El holocausto rebatido en 10 puntos

todos los años mueren 6 millones de personas de hambre en africa, hambre provocado por la mafia internacional bancaria-judia que podrian arreglarlo con una sola orden, y no lo hacen. Todos los años hay un holocausto y nadie le importa.

Y por ud también, que no da sus bienes o incluso su cuerpo a una tribu antropófaga.

Anímese...¡Es por los jovenlandeses!
 
EL CREDO DE LOS BORREGOS

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Homo-borregus

Creo en el Holocausto y en su el todopoderoso poder, creador de todas las actitudes correctas en el cielo y en la tierra, concebidas en Hollywood, que nació de los medios de comunicación de Nueva York, de origen judío, hijo de la inmunidad y la exención de toda responsabilidad penal y la crítica.

Creo en los seis millones de alubios que murieron en las cámaras de gas y que fueron convertidos en jabón y pantallas de lámparas y que, a finales del siglo XX, se levantaron de nuevo, para perseguir a los vivos y a los muertos.

Creo en el Estado de Israel, que el Holocausto ha concebido milagrosamente, hijo del señor y dictador de toda la política exterior de EE.UU.

Creo en el espíritu del sionismo, nuestro Maestro Universal y ejecutor del discurso,
quien habla a través de los medios de propiedad judía, del arte de las academias y del espectáculo.

Yo creo en Elie Wiesel y los géiseres de sangre, y en Arnold Friedman y el humo de los crematorios.

Creo en la santa iglesia Shoah Biz, los santos comunistas, el perdón de los pecados alemanes y en el desprecio a los revisionistas del Holocausto y a los críticos sionistas, la resurrección de la mentira, y en la vida eterna de las historias de la cámara de gas de Auschwitz.

Amén.

Basado en“Creed of the Church of the Shoa”, de Michael Hoffman.

Nota de la redacción- No recomendamos rezarlo, por el bien de la verdad.

EL CREDO DE LOS BORREGOS « elsilenciodelaverdad
 
El negacionismo del Holocausto es una corriente de pensamiento pseudo histórica y antisemita que tiene la finalidad de reinterpretar los hechos acaecidos en Europa entre los años 1941 y 1945, siguiendo "la doctrina según la cual el genocidio practicado por la Alemania nancy contra los judíos y los etnianos no existió, sino que es producto del mito, de la fabulación, del fraude".En general, las tesis de estas reinterpretaciones cuestionan o niegan el asesinato en masa del cual fueron objeto el pueblo judío y otras minorías bajo el Tercer Reich y los países ocupados por éste entre 1933 y 1945.

Los ejes comunes de esta corriente los constituye el rechazo a los siguientes hechos históricos comprobados:

Que el régimen nancy tuviese un plan deliberado de exterminar a los judíos o a otros grupos.
Que murieron seis millones de judíos durante la guerra.
Que existiesen dispositivos funcionales para el exterminio masivo, tales como las cámaras de gas, y por lo tanto, también los campos de exterminio.
También, dentro del negacionismo, se identifican dos posturas en función de su grado de negación de los hechos históricos del Holocausto:
La que niega totalmente el asesinato masivo y por consecuencia también la existencia de cámaras de gas.
La que no niega en totalidad el Holocausto ni las cámaras de gas, pero afirma que Hitler no tenía conocimiento ni responsabilidad sobre las ejecuciones en masa. El escritor británico David Irving se caracteriza por defender esta idea.
La mayoría de los negacionistas opinan también, de forma implícita o explícita, que el Holocausto sería una propaganda de guerra inventada por las potencias aliadas y que posteriormente habría sido aprovechada por una supuesta conspiración judía, o bien sionista, con el propósito de obtener beneficios a costa de otros pueblos, principalmente de los palestinos y de Alemania. Por ello, el negacionismo está considerado como una teoría de conspiración antisemita y está perseguida penalmente en varios países europeos incluyendo a Alemania y Austria, al entenderse como ocultamiento de genocidio con conocimiento, o consentimiento y aprobación o justificación del mismo.


En un principio los negacionistas se hacían llamar revisionistas del Holocausto (concepto extraído del revisionismo histórico). En las primeras décadas posteriores a la guerra, las comunidades judías decidieron no dignificar aquellos presuntos estudios revisionistas con una respuesta, creyendo que contestar sólo llevaría a este grupo a una mayor credibilidad. Más tarde, y con cierta resistencia por parte de la comunidad judía, la historiadora estadounidense Deborah Lipstadt los denominó negadores del Holocausto,ya que, desde su punto de vista, no estaban "revisando" la Historia, sino más bien, negando lo innegable.A partir de entonces se adoptó el término negacionismo, que los negacionistas todavía rechazan, por considerarlo despectivo, además de que opinan que esta expresión supone que niegan categóricamente los hechos que abordan, es decir, sin investigaciones, ni pruebas que respalden su postura. En compensación por el uso de este término, los negacionistas se refieren como exterministas o exterminacionistas a aquellos que apoyan o acreditan la evidencia histórica del Holocausto.
Pese a estas objeciones, los historiadores académicos no suelen aceptar el término revisionismo del Holocausto aplicado al negacionismo, para establecer diferencias con respecto al legítimo revisionismo histórico que, a diferencia del negacionismo, sí se adecua a los estándares académicos, a las pruebas disponibles y a la metodología científica. La negación del Holocausto es conocida como "negacionismo" siguiendo el término francés négationnisme, propuesto por Henry Rousso en The Vichy Syndrome (Cambridge: Harvard University Press, 1991).Los negacionistas intentan reescribir la historia, minimizando, negando o simplemente haciendo caso omiso de hechos esenciales. Según Jacques Derrida:
En términos generales, el "revisionismo" de la historia es el intento de crítica a los dogmas establecidos, una crítica que no puede de ninguna manera incluirse en el tipo de negacionismo que intenta negar la realidad de hechos reconocidos.
Según Koenraad Elst:
Negacionismo significa la negación histórica de los crímenes de lesa humanidad. No se trata de una reinterpretación de los hechos conocidos, sino la negación de los hechos conocidos. El término Negacionismo ha ganado popularidad como el nombre de un movimiento que niega un crimen de lesa humanidad, el genocidio nancy de los Judíos en 1941-45, también conocido como el holocausto (griego: sacrificio de fuego) o la Shoah (hebreo: catástrofe). El negacionismo es mayoritariamente identificado con el esfuerzo de re-escribir la historia de tal manera que el hecho del Holocausto se omita.
Los historiadores académicos señalan, además, que el Holocausto ha sido objeto de numerosas visiones y revisiones luego de la Segunda Guerra
Mundial, tanto en el campo de la inves*tigación académica como en los programas oficiales de educación, por lo cual, el revisionismo histórico no debe confundirse con la corriente conocida en círculos académicos como la negación del Holocausto. Esta situación la comparte con otros genocidios que experimentado su "negación", como el armenio y el de los etnianos durante la Segunda Guerra Mundial.


Paul Rassinier
Se suele mencionar a Paul Rassinier como el iniciador de esta corriente, al publicar en 1950 el libro Le Mensonge d’Ulysse (“La Mentira de Ulises”), en el cual trata sobre los testimonios de ex-prisioneros de los campos de concentración alemanes y su vivencia en Buchenwald y Mittelbau-Dora, donde estuvo preso por participar en la Resistencia Francesa a la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Al escribir este libro, Rassinier se ocupó de cuestionar y desmentir los testimonios que existían sobre cámaras de exterminio en el territorio alemán posterior a la guerra, sin embargo admitió su falta de autoridad jovenlandesal para testificar sobre los demás campos que se hallaban en Europa Oriental, (Auschwitz, por ejemplo), la cual fue ocupada por los soviéticos, y consideró la remota posibilidad de la existencia de las cámaras de exterminio en ese territorio. Sin embargo, tras sus posteriores investigaciones cambió su postura, afirmando que no hubo ejecuciones por gaseamiento en ningún campo.
Sin embargo, los críticos del negacionismo señalan que la visión antisemita de Rassinier condiciona sus opiniones y le resta validez, a la vez que subrayan que ni Buchenwald ni Mittelbau-Dora fueron campos de exterminio, razón por la cual no es extraño que Rassinier no haya visto cámaras de gas.
Los negacionistas han continuado citando hasta hoy sus obras como una investigación que cuestiona los hechos aceptados en torno al Holocausto. Rassinier afirmó también haber buscado durante quince años testigos de los gaseamientos sin éxito y que en los campos, además de contar con atención médica y actividades recreativas, se les remuneraba a los presos por el trabajo forzado. Su influencia sobre los negacionistas permanece porque fue de los primeros en proponer que una supuesta conspiración sionista/aliada/soviética falsificó el Holocausto, un tema luego tratado por otros partidarios de esta creencia.

Harry Elmer Barnes
El historiador estadounidense Harry Elmer Barnes, asumió una postura negacionista en los años más tardíos de su vida. Entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, Barnes se volvió un conocido escritor pacifista y el máximo exponente del movimiento revisionista histórico. Después de la Segunda Guerra Mundial, se convenció de que las acusaciones hechas contra Alemania y Japón, incluyendo el Holocausto, fueron propaganda de guerra usados para justificar la participación de EE.UU. en la guerra.
Los escritos de Barnes en el campo del revisionismo histórico son todavía citados por algunos escritores anarquistas como James J. Martin. El nombre de Barnes ha sido usado comúnmente por los modernos negacionistas en un intento para dar credibilidad a su causa, como por ejemplo Willis Carto del Institute for Historical Review (IHR).

Davis Hoggan
Un prominente precursor del negacionismo fue el historiador David Hoggan, quien escribió en 1969 uno de sus primeros libros donde negaba el Holocausto titulado: The Myth of the Six Million (El mito de los seis millones), y el cual fue publicado por la Noontide Press, una pequeña editora especializada en literatura antisemita.14 Hoggan se convirtió en uno de las primeras personalidades connotadas del negacionismo, ya que él contaba con varios profesorados universitarios.
[editar]El Informe Leuchter
Artículo principal: Informe Leuchter.
El Informe Leuchter es el nombre por el cual se conoce a una investigación pericial fraudulenta realizada en 1988 por el norteamericano Frederick A. (Fred) Leuchter, Jr., que decía ser especialista en el diseño y construcción de equipos para ejecución en las cárceles de Estados Unidos, aunque posteriormente se demostró que carecía de conocimiento alguno sobre cámaras de gas, y fue procesado por ejercer ingeniería sin licencia alguna. El informe fue realizado con el propósito de defender judicialmente a Ernst Zündel, procesado por los cargos de negación del Holocausto y de fomentar el repruebo racial.
Este documento ha sido la principal herramienta del negacionismo para respaldar su opinión de que en los campos de Auschwitz I, Auschwitz-Birkenau, y Majdanek no existieron cámaras de gas destinadas a la ejecución en masa.
Zündel contrató los servicios de Leuchter en 1988 a cambio de 35 000 dólares, quien se desplazó a Polonia para recoger muestras y tomar imágenes. Sirviéndose de un martillo y un cincel, extrajo sin permiso trozos de pared y de suelo de las cámaras de exterminio y de desinsectación. Las muestras obtenidas de forma subrepticia fueron llevadas a EE.UU. y entregadas al laboratorio dirigido por el químico estadounidense James Roth, sin ser informado de dónde procedían las muestras, sólo que se trataba de un análisis pericial para un juicio.
El informe químico del laboratorio de Roth determinó que las muestras de argamasa extraídas de las cámaras de desinsectación contenían un alto contenido de cianuro y que en cambio las de exterminio contenían un rastro nulo o ínfimo de cianuro. Estos resultados fueron presentados como la ratificación material de sus creencias sobre la inexistencia de las cámaras de exterminio.
Sin embargo, con posterioridad, en una entrevista, el Dr. Roth indicó que el cianuro habría formado una capa extremadamente fina en las paredes, de un grosor de la décima parte de un pelo humano. Leuchter había tomado muestras de un grosor indeterminado y variable. No informado de esto, Roth había pulverizado las muestras enteras, diluyendo drásticamente la capa de cianuro que contenía cada muestra con una cantidad indeterminada de ladrillo, que variaba para cada muestra. Para explicar lo poco fiable de su análisis, Roth ofreció la analogía de que los resultados eran como centrarse en la madera cuando lo que se necesita es analizar la pintura.
A partir del análisis de laboratorio de Roth, Leuchter escribió el informe pericial que le encargó Zündel, concluyendo que "no existieron cámaras de gas para ejecuciones en ninguno de los tres campos, que las cámaras de gas ahí encontradas no podrían haber funcionado nunca para realizar ejecuciones y que únicamente servían para la fumigación de parásitos".
Aunque el testimonio oral de Leuchter fue aceptado en el juicio de Zündel, el informe pericial fue rechazado por el Tribunal por su ausencia de acreditación profesional. En octubre de 1990, un tribunal de Massachussets procesó criminalmente a Leuchter por ejercer como ingeniero sin tener licencia. Se supo que no sólo no tenía licencia, sino que no tenía ningún estudio relacionado con la ingeniería ni ninguna otra acreditación profesional, solo un BA en Historia, que acabó en 1964. Admitió no tener ninguna formación ni experiencia en toxicología, biología o química. Se descubrió también que, aunque tenía cierta experiencia en sillas eléctricas e inyecciones letales, no tenía conocimiento alguno sobre cámaras de gas, tal y como había afirmado antes.
Pese a quedar totalmente desacreditado, el informe tuvo gran difusión entre los negacionistas, que creyeron encontrar el respaldo definitivo de sus creencias. Sus críticos, sin embargo, afirmaron la imposibilidad de detectar cianuro cincuenta años después con su método (los análisis que se hicieron al finalizar la guerra sobre los conductos de ventilación evidenciaban cantidades significativas de cianuro), sobre muestras supuestamente obtenidas de cámaras que habían sido derruidas por los nazis y parcialmente reconstruidas después. Leuchter desconocía qué parte había sido reconstruida, por lo que no pudo acreditar si las muestras correspondían a las cámaras de gas originales.


Afirmaciones y opiniones de los negacionistas

Las tres afirmaciones básicas de los negacionistas son:
No habría una política oficial, un plan o una intención clara para el exterminio de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
No habrían muerto seis millones de judíos durante la guerra: esta sería una cifra tremendamente exagerada que no correspondería con la realidad. Dudan que hubiesen muerto más de 800.000 personas en los campos de concentración, de entre las cuales aproximadamente 300.000 serían judíos. Aunque la cifra de algo más de 6.000.000 de asesinatos está ampliamente documentada, entre otros, con el famoso Informe Korherr, realizado por Richard Korherr, estadístico en jefe de las SS, cita el número de pérdidas judías como mayor a los 2.454.00016 solamente hacia fines de 1942, sin contar las muertes por causa de las duras condiciones en los guetos y en los campos de concentración.
No habrían existido cámaras de gas en los campos de concentración. (No se refieren aquí a las cámaras usadas en la desinsectación para la ropa, colchones, etc. cuya existencia es incuestionable, sino a las cámaras hechas, específica y funcionalmente con el propósito de asesinar personas).

Entre otras afirmaciones se incluyen las siguientes:

La población judía en Europa antes de la Segunda Guerra Mundial no era de 9.500.000 judíos sino que sería menor a los cuatro millones, de los cuales aproximadamente un millón emigraron hacia lugares como Palestina, Estados Unidos, Argentina, Canadá, etc. y más de dos millones emigraron a la Unión Soviética, y sólo 300.000, aproximadamente, murieron en los campos de concentración.
El constante bombardeo aliado causó rupturas a carreteras, puentes y vías férreas, las cuales suministraban alimentos y medicamentos a los diversos campos de trabajo, por esa razón la inanición y las epidemias de tifus exantemático transmitido por el piojo habrían sido los factores decisivos para las bajas de judíos, no judíos y alemanes, sin incluir la vejez y la fin natural.
No habría existido, o al menos no se conserva, ningún documento nancy que ordene, decrete o manifieste el asesinato en masa por parte de éstos, o que mencione siquiera las cámaras de gas.
La “Solución Final al problema judío” no habría significado la decisión de exterminar al pueblo judío, sino su desplazamiento y reubicación en la isla de Madagascar, y posteriormente en el este de Europa para el nuevo asentamiento del Estado de Israel. Véase: Plan Madagascar.
El Holocausto sería un mito creado inicialmente por los Aliados para satanizar a los alemanes. Los judíos habrían difundido este mito como parte de un complot con la intención de permitir la creación de un hogar nacional judío en Palestina y para continuar apoyando actualmente al Estado de Israel.
Las principales pruebas del genocidio se fundamentarían en testimonios y no en pruebas materiales que demuestren el asesinato en masa.
Las evidencias materiales, como fotografías o el Diario de Ana Frank, habrían sido falsificaciones.
Los testimonios de los sobrevivientes estarían llenos de errores e inconsistencias por lo que no serían fiables.
Las confesiones nazis sobre crímenes de guerra, como la de Rudolf Höss en los Juicios de Nüremberg, habrían sido extraídas bajo tortura.
El trato de los nazis hacia los judíos no habría sido diferente al trato que daban los aliados a sus enemigos en la guerra.
Adolfo Hitler y el nazismo serían inocentes, al menos, del crimen de genocidio contra el pueblo judío.
No niegan, sin embargo, la persecución de los judíos y otros grupos bajo el régimen de Hitler, la privación de los derechos de los que gozaban, su separación y deportación a campos de concentración, ni su consecuente padecimiento y fin por epidemias, incluso la ejecución de algunos judíos y no judíos, bien sea esto por la penalización contra prisioneros que efectuaron actos considerados graves dentro de los campos, o bien simplemente por abuso injusto por parte de algunos oficiales.

Utilización política del negacionismo


Jean-Marie Le Pen, presidente del Frente Nacional, condenado en 1997 por afirmar que las cámaras de gas fueron un «detalle de la historia».
La negación del Holocausto es frecuentemente utilizada por los movimientos antisemitas y neonazis, ya que éstos comparten la opinión exculpatoria de que Hitler no ordenó genocidio alguno, a la vez que niegan y glorifican el Holocausto simultáneamente. Destaca, Horst Mahler, fundador de la Baader-Meinhof y actualmente militante de extrema derecha, quien estuvo en prisión por difundir propaganda antisemita. También el líder del Frente Nacional en Francia, Jean-Marie Le Pen, condenado en varias ocasiones por delitos de complicidad con la apología de crímenes de guerra y negación de un crimen contra la humanidad.
Sin embargo, algunos negadores del Holocausto no son nazis o antisemitas. Joseph Burg, un judío, fue asesor y defensor de Ernst Zündel en su juicio de 1988, lo mismo que David Cole, quien fue llamado traidor por la Liga de Defensa Judía y a quien se le pidió que se retractara, lo cual terminó haciendo. Paul Rassinier fue comunista y miembro de la resistencia francesa en contra de la ocupación alemana. Aunque dominado tradicionalmente por la extrema derecha, en el negacionismo se expresan diversas posiciones extremas. Como por ejemplo, la del profesor Robert Faurisson o la de Roger Garaudy, expulsado del Partido Comunista Francés y convertido posteriormente al Islam, quienes son activos propagandistas del negacionismo.
El negacionismo se expresa también en algunos regímenes islamistas (como Irán), que dan cobertura política al negacionismo al más alto nivel, como lo ilustra la organización de una conferencia mundial negacionista organizada por el propio Gobierno iraní en diciembre de 2006.Según el ministro iraní de relaciones exteriores, "el objetivo de la conferencia no es negar o probar el holocausto, sino ofrecer la oportunidad a investigadores europeos de dar su punto de vista sobre este fenómeno histórico". Manuchehr Mottaki también añadió en sus palabras de inauguración que "la simple pregunta del presidente iraní: ¿si el holocausto es un hecho histórico, por qué no puede ser estudiado?, provocó una ola de acusaciones contra Irán, sin una respuesta razonada". También acudieron miembros de organizaciones judías antisionistas de Europa y Estados Unidos[cita requerida] como los miembros del movimiento Jaredí o judío ultraortodoxo, los jasidim o los Neturei Karta,quienes están en contra del sionismo, el Estado de Israel e incluso cuestionan el Holocausto.
 
Última edición:
Benedikt Kautsky

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"Yo estuve en los grandes KZ (Campos de concentracion) de Alemania, pero conforme a la verdad, tengo que estipular que no he encontrado jamas en ningun campo ninguna instalacion como camara de gaseamiento."

Fuente: Teufel und Verdammte. Erfahrungen und Erkenntnisse aus sieben Jahren in deutschen Konzentrationslagern.

Benedikt Kautsky
 
Benedikt Kautsky

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"Yo estuve en los grandes KZ (Campos de concentracion) de Alemania, pero conforme a la verdad, tengo que estipular que no he encontrado jamas en ningun campo ninguna instalacion como camara de gaseamiento."

Fuente: Teufel und Verdammte. Erfahrungen und Erkenntnisse aus sieben Jahren in deutschen Konzentrationslagern.

Benedikt Kautsky

Benedikt Kautsky


Él era el hijo de Louise y Karl Kautsky . De 1912 a 1920 fue secretario de Kautsky , Otto Bauer , y desde 1921 hasta 1938 secretario de la Cámara de Trabajo de Viena y desde 1923 director de Empleo y Economía . En mayo de 1938, él fue arrestado después del "Anschluss" de Austria al Reich alemán. Kautsky estuvo inicialmente por tres meses en Dachau , antes de ser trasladado a Buchenwald.

Diskussion:Benedikt Kautsky

Según el informe de mi figura como Weblink Kautsky ha visto el final de la guerra en Buchenwald, no Auschwitz. Por otra parte, puede ser debido a su Vita probablemente no simplemente como un banquero. Eso daría una falsa impresión

Buchenwald

El campo de concentración de Buchenwald fue uno de los más grandes campos de concentración en territorio alemán. Estuvo en funcionamiento desde julio de 1937 hasta abril de 1945 en la colina de Ettersberg, cerca de la ciudad de Weimar. En total se estima que estuvieron presas unas 250.000 personas procedentes de todos los países de Europa. El número de víctimas, provocadas por las enfermedades, la mala sanidad, los trabajos forzados, la tortura, experimentos médicos y fusilamientos se estima en unas 56.000, entre ellas 11.000 judíos.1
No obstante, como campo de concentración, en Buchenwald no había cámaras de gas, las cuales eran propias de los campos de exterminio.


Campo de concentración de Buchenwald - Wikipedia, la enciclopedia libre


Normal que no las viera..no le parece ??.....:XX:
 
Te ries de ese dato?

¿No te parece relevante el que 60 años después de la guerra quedaran casi 1.100.000 supervivientes? Dato oficial del gobierno de Israel

Si en 2004 había 1.094.000 supervivientes ¿cuántos había en 1945? 7-8 millones. Era la cifra que decís que había en la Europa ocupada.

Sus propios datos podrian servir para demostrar que no hubo genocidio.
Pero les da igual, la gente se traga todo lo que se diga por incongruente que sea.

Vuelvo a poner el link.

Vamos a ver.

Nadie ha dicho que en la Europa ocupada hubiera 7-8 millones de alubios, se calcula que había 9.508.340. (Mas o menos la cifra dada por los alemanes en la conferencia de Wnasse).

Si entre 5.5 o 6 millones murieron, no sale que había, entre 3 y 4 millones de supervivientes.

Podrias argumentar que es imposible que queden tantos vivos teniendo en cuenta las condiciones en lo campos. Pero amigo hay un detalle importante, para Israel superviviente en el holocausto significa haber sufrido una persecución es decir haber estado en un pais ocupado, aparte de haber estado en un campo.


Ale otro OWNED.
 
Vamos a ver.

Nadie ha dicho que en la Europa ocupada hubiera 7-8 millones de alubios, se calcula que había 9.508.340. (Mas o menos la cifra dada por los alemanes en la conferencia de Wnasse).

Si entre 5.5 o 6 millones murieron, no sale que había, entre 3 y 4 millones de supervivientes.

Podrias argumentar que es imposible que queden tantos vivos teniendo en cuenta las condiciones en lo campos. Pero amigo hay un detalle importante, para Israel superviviente en el holocausto significa haber sufrido una persecución es decir haber estado en un pais ocupado, aparte de haber estado en un campo.


Ale otro OWNED.

Es decir, que aunque no hubieran habido camaras de gas, ni 6 millones de asesinados, o ni siquiera haber estado en un campo de concentración, para Israel habría habido Holocausto si un judio hubiera estado trabajando en un país NS u ocupado o aliado.

Es decir, que siempre habrá Holocausto.
 
El negacionismo del Holocausto es una corriente de pensamiento pseudo histórica y antisemita que tiene la finalidad de reinterpretar los hechos acaecidos en Europa entre los años 1941 y 1945, siguiendo "la doctrina según la cual el genocidio practicado por la Alemania nancy contra los judíos y los etnianos no existió, sino que es producto del mito, de la fabulación, del fraude".En general, las tesis de estas reinterpretaciones cuestionan o niegan el asesinato en masa del cual fueron objeto el pueblo judío y otras minorías bajo el Tercer Reich y los países ocupados por éste entre 1933 y 1945.

Los ejes comunes de esta corriente los constituye el rechazo a los siguientes hechos históricos comprobados:

Que el régimen nancy tuviese un plan deliberado de exterminar a los judíos o a otros grupos.
Que murieron seis millones de judíos durante la guerra.
Que existiesen dispositivos funcionales para el exterminio masivo, tales como las cámaras de gas, y por lo tanto, también los campos de exterminio.
También, dentro del negacionismo, se identifican dos posturas en función de su grado de negación de los hechos históricos del Holocausto:
La que niega totalmente el asesinato masivo y por consecuencia también la existencia de cámaras de gas.
La que no niega en totalidad el Holocausto ni las cámaras de gas, pero afirma que Hitler no tenía conocimiento ni responsabilidad sobre las ejecuciones en masa. El escritor británico David Irving se caracteriza por defender esta idea.
La mayoría de los negacionistas opinan también, de forma implícita o explícita, que el Holocausto sería una propaganda de guerra inventada por las potencias aliadas y que posteriormente habría sido aprovechada por una supuesta conspiración judía, o bien sionista, con el propósito de obtener beneficios a costa de otros pueblos, principalmente de los palestinos y de Alemania. Por ello, el negacionismo está considerado como una teoría de conspiración antisemita y está perseguida penalmente en varios países europeos incluyendo a Alemania y Austria, al entenderse como ocultamiento de genocidio con conocimiento, o consentimiento y aprobación o justificación del mismo.


En un principio los negacionistas se hacían llamar revisionistas del Holocausto (concepto extraído del revisionismo histórico). En las primeras décadas posteriores a la guerra, las comunidades judías decidieron no dignificar aquellos presuntos estudios revisionistas con una respuesta, creyendo que contestar sólo llevaría a este grupo a una mayor credibilidad. Más tarde, y con cierta resistencia por parte de la comunidad judía, la historiadora estadounidense Deborah Lipstadt los denominó negadores del Holocausto,ya que, desde su punto de vista, no estaban "revisando" la Historia, sino más bien, negando lo innegable.A partir de entonces se adoptó el término negacionismo, que los negacionistas todavía rechazan, por considerarlo despectivo, además de que opinan que esta expresión supone que niegan categóricamente los hechos que abordan, es decir, sin investigaciones, ni pruebas que respalden su postura. En compensación por el uso de este término, los negacionistas se refieren como exterministas o exterminacionistas a aquellos que apoyan o acreditan la evidencia histórica del Holocausto.
Pese a estas objeciones, los historiadores académicos no suelen aceptar el término revisionismo del Holocausto aplicado al negacionismo, para establecer diferencias con respecto al legítimo revisionismo histórico que, a diferencia del negacionismo, sí se adecua a los estándares académicos, a las pruebas disponibles y a la metodología científica. La negación del Holocausto es conocida como "negacionismo" siguiendo el término francés négationnisme, propuesto por Henry Rousso en The Vichy Syndrome (Cambridge: Harvard University Press, 1991).Los negacionistas intentan reescribir la historia, minimizando, negando o simplemente haciendo caso omiso de hechos esenciales. Según Jacques Derrida:
En términos generales, el "revisionismo" de la historia es el intento de crítica a los dogmas establecidos, una crítica que no puede de ninguna manera incluirse en el tipo de negacionismo que intenta negar la realidad de hechos reconocidos.
Según Koenraad Elst:
Negacionismo significa la negación histórica de los crímenes de lesa humanidad. No se trata de una reinterpretación de los hechos conocidos, sino la negación de los hechos conocidos. El término Negacionismo ha ganado popularidad como el nombre de un movimiento que niega un crimen de lesa humanidad, el genocidio nancy de los Judíos en 1941-45, también conocido como el holocausto (griego: sacrificio de fuego) o la Shoah (hebreo: catástrofe). El negacionismo es mayoritariamente identificado con el esfuerzo de re-escribir la historia de tal manera que el hecho del Holocausto se omita.
Los historiadores académicos señalan, además, que el Holocausto ha sido objeto de numerosas visiones y revisiones luego de la Segunda Guerra
Mundial, tanto en el campo de la inves*tigación académica como en los programas oficiales de educación, por lo cual, el revisionismo histórico no debe confundirse con la corriente conocida en círculos académicos como la negación del Holocausto. Esta situación la comparte con otros genocidios que experimentado su "negación", como el armenio y el de los etnianos durante la Segunda Guerra Mundial.


Paul Rassinier
Se suele mencionar a Paul Rassinier como el iniciador de esta corriente, al publicar en 1950 el libro Le Mensonge d’Ulysse (“La Mentira de Ulises”), en el cual trata sobre los testimonios de ex-prisioneros de los campos de concentración alemanes y su vivencia en Buchenwald y Mittelbau-Dora, donde estuvo preso por participar en la Resistencia Francesa a la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Al escribir este libro, Rassinier se ocupó de cuestionar y desmentir los testimonios que existían sobre cámaras de exterminio en el territorio alemán posterior a la guerra, sin embargo admitió su falta de autoridad jovenlandesal para testificar sobre los demás campos que se hallaban en Europa Oriental, (Auschwitz, por ejemplo), la cual fue ocupada por los soviéticos, y consideró la remota posibilidad de la existencia de las cámaras de exterminio en ese territorio. Sin embargo, tras sus posteriores investigaciones cambió su postura, afirmando que no hubo ejecuciones por gaseamiento en ningún campo.
Sin embargo, los críticos del negacionismo señalan que la visión antisemita de Rassinier condiciona sus opiniones y le resta validez, a la vez que subrayan que ni Buchenwald ni Mittelbau-Dora fueron campos de exterminio, razón por la cual no es extraño que Rassinier no haya visto cámaras de gas.
Los negacionistas han continuado citando hasta hoy sus obras como una investigación que cuestiona los hechos aceptados en torno al Holocausto. Rassinier afirmó también haber buscado durante quince años testigos de los gaseamientos sin éxito y que en los campos, además de contar con atención médica y actividades recreativas, se les remuneraba a los presos por el trabajo forzado. Su influencia sobre los negacionistas permanece porque fue de los primeros en proponer que una supuesta conspiración sionista/aliada/soviética falsificó el Holocausto, un tema luego tratado por otros partidarios de esta creencia.

Harry Elmer Barnes
El historiador estadounidense Harry Elmer Barnes, asumió una postura negacionista en los años más tardíos de su vida. Entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, Barnes se volvió un conocido escritor pacifista y el máximo exponente del movimiento revisionista histórico. Después de la Segunda Guerra Mundial, se convenció de que las acusaciones hechas contra Alemania y Japón, incluyendo el Holocausto, fueron propaganda de guerra usados para justificar la participación de EE.UU. en la guerra.
Los escritos de Barnes en el campo del revisionismo histórico son todavía citados por algunos escritores anarquistas como James J. Martin. El nombre de Barnes ha sido usado comúnmente por los modernos negacionistas en un intento para dar credibilidad a su causa, como por ejemplo Willis Carto del Institute for Historical Review (IHR).

Davis Hoggan
Un prominente precursor del negacionismo fue el historiador David Hoggan, quien escribió en 1969 uno de sus primeros libros donde negaba el Holocausto titulado: The Myth of the Six Million (El mito de los seis millones), y el cual fue publicado por la Noontide Press, una pequeña editora especializada en literatura antisemita.14 Hoggan se convirtió en uno de las primeras personalidades connotadas del negacionismo, ya que él contaba con varios profesorados universitarios.
[editar]El Informe Leuchter
Artículo principal: Informe Leuchter.
El Informe Leuchter es el nombre por el cual se conoce a una investigación pericial fraudulenta realizada en 1988 por el norteamericano Frederick A. (Fred) Leuchter, Jr., que decía ser especialista en el diseño y construcción de equipos para ejecución en las cárceles de Estados Unidos, aunque posteriormente se demostró que carecía de conocimiento alguno sobre cámaras de gas, y fue procesado por ejercer ingeniería sin licencia alguna. El informe fue realizado con el propósito de defender judicialmente a Ernst Zündel, procesado por los cargos de negación del Holocausto y de fomentar el repruebo racial.
Este documento ha sido la principal herramienta del negacionismo para respaldar su opinión de que en los campos de Auschwitz I, Auschwitz-Birkenau, y Majdanek no existieron cámaras de gas destinadas a la ejecución en masa.
Zündel contrató los servicios de Leuchter en 1988 a cambio de 35 000 dólares, quien se desplazó a Polonia para recoger muestras y tomar imágenes. Sirviéndose de un martillo y un cincel, extrajo sin permiso trozos de pared y de suelo de las cámaras de exterminio y de desinsectación. Las muestras obtenidas de forma subrepticia fueron llevadas a EE.UU. y entregadas al laboratorio dirigido por el químico estadounidense James Roth, sin ser informado de dónde procedían las muestras, sólo que se trataba de un análisis pericial para un juicio.
El informe químico del laboratorio de Roth determinó que las muestras de argamasa extraídas de las cámaras de desinsectación contenían un alto contenido de cianuro y que en cambio las de exterminio contenían un rastro nulo o ínfimo de cianuro. Estos resultados fueron presentados como la ratificación material de sus creencias sobre la inexistencia de las cámaras de exterminio.
Sin embargo, con posterioridad, en una entrevista, el Dr. Roth indicó que el cianuro habría formado una capa extremadamente fina en las paredes, de un grosor de la décima parte de un pelo humano. Leuchter había tomado muestras de un grosor indeterminado y variable. No informado de esto, Roth había pulverizado las muestras enteras, diluyendo drásticamente la capa de cianuro que contenía cada muestra con una cantidad indeterminada de ladrillo, que variaba para cada muestra. Para explicar lo poco fiable de su análisis, Roth ofreció la analogía de que los resultados eran como centrarse en la madera cuando lo que se necesita es analizar la pintura.
A partir del análisis de laboratorio de Roth, Leuchter escribió el informe pericial que le encargó Zündel, concluyendo que "no existieron cámaras de gas para ejecuciones en ninguno de los tres campos, que las cámaras de gas ahí encontradas no podrían haber funcionado nunca para realizar ejecuciones y que únicamente servían para la fumigación de parásitos".
Aunque el testimonio oral de Leuchter fue aceptado en el juicio de Zündel, el informe pericial fue rechazado por el Tribunal por su ausencia de acreditación profesional. En octubre de 1990, un tribunal de Massachussets procesó criminalmente a Leuchter por ejercer como ingeniero sin tener licencia. Se supo que no sólo no tenía licencia, sino que no tenía ningún estudio relacionado con la ingeniería ni ninguna otra acreditación profesional, solo un BA en Historia, que acabó en 1964. Admitió no tener ninguna formación ni experiencia en toxicología, biología o química. Se descubrió también que, aunque tenía cierta experiencia en sillas eléctricas e inyecciones letales, no tenía conocimiento alguno sobre cámaras de gas, tal y como había afirmado antes.
Pese a quedar totalmente desacreditado, el informe tuvo gran difusión entre los negacionistas, que creyeron encontrar el respaldo definitivo de sus creencias. Sus críticos, sin embargo, afirmaron la imposibilidad de detectar cianuro cincuenta años después con su método (los análisis que se hicieron al finalizar la guerra sobre los conductos de ventilación evidenciaban cantidades significativas de cianuro), sobre muestras supuestamente obtenidas de cámaras que habían sido derruidas por los nazis y parcialmente reconstruidas después. Leuchter desconocía qué parte había sido reconstruida, por lo que no pudo acreditar si las muestras correspondían a las cámaras de gas originales.


Afirmaciones y opiniones de los negacionistas

Las tres afirmaciones básicas de los negacionistas son:
No habría una política oficial, un plan o una intención clara para el exterminio de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
No habrían muerto seis millones de judíos durante la guerra: esta sería una cifra tremendamente exagerada que no correspondería con la realidad. Dudan que hubiesen muerto más de 800.000 personas en los campos de concentración, de entre las cuales aproximadamente 300.000 serían judíos. Aunque la cifra de algo más de 6.000.000 de asesinatos está ampliamente documentada, entre otros, con el famoso Informe Korherr, realizado por Richard Korherr, estadístico en jefe de las SS, cita el número de pérdidas judías como mayor a los 2.454.00016 solamente hacia fines de 1942, sin contar las muertes por causa de las duras condiciones en los guetos y en los campos de concentración.
No habrían existido cámaras de gas en los campos de concentración. (No se refieren aquí a las cámaras usadas en la desinsectación para la ropa, colchones, etc. cuya existencia es incuestionable, sino a las cámaras hechas, específica y funcionalmente con el propósito de asesinar personas).

Entre otras afirmaciones se incluyen las siguientes:

La población judía en Europa antes de la Segunda Guerra Mundial no era de 9.500.000 judíos sino que sería menor a los cuatro millones, de los cuales aproximadamente un millón emigraron hacia lugares como Palestina, Estados Unidos, Argentina, Canadá, etc. y más de dos millones emigraron a la Unión Soviética, y sólo 300.000, aproximadamente, murieron en los campos de concentración.
El constante bombardeo aliado causó rupturas a carreteras, puentes y vías férreas, las cuales suministraban alimentos y medicamentos a los diversos campos de trabajo, por esa razón la inanición y las epidemias de tifus exantemático transmitido por el piojo habrían sido los factores decisivos para las bajas de judíos, no judíos y alemanes, sin incluir la vejez y la fin natural.
No habría existido, o al menos no se conserva, ningún documento nancy que ordene, decrete o manifieste el asesinato en masa por parte de éstos, o que mencione siquiera las cámaras de gas.
La “Solución Final al problema judío” no habría significado la decisión de exterminar al pueblo judío, sino su desplazamiento y reubicación en la isla de Madagascar, y posteriormente en el este de Europa para el nuevo asentamiento del Estado de Israel. Véase: Plan Madagascar.
El Holocausto sería un mito creado inicialmente por los Aliados para satanizar a los alemanes. Los judíos habrían difundido este mito como parte de un complot con la intención de permitir la creación de un hogar nacional judío en Palestina y para continuar apoyando actualmente al Estado de Israel.
Las principales pruebas del genocidio se fundamentarían en testimonios y no en pruebas materiales que demuestren el asesinato en masa.
Las evidencias materiales, como fotografías o el Diario de Ana Frank, habrían sido falsificaciones.
Los testimonios de los sobrevivientes estarían llenos de errores e inconsistencias por lo que no serían fiables.
Las confesiones nazis sobre crímenes de guerra, como la de Rudolf Höss en los Juicios de Nüremberg, habrían sido extraídas bajo tortura.
El trato de los nazis hacia los judíos no habría sido diferente al trato que daban los aliados a sus enemigos en la guerra.
Adolfo Hitler y el nazismo serían inocentes, al menos, del crimen de genocidio contra el pueblo judío.
No niegan, sin embargo, la persecución de los judíos y otros grupos bajo el régimen de Hitler, la privación de los derechos de los que gozaban, su separación y deportación a campos de concentración, ni su consecuente padecimiento y fin por epidemias, incluso la ejecución de algunos judíos y no judíos, bien sea esto por la penalización contra prisioneros que efectuaron actos considerados graves dentro de los campos, o bien simplemente por abuso injusto por parte de algunos oficiales.

Utilización política del negacionismo


Jean-Marie Le Pen, presidente del Frente Nacional, condenado en 1997 por afirmar que las cámaras de gas fueron un «detalle de la historia».
La negación del Holocausto es frecuentemente utilizada por los movimientos antisemitas y neonazis, ya que éstos comparten la opinión exculpatoria de que Hitler no ordenó genocidio alguno, a la vez que niegan y glorifican el Holocausto simultáneamente. Destaca, Horst Mahler, fundador de la Baader-Meinhof y actualmente militante de extrema derecha, quien estuvo en prisión por difundir propaganda antisemita. También el líder del Frente Nacional en Francia, Jean-Marie Le Pen, condenado en varias ocasiones por delitos de complicidad con la apología de crímenes de guerra y negación de un crimen contra la humanidad.
Sin embargo, algunos negadores del Holocausto no son nazis o antisemitas. Joseph Burg, un judío, fue asesor y defensor de Ernst Zündel en su juicio de 1988, lo mismo que David Cole, quien fue llamado traidor por la Liga de Defensa Judía y a quien se le pidió que se retractara, lo cual terminó haciendo. Paul Rassinier fue comunista y miembro de la resistencia francesa en contra de la ocupación alemana. Aunque dominado tradicionalmente por la extrema derecha, en el negacionismo se expresan diversas posiciones extremas. Como por ejemplo, la del profesor Robert Faurisson o la de Roger Garaudy, expulsado del Partido Comunista Francés y convertido posteriormente al Islam, quienes son activos propagandistas del negacionismo.
El negacionismo se expresa también en algunos regímenes islamistas (como Irán), que dan cobertura política al negacionismo al más alto nivel, como lo ilustra la organización de una conferencia mundial negacionista organizada por el propio Gobierno iraní en diciembre de 2006.Según el ministro iraní de relaciones exteriores, "el objetivo de la conferencia no es negar o probar el holocausto, sino ofrecer la oportunidad a investigadores europeos de dar su punto de vista sobre este fenómeno histórico". Manuchehr Mottaki también añadió en sus palabras de inauguración que "la simple pregunta del presidente iraní: ¿si el holocausto es un hecho histórico, por qué no puede ser estudiado?, provocó una ola de acusaciones contra Irán, sin una respuesta razonada". También acudieron miembros de organizaciones judías antisionistas de Europa y Estados Unidos[cita requerida] como los miembros del movimiento Jaredí o judío ultraortodoxo, los jasidim o los Neturei Karta,quienes están en contra del sionismo, el Estado de Israel e incluso cuestionan el Holocausto.

Airbag: el concepto es el concepto - YouTube
 
Benedikt Kautsky

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"Yo estuve en los grandes KZ (Campos de concentracion) de Alemania, pero conforme a la verdad, tengo que estipular que no he encontrado jamas en ningun campo ninguna instalacion como camara de gaseamiento."

Fuente: Teufel und Verdammte. Erfahrungen und Erkenntnisse aus sieben Jahren in deutschen Konzentrationslagern.

Benedikt Kautsky

fistro antisionista.
 
Benedikt Kautsky


Él era el hijo de Louise y Karl Kautsky . De 1912 a 1920 fue secretario de Kautsky , Otto Bauer , y desde 1921 hasta 1938 secretario de la Cámara de Trabajo de Viena y desde 1923 director de Empleo y Economía . En mayo de 1938, él fue arrestado después del "Anschluss" de Austria al Reich alemán. Kautsky estuvo inicialmente por tres meses en Dachau , antes de ser trasladado a Buchenwald.

Diskussion:Benedikt Kautsky

Según el informe de mi figura como Weblink Kautsky ha visto el final de la guerra en Buchenwald, no Auschwitz. Por otra parte, puede ser debido a su Vita probablemente no simplemente como un banquero. Eso daría una falsa impresión

Buchenwald

El campo de concentración de Buchenwald fue uno de los más grandes campos de concentración en territorio alemán. Estuvo en funcionamiento desde julio de 1937 hasta abril de 1945 en la colina de Ettersberg, cerca de la ciudad de Weimar. En total se estima que estuvieron presas unas 250.000 personas procedentes de todos los países de Europa. El número de víctimas, provocadas por las enfermedades, la mala sanidad, los trabajos forzados, la tortura, experimentos médicos y fusilamientos se estima en unas 56.000, entre ellas 11.000 judíos.1
No obstante, como campo de concentración, en Buchenwald no había cámaras de gas, las cuales eran propias de los campos de exterminio.


Campo de concentración de Buchenwald - Wikipedia, la enciclopedia libre


Normal que no las viera..no le parece ??.....:XX:

No, no me parece!. Seguro que habría alguna, aunque de pequeño tamaño y ese mal nacido se lo calló.
 
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