De hecho, la nave propuesta por Alcubierre sería transportada por la burbuja a velocidades superlumínicas, pero sería el espacio, y no la nave, el que 'se movería' con sus repetidas dilataciones y contracciones. La Relatividad, en efecto, prohíbe que cualquier objeto viaje a mayor velocidad que la luz a través del espacio tiempo, pero no dice nada sobre cuál es la velocidad máxima que puede alcanzar el propio espacio tiempo. Con su idea, pues, Alcubierre daba un gran primer paso hacia el famoso 'motor de curvatura' de la serie 'Star Trek', que por cierto, le sirvió de inspiración para su trabajo.