Todo mi respeto para Gina Carano. Lo bueno de estos tiempos es que es muy fácil distinguir a los que tienen dignidad frente a los que se venden por un plato de lentejas.
Al final se ha cumplido la profecía que hizo Chesterton cuando dijo "llegará el día en que será preciso desenvainar una espada por afirmar que el pasto es verde". Lo estamos viviendo.