No veo mal la gente iniciativa, solo que me parece rara de narices. No me reconozco ni me identifico con la gente de mi país. Por desgracia soy un ejemplar de otra época de un país que ya no existe y que ve atónito como su gente abraza nuevos dioses, siente veneración por la locura y la sodomía, aprende estupideces en las escuelas, vota a deficientes mentales, cierra sus industrias, aborta a sus nuevas generaciones y cría a extranjeros.
En generación y media nos hemos autodestruido para siempre, y para cuándo los personajes gobiernen, el único rastro ante el que charlton heston se lamente, será un buda Paco de hez en un monte de Cáceres.