Dodoritos
Antes conocido como Black Thursday
A raíz del hilo reparo coche o espero? donde un forero valora cambiar el coche por las restricciones a los vehículos sin el adhesivo ecológico, he estado investigando los datos registrados para ver qué hay de cierto en toda esta fiebre ecológica que estamos sufriendo estos últimos años.
Para hacerlo, he escogido la ciudad de Barcelona, ya que es la que conozco de primera mano, por ser donde he nacido y vivido hasta el año pasado.
Utilizando los datos del Idescat relativos a la comarca del Barcelones, observamos que en el año 1999, en dicha comarca (que incluye los municipios de Barcelona, Hospitalet de Llobregat, Badalona, Santa Coloma de Gramanet y San Adrián de Besós), habían 906.241 turismos, lo que sumado al resto de tipos de vehículos, nos daría un total de 611 vehículos por cada 1000 habitantes. Hay que tener en cuenta que hablamos de 1999, por lo que en el mejor de los casos, los vehículos que circulaban por la ciudad eran Euro 2.
En 2018 (último año del que se tienen datos completos) en la misma comarca el número de turismos es de 784.699, que junto con el resto de vehículos nos da un total de 555 vehículos por cada 1000 habitantes. En este caso la inmensa mayoría de vehículos cumplen las normas Euro 4, 5 o 6. Siendo los vehículos sin distintivo una minoría que se va reduciendo cada año.
De esos datos estadísticos vemos que en Barcelona, del '99 al'18 hay 121.542 coches menos, que el año pasado los coches eran más eficientes y menos contaminantes, pero hemos visto aumentar los atascos y la contaminación ambiental.
Alguien que venga de vista a Barcelona sólo verá una ciudad congestionada, pero el que la ha visto cambiar día a día, sabe que el culpable es el efecto colesterol.
Durante estos años, se han ido quitando carriles de circulación, con casos escandalosos como la Ronda del Mig, la Gran Vía o la Calle Aragón. En unos casos para "pacificar" el tráfico, en otras para ampliar las aceras y en otras para agregar carriles bici.
En calles pequeñas de barrio han prohibido aparcar, en las calles principales de los barrios se han quitado carriles, en muchos casos reduciéndolos a uno y metiendo una línea de autobús por allí. Y por si no fuese suficiente, esas calles principales de los barrios se hacen desembocar en arterias de las que cruzan la ciudad a las que se les han suprimido 2 o 3 carriles.
En definitiva, cuando algún allegado coja una alergia ambiental o un asma, que sepáis que los culpables no son los coches, sino unos departamentos de urbanismo llenos de me gusta la fruta, que sólo intentan solucionar a base de prohibiciones los problemas que ellos mismos han creado.
Para hacerlo, he escogido la ciudad de Barcelona, ya que es la que conozco de primera mano, por ser donde he nacido y vivido hasta el año pasado.
Utilizando los datos del Idescat relativos a la comarca del Barcelones, observamos que en el año 1999, en dicha comarca (que incluye los municipios de Barcelona, Hospitalet de Llobregat, Badalona, Santa Coloma de Gramanet y San Adrián de Besós), habían 906.241 turismos, lo que sumado al resto de tipos de vehículos, nos daría un total de 611 vehículos por cada 1000 habitantes. Hay que tener en cuenta que hablamos de 1999, por lo que en el mejor de los casos, los vehículos que circulaban por la ciudad eran Euro 2.
En 2018 (último año del que se tienen datos completos) en la misma comarca el número de turismos es de 784.699, que junto con el resto de vehículos nos da un total de 555 vehículos por cada 1000 habitantes. En este caso la inmensa mayoría de vehículos cumplen las normas Euro 4, 5 o 6. Siendo los vehículos sin distintivo una minoría que se va reduciendo cada año.
De esos datos estadísticos vemos que en Barcelona, del '99 al'18 hay 121.542 coches menos, que el año pasado los coches eran más eficientes y menos contaminantes, pero hemos visto aumentar los atascos y la contaminación ambiental.
Alguien que venga de vista a Barcelona sólo verá una ciudad congestionada, pero el que la ha visto cambiar día a día, sabe que el culpable es el efecto colesterol.
Durante estos años, se han ido quitando carriles de circulación, con casos escandalosos como la Ronda del Mig, la Gran Vía o la Calle Aragón. En unos casos para "pacificar" el tráfico, en otras para ampliar las aceras y en otras para agregar carriles bici.
En calles pequeñas de barrio han prohibido aparcar, en las calles principales de los barrios se han quitado carriles, en muchos casos reduciéndolos a uno y metiendo una línea de autobús por allí. Y por si no fuese suficiente, esas calles principales de los barrios se hacen desembocar en arterias de las que cruzan la ciudad a las que se les han suprimido 2 o 3 carriles.
En definitiva, cuando algún allegado coja una alergia ambiental o un asma, que sepáis que los culpables no son los coches, sino unos departamentos de urbanismo llenos de me gusta la fruta, que sólo intentan solucionar a base de prohibiciones los problemas que ellos mismos han creado.