerle nombre al "enemigo", hipermagnificarlo, pintarle regazo, cuernos y colocarle un tridente en la mano, gritar a los cuatro vientos "que viene, que viene" y erigirse como muro de contención frente a esta amenaza superprogreta. Muy simple, muy pertubador, una versión muy facilona, casi que para todos los públicos, del "más vale lo malo conocido". Y funciona, por lo menos durante un tiempo. A partir de ahí lo lógico es que el futuro vaya poniendo las cosas en su sitio.
