Escribo desde la experiencia directa. Tengo puñeteros 35 años y me estoy quedando perplejo con lo jodidamente difícil que está conseguir curro.
Llevo un año en el paro, y todo este tiempo me he visto obligado a trabajar en B ya que me ha sido imposible ser contratado con una fruta nómina. Pero es que me paso el día echando curriculums por internet y pateando calles, me contactan de Pascuas a ramísimos para hacerme un entrevista, y cuando se da esta afortunadísima circunstancia, las entrevistas resultan ser una criba en la que tratan de obtener un trabajador perfecto, que sencillamente no requiera aprender absolutamente NADA. Que llegue al puesto de trabajo y lo realice con la misma eficacia que alguien que lleve 10 años en la fruta empresa. A veces me da la sensación de que entrevistan a la gente por mero divertimento, sin importarles que cincuenta peleles se desplacen y pierdan su tiempo y dinero para a ir las pilinguis entrevistas infectas(no es raro que alguna entrevista te pille a tomar por el trastero).
Buscar trabajo en Infojobs es una experiencia que se mueve desde lo tragicómico hasta lo catastrófico. Es un acto psicológicamente demoledor. Se ofertan poquísimos puestos, en todos se exigen experiencias laborales previas absurdas, disponibilidades cuasi-esclavistas y estar en posesión de certificados hasta para infratrabajos que rozan la mediocridad extrema. Por no hablar de empresas que solo buscan a discapacitados para favorecerse de subvenciones estatales, los contratos de becario (esto no entiendo como puede ser legal), las ofertas para trabajo voluntario (esto es increible que exista o que esté permitido ofertarlo). En último lugar están las condiciones laborales, salario etc, que en muchas ofertas ni siquieran los reflejan. Cuando lo hacen, suelen ser entre descacharrantes y deprimentes a partes iguales. Eso si, todo esto jamás es óbice para que en estas ofertas de derroición laboral y muerte existencial prematura se apunten cientos de pobres (yo incluido), pues así de dantesca es la situación que vivimos. Al final muchas veces el trifásico es casi el único salvoconducto que te permite acceder a esa entidad tan codiciada que es el trabajo. El nepotismo como modelo de organización laboral imperante en este pais.
Recuerdo con muchísima nostalgia los tiempos pasados en los que conseguir un contrato laboral era una tarea infinitamente más sencilla, por lo menos para aquellos que lo buscábamos con ahínco. En los comienzos de los dosmil recuerdo que el lapso entre el comienzo de la busqueda de trabajo y el recibimiento de la llamada con las buenas noticias no llegaba a ser mayor de dos semanas. Generalmente según salías o te echaban de un curro, podías entrar con bastante rapidez y sin demasiadas dificultades, en otro. A menos que te quisieras pegar un periodo sabático, esta era la norma. Ya después de la burbuja, la cosa se complicó bastante pero sinceramente no recuerdo nada tan desesperante como lo de ahora.
Y lo peor de todo es que se habla de una crisis económica inminente, me cuesta creer que podamos ir a peor, llegar a cotas todavía más grotescas de precariedad laboral (absurdo, ya lo se, es obvio que podemos ir todavía muchísimo más a peor).
Tal y como están las cosas, me arrepiento a horrores el no haber opositado en su momento. Ahora tendría un puesto de trabajo asegurado, anodino seguramente y que me hiciese sentir poco o nada realizado laboralmente. Pero no tendría esta indescriptible sensación de inseguridad, de inestabilidad futura. Si pudiese viajar al pasado y reencontrarme con mi antiguo yo no dudaría en propinarme dos bofetadas a mi mismo, para hacerme espabilar y darme cuenta de la oscuridad que me aguardaba en el futuro. Pero claro, en aquella época tenía la cabeza llena de fábulas y de cábalas surrealistas, la inconsciencia laboral del universitario recién matriculado es absoluta.
Y al hilo de esto, se hace imperativo decir lo siguiente: la Universidad es un puñetero engaño. Es una estafa. Por lo menos todo lo tocante a las letras, las humanidades, psicología y demás disciplinas que no requieren ser enseñadas en centros especializados, pues son perfectamente adquiribles de forma autodidacta y en ningún caso capacitan para el desempeño laboral en ningún área. La titulitis es mucho más que una estupidísima moda que refleja la ignoranciasupina que teníamos y tenemos, tanto nosotros como nuestros padres. La titulitis es una tragedia colectiva, un cáncer cuyos efectos secundarios son difíciles de calcular.
Me siento como el judío de la lista de Schindler al cual el oficial de las SS le pregunta si posee alguna habilidad útil para el esfuerzo de guerra alemán y este contesta que "enseña historia contemporanea y sabe tocar la flauta".
Buscar trabajo hoy es como un relato kafkiano, sientes que vas perdiendo poco a poco tu humanidad para convertirte en una alimaña que es procesada de forma inmisericorde por la maquinaria cárnica del sistema. El individuo no vale NADA.
puñetero ardor de estomago jorobar.
Llevo un año en el paro, y todo este tiempo me he visto obligado a trabajar en B ya que me ha sido imposible ser contratado con una fruta nómina. Pero es que me paso el día echando curriculums por internet y pateando calles, me contactan de Pascuas a ramísimos para hacerme un entrevista, y cuando se da esta afortunadísima circunstancia, las entrevistas resultan ser una criba en la que tratan de obtener un trabajador perfecto, que sencillamente no requiera aprender absolutamente NADA. Que llegue al puesto de trabajo y lo realice con la misma eficacia que alguien que lleve 10 años en la fruta empresa. A veces me da la sensación de que entrevistan a la gente por mero divertimento, sin importarles que cincuenta peleles se desplacen y pierdan su tiempo y dinero para a ir las pilinguis entrevistas infectas(no es raro que alguna entrevista te pille a tomar por el trastero).
Buscar trabajo en Infojobs es una experiencia que se mueve desde lo tragicómico hasta lo catastrófico. Es un acto psicológicamente demoledor. Se ofertan poquísimos puestos, en todos se exigen experiencias laborales previas absurdas, disponibilidades cuasi-esclavistas y estar en posesión de certificados hasta para infratrabajos que rozan la mediocridad extrema. Por no hablar de empresas que solo buscan a discapacitados para favorecerse de subvenciones estatales, los contratos de becario (esto no entiendo como puede ser legal), las ofertas para trabajo voluntario (esto es increible que exista o que esté permitido ofertarlo). En último lugar están las condiciones laborales, salario etc, que en muchas ofertas ni siquieran los reflejan. Cuando lo hacen, suelen ser entre descacharrantes y deprimentes a partes iguales. Eso si, todo esto jamás es óbice para que en estas ofertas de derroición laboral y muerte existencial prematura se apunten cientos de pobres (yo incluido), pues así de dantesca es la situación que vivimos. Al final muchas veces el trifásico es casi el único salvoconducto que te permite acceder a esa entidad tan codiciada que es el trabajo. El nepotismo como modelo de organización laboral imperante en este pais.
Recuerdo con muchísima nostalgia los tiempos pasados en los que conseguir un contrato laboral era una tarea infinitamente más sencilla, por lo menos para aquellos que lo buscábamos con ahínco. En los comienzos de los dosmil recuerdo que el lapso entre el comienzo de la busqueda de trabajo y el recibimiento de la llamada con las buenas noticias no llegaba a ser mayor de dos semanas. Generalmente según salías o te echaban de un curro, podías entrar con bastante rapidez y sin demasiadas dificultades, en otro. A menos que te quisieras pegar un periodo sabático, esta era la norma. Ya después de la burbuja, la cosa se complicó bastante pero sinceramente no recuerdo nada tan desesperante como lo de ahora.
Y lo peor de todo es que se habla de una crisis económica inminente, me cuesta creer que podamos ir a peor, llegar a cotas todavía más grotescas de precariedad laboral (absurdo, ya lo se, es obvio que podemos ir todavía muchísimo más a peor).
Tal y como están las cosas, me arrepiento a horrores el no haber opositado en su momento. Ahora tendría un puesto de trabajo asegurado, anodino seguramente y que me hiciese sentir poco o nada realizado laboralmente. Pero no tendría esta indescriptible sensación de inseguridad, de inestabilidad futura. Si pudiese viajar al pasado y reencontrarme con mi antiguo yo no dudaría en propinarme dos bofetadas a mi mismo, para hacerme espabilar y darme cuenta de la oscuridad que me aguardaba en el futuro. Pero claro, en aquella época tenía la cabeza llena de fábulas y de cábalas surrealistas, la inconsciencia laboral del universitario recién matriculado es absoluta.
Y al hilo de esto, se hace imperativo decir lo siguiente: la Universidad es un puñetero engaño. Es una estafa. Por lo menos todo lo tocante a las letras, las humanidades, psicología y demás disciplinas que no requieren ser enseñadas en centros especializados, pues son perfectamente adquiribles de forma autodidacta y en ningún caso capacitan para el desempeño laboral en ningún área. La titulitis es mucho más que una estupidísima moda que refleja la ignoranciasupina que teníamos y tenemos, tanto nosotros como nuestros padres. La titulitis es una tragedia colectiva, un cáncer cuyos efectos secundarios son difíciles de calcular.
Me siento como el judío de la lista de Schindler al cual el oficial de las SS le pregunta si posee alguna habilidad útil para el esfuerzo de guerra alemán y este contesta que "enseña historia contemporanea y sabe tocar la flauta".
Buscar trabajo hoy es como un relato kafkiano, sientes que vas perdiendo poco a poco tu humanidad para convertirte en una alimaña que es procesada de forma inmisericorde por la maquinaria cárnica del sistema. El individuo no vale NADA.
puñetero ardor de estomago jorobar.