Pues esto sería una iniciativa realista y práctica, mucho mejor que conferencias para cuatro monos cuchicheando rumores en un salón lleno de creyentes dispuestos a seguir cualquier dogma de fe, a puertas cerradas. Pero para eso hay que exponerse a encontrarse con verdades inesperadas, que no se ajustan tal vez a sus creencias y probablemente ya es tarde, y si encima, la gente que le cuida, le defiende y le asesora , es gente como iker jimenez, que de científico, más bien poco, pues parece un poco utópico ya eso.