El mercado del alquiler se diapara en Cáceres y los pisos llegan a 1.000€ mensuales y las habitaciones sueltas a 600€

vamos a ver, ahora en serio. Esto ninguna ley lo va a reparar, sólo empeorar con ley o sin ley.
Nos han metido 5 billones de neցros que se reproducen como esporas. Las zonas buenas son impagables, a nadie le interesa liberalizar el suelo.
¿Qué se puede hacer? Nada.
Vamos hacia un mercado de la vivienda inaccesible en propiedad y jodidisimo en alquiler.
Más razón que un santo. Mis diez
 
vamos a ver, ahora en serio. Esto ninguna ley lo va a reparar, sólo empeorar con ley o sin ley.
Nos han metido 5 billones de neցros que se reproducen como esporas. Las zonas buenas son impagables, a nadie le interesa liberalizar el suelo.
¿Qué se puede hacer? Nada.
Vamos hacia un mercado de la vivienda inaccesible en propiedad y jodidisimo en alquiler.
deportaciones masivas mejoraría drásticamente la cosa
 
Literalmente es más barato comprarte un piso.
 
Sé bien que el principal es para poner insensateces, oslafos y demás, pero me animo a ensuciarlo poniendo una noticia sobre tema inmobiliario.

Añado para mejor comprensión: dice la noticia que no hay ya vivienda disponible pero es salir a la calle y ver decenas de carteles de Se alquila/Se vende. Y donde dice 'zonas asequibles' quiere decir 'barrios de etnianos/quinquis'. Finalmente, téngase en cuenta que la localidad lleva años oficialmente perdiendo población. Eso sí, cientos de inmuebles se han transformado en apartamentos turísticos.


Arrendar un piso medio en Cáceres ya cuesta lo mismo que pagar una hipoteca por la compra de una vivienda. La tendencia, que se consolida a nivel nacional, también ha llegado a la ciudad y los dos precios están a la par prácticamente. Con el agravante de que Cáceres se ha quedado sin parque de alquiler. Hay muy pocas viviendas y las que van saliendo lo hacen a cuentagotas, sin bajar de una cuota mensual de 500 euros por una casa de 1 ó 2 habitaciones a lo sumo. El arriendo por habitaciones, única solución alternativa, se ha disparado hasta alcanzar los precios que tenían los pisos completos hace solamente un par de años. Puede comprobarse en cualquier buscador. En definitiva, una circunstancia que ha hecho «colapsar» el mercado del alquiler en la capital cacereña.

Así lo revela Francisco Marroquín, presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (COAPI) de Cáceres, un colectivo que lleva meses advirtiendo de las consecuencias de la nueva Ley de Vivienda, en vigor desde el pasado 26 de mayo. «Estos precios nunca se habían visto en la ciudad», lamenta. Tras la campaña de verano-otoño de los estudiantes, que no han encontrado pisos de cuatro dormitorios por menos de 700 euros, la oferta ha quedado reducida a un mínimo que ya no garantiza la actividad del sector.

"La cuestión es que el coste de los alquileres medios se ha encarecido un 50% en menos de dos años, porque solo durante el último ejercicio ha aumentado un 28%-32%», precisa Francisco Marroquín. Y por mucho que el Euribor esté dando disgustos, las hipotecas no han subido tanto. «En Cáceres –detalla el presidente--, la media actual de adquisición de una vivienda está en unos 1.200 €/m2 construido. Si calculas un precio total de 150.000 euros, el más habitual en estos momentos, una hipoteca media para un inmueble no llega a los 700 euros, mientras que arrendar una vivienda de 90-100 m2 supone unos 700 euros al mes, es decir, 7 euros/m2», precisa.

Así, la diferencia está entre 8-20 euros al mes, con los alquileres ya por encima. «Pero es cierto que si tenemos en cuenta que la comunidad y el IBI no los abonan los arrendatarios, sino los propietarios, el arriendo se sitúa aún ligeramente por debajo, aunque las estimaciones indican que se igualarán pronto», dice el responsable del COAPI.

Y es que la rotación del sector del alquiler se ha parado, hay menos pisos, por tanto siguen subiendo de precio. «Ahora mismo puede decirse que apenas existe oferta, el mercado del alquiler ha colapsado en Cáceres, los contratos que venían desde 2020 se han prolongado con los mismos inquilinos. El propietario, si le va bien, no quiere correr riesgos. El inquilino tampoco quiere cambiar de vivienda porque sabe cómo están los precios. Por tanto, se renuevan los contratos en condiciones más ventajosas que las que se aplican tras la entrada en vigor de la Ley de Vivienda», explica Francisco Marroquín.

Un panorama que ha dejado a la ciudad sin rotación de alquiler, lo que supone un serio problema para los profesionales (sanitarios, profesores…) que deben instalarse en Cáceres por su trabajo. Un vistazo a los buscadores de internet constata la escasa oferta, pero sobre todo cómo los municipios más próximos (Casar de Cáceres, Sierra de Fuentes, Malpartida de Cáceres...) se van convirtiendo en una alternativa de alojamiento. Y cómo es mucho más fácil encontrar una habitación en un piso compartido, que un piso independiente.

¿Por qué se ha llegado a este punto? Desde los colegios inmobiliarios de España lo venían anunciando, lo avisaron en un escrito conjunto, y hay que reconocer que se han cumplido sus presagios. Lo achacan a los efectos de la Ley de Vivienda, «contrarios» a los que realmente se perseguían. Así, uno de los errores que destacan es la «sobreprotección absoluta» al arrendatario que no paga, de modo que un inquilino jovenlandeseso puede aguantar hasta 5 años sin dejar la casa y sin consecuencias legales. Esto, afirman, rompe el equilibro del mercado, y los efectos «resultan perjudiciales tanto para el titular como para los posibles inquilinos».

Pero además, la nueva norma impone la obligación de que los gastos de gestión inmobiliaria sólo los pague el titular del piso, y nada el arrendador. Queda por tanto sin sentido el papel del agente inmobiliario de mediar en defensa de ambas partes, promoviendo «un equilibrio entre las obligaciones y los derechos de los dos firmantes», recuerda Marroquín. Tampoco pueden aceptar encargos de quienes buscan ahora un piso, puesto que nunca les podrán repercutir sus honorarios.

Estas y otras cuestiones, como la intervención sobre los precios, han provocado que también en Cáceres un porcentaje de viviendas se haya retirado del mercado del alquiler. Unas se han cerrado, otras se arrendarán solamente a conocidos, algunas se han vendido y las hay que se han convertido en apartamentos turísticos, con más rentabilidad y menos riesgos. Conclusión: menos rotación, menos oferta y bastante más cara.

En suma, una complejidad tras otra que ha hecho que la mitad de las agencias de la provincia cacereña hayan decidido abandonar el alquiler de pisos, y continuar solo con otros tipos de arriendos (locales, naves, terrenos…) y con la compraventa, que comenzará a repuntar al ser más rentable adquirir una casa que pagar un arriendo mensual.

Ahora mismo, las zonas más económicas de Cáceres para el alquiler están en el entorno de Pinilla, San Blas y San Marquino, por un lado, y Aldea Moret, por otro. En ellas todavía se pueden encontrar viviendas por 450 €/mes, pero de 65-70 m2, no más. Son cálculos facilitados desde el Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (COAPI) de Cáceres. Un escalón por encima se sitúa la zona del Espíritu Santo y Llopis Ivorra, con unos 500-550 €/mes.

Si nos vamos al otro extremo, a las áreas más costosas, el entorno de Cánovas ya ha alcanzado los 1.000 €/mes, y la zona oeste de la ciudad (Sierrilla y R-66) supera esa cifra, pero ojo porque son distritos donde apenas quedan pisos libres, y en su caso se trata de una oferta muy residual.

En la parte media, los barrios de expansión de las últimas décadas, como Mejostilla o Nuevo Cáceres, se posicionan en 700-750 €/mes. Además, en general, «lo que queda es poco, malo y muy caro», salvo excepciones que surgen y que se contratan de forma inmediata, a veces a las pocas horas de salir.

Solo hay que echar una ojeada a los buscadores inmobiliarios en internet. Partiendo de las viviendas de menor capacidad, los apartamentos de una habitación están ya por las nubes: uno en la calle Parras de 55 m2 ha salido estos días al mercado por 600 €, cantidad que hace dos años se pedía por un piso de tres habitaciones con cochera. Ahora mismo en la Ciudad Monumental se ofrece un apartamento por 525 € (48 m2), otro por 450 € (40 m2) y un tercero por 525 € (48m2), todos ellos de un solo dormitorio.

Subiendo a las dos habitaciones, también el aumento ha sido considerable: un piso en Miralrío de 45 m2 por 450 €, otro de 85 m2 en la Cuesta del Maestre por 550 €, o en La Madrila por 670 €. Los de tres habitaciones oscilan ya entre 500-800 € dependiendo de la antigüedad y la ubicación. Por ejemplo, en la Plaza de Toros aún es posible alquilar uno por 500 €, pero en Colón o El Vivero alcanzan los 800 €. Los adosados de Mejostilla o Cáceres el Viejo llegan e incluso superan los 700 €.

Por arriba ya se piden 1.000 € en ciertos inmuebles dotados de piscina o terraza en zonas del oeste, incluso hay propuestas de 1.300 € en Ruta de la Plata o en Cabezarrubia.

Ante la falta de pisos, muchos buscan ya habitaciones en viviendas compartidas, y los precios (una media de 200-300 €) casi alcanzan lo que hasta 2021 se pedía por un inmueble al completo. Por ejemplo 170 € en Juan XXIII o Arturo Aranguren; 300 € en Ríos Verdes, Llopis Ivorra o calle Argentina; 350 € en García Plata de Osma; hasta 500 en Gómez Becerra; o 600 € en Hernández Pacheco. Cifras realmente nunca vistas en Cáceres.

Pese a estos efectos, «no hay ningún viso de que se vaya a adaptar o modificar la Ley de Vivienda, no entra en los planes políticos y todo apunta a que irá a más», subraya Francisco Marroquín. Se abre por lo tanto la puerta a la compra, más ventajosa que el alquiler. «En Cáceres tampoco se encuentra muy activa la nueva construcción, lógico por los efectos de la inflación y porque la población no crece», matiza. En general sí hay inmuebles, pero sobre todo de segunda mano que quedan vacíos en el casco urbano y que suponen un 88% del mercado de compraventa, según cálculos del COAPI.

«Otra cosa es que ahora mismo resulta difícil adquirir una vivienda que supere los 150.000 euros, porque las condiciones del mercado de trabajo de Cáceres tampoco lo permiten, los salarios están muy bajos», recuerda Marroquín, para quien la solución no se atisba fácil. «Hay que darle una vuelta al sistema porque no estamos hablando solo del sector de la vivienda, sino del laboral, de la demografía, de las inversiones... Todo está conectado. Cáceres no puede seguir siendo un jardín de Europa y no percibir nada, más bien pagamos por ello. Son necesarias nuevas oportunidades para la provincia y la región, que puedan llegar más industrias y cambiar el ritmo, cambiar la situación», concluye el presidente.
Pero en Cáceres porque en Cáceres si no es benidorm por ej
 
Las ciudades Alemanas devastadas después de la segunda mundial, fueron levantadas de nuevo en muy pocos años, a pesar de ser un país arruinado y no tener ni las técnicas de construcción actuales ni la maquinaria.

Los edificios son un ladrillo encima de otro. Su único valor reside en la escasez para poder especular como se hace con los diamantes o se hizo con los sellos. Funciona hasta que la estafa piramidal se cae por su propio peso. Si la vivienda nunca baja, un piso de cosa hecho en le franquismo para personas con bajos ingresos, llegaría a costar más que el palacio de Versalles.

Si la vivienda fuese un producto de consumo como los ordenadores, las teles, la ropa ... la gente no estaría obsesionada por dar el pelotazo estafando a alguien en el futuro sin darse cuenta que él ha sido el estafado. Y se comprarían y venderían los pisos con mucha más facilidad. La gente no estaría encadenada a su vivienda sin poder moverse del lugar donde reside y buscar un trabajo u otra vida en otra ciudad.


 
En Madrid se van a construir 200mil, no vpo pero da igual, la ley de la.oferta y la demanda hará su trabajo.
En cuanto tiempo porque en toda España pública y VPO se iniciaron 65000 nada más en 2022!? A ese ritmo el déficit de vivienda cada vez será mayor. Los pagapensiones ,y menos los recién llegados, no compran casa... Están fuera de la compra y por eso no se construye más vivienda... La solución sería legalizar parques de caravanas o algo parecido, casas muy baratas de unos 100000 euros como mucho que es para lo que les da la solvencia a un sueldo temporal de 15000 brutos año.
 
Si la vivienda fuese un producto de consumo como los ordenadores, las teles, la ropa ... la gente no estaría obsesionada por dar el pelotazo estafando a alguien en el futuro sin darse cuenta que él ha sido el estafado. Y se comprarían y venderían los pisos con mucha más facilidad. La gente no estaría encadenada a su vivienda sin poder moverse del lugar donde reside y buscar un trabajo u otra vida en otra ciudad.

Lo gracioso es que aunque minoritario, también hay gente que especula con algunos de esos bienes.
 
Hay que fomentar la movilidad territorial para mejorar el empleo, a base de tener 17 mini países y alquileres por las nubes. roto2
 
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