A ver, Pablemos era la incorporación necesaria para una receta del régimen que se había vuelto insípida para la tropa, si no asquerosilla, tras evidenciarse su verdadera naturaleza, la de una maquinaria de corrupción pura y dura. R78 es una evolución del aparato tardofranquista 'apareado' con la izquierda en un matrimonio de conveniencia que intercambia poder por legitimidad política; porque en eso, básicamente, consistió el famoso consenso de la Transición.
Por tanto R78, para sobrervivir, necesitaba resucitar el componente básico sobre el que edificó su legitimidad: la izquierda. Con un SOE, sindicatos e IU en el mayor de los descréditos, hacía falta sangre nueva que remozara la fachada del aparato de poder sin tocar su estructura, y ahí entran los chicos de la Tuerka.
Esa es toda la operación de 'renovación democrática', camaradas. Una vez recuperada la confianza del 'sabio pueblo hispanistaní' no es difícil modular el efecto escalándolo hasta la proporción precisa en la receta: un 25% del total, en el mejor de los casos.
