De como Napoleon jamás existió

En mi hilo conspiranoico trato sobre qué llevó a tener tal actitud ofensiva Napoleón.
Si no hubiera existido, mi teoría no sería válida.

Pero no resto que sea curioso tanta coincidencia y merezca su espacio en este subforo.
 
Seguramente luego de leer el título de esta entrada muchos de ustedes quedaran sorprendido como yo quede de sorprendido al enterarme de este hecho. Parece una broma de algún chistoso al que no se le ocurrió nada mejor: Que Napoleón, el célebre militar y gobernante francés, general republicano durante la Revolución y el Directorio, artífice del golpe de Estado le convirtió en Primer Cónsul de la República francesa y luego Emperador de los franceses, aquel que durante un periodo de poco más de una década, adquirió el control de casi toda Europa Occidental y Central mediante una serie de conquistas y alianzas no existió. Que a pesar de ser considerado como uno de los mayores genios militares de la Historia, habiendo comandado campañas bélicas muy exitosas, aunque con ciertas derrotas igualmente estrepitosas, a pesar del establecimiento del Código Napoleónico y de ser considerado por algunos un «monarca iluminado» debido a su extraordinario talento y capacidad de trabajo, jamás formo parte de la historia. Incluso a pesar de que se lo juzga como el personaje clave que marcó el inicio del siglo XIX y la posterior evolución de la Europa contemporánea, ¡NUNCA FUE REAL!.

Pues no, no es una broma, al menos no en la forma tradicional. Es más, existió un libro, y muy serio por cierto, que se titulaba “De cómo Napoleón jamás existió” o “Grand Erratum”, y que afirmaba justamente la inexistencia de este gran y tan influyente personaje. Y en las próximas entradas les contare la historia.


Tapa del tratado “El origen de los todos los cultos o la religión universal” de Monsieur Dupuis
Pero, ¿De dónde sale la idea que Napoleón no existió nunca? Pues todo comienza justamente a fines del Siglo XVIII y comienzos del Siglo XIX. Por aquella época apareció una escuela histórica llamada <<mítica>> que pretendió explicar la historia antigua como resultado de dar material a mitos lejanos especialmente solares.

En 1796, Monsieur Dupuis, un miembro de la Academia de Inscripciones de París, publicó un libro que fue best-seller de la época, y que se titulaba “El origen de los todos los cultos o la religión universal”. En los cuatro tomos de dicho libro, Dupuis pretendió (y por poco logro) demostrar que toda religión, incluida y especialmente la cristiana, tenían su origen en un mito absolutamente solar. Así, y según postulaba, Jesús no era nada más ni nada menos que una representación del sol y los evangelios debían interpretarse, no a la luz de los hechos, sino como productos de una degeneración del mito solar. De esta misma manera explicaba las oscuridades de todos los hechos históricos a través del estudio de la situación de las constelaciones hacía quince o dieciséis siglos.


Tapa del Tratado “De cómo Napoleón nunca existió” de Jean-Baptiste Pérès
La teoría “histórica” (por así llamarla) tuvo muchos adeptos (quizás demasiados), especialmente en Alemania. Pero, de pronto, en 1835 se publicó un pequeño folleto titulado Grand Erratum, fuente de infinitos errores en la historia del siglo XIX. La primera edición impresa en Agen era un formato treinta y dosavo y no llevaba nombre de autor. Dicho folleto alcanzo numerosas ediciones entre un público harto de que se revistiesen de seriedad argumentos contra la fe absolutamente inconsistentes.

La cuarta de las ediciones, publicada en París en 1838, llevo el título “De cómo Napoleón nunca existió”, o en francés “Comme quoi Napoléon n’a jamais existé” y su autor era un genio local, el Sr. Jean-Baptiste Pérès (1752-1840), profesor de matemáticas y de física, magistrado y conservador de la biblioteca municipal de la ciudad francesa de Agen.

Napoleon Bonaparte, de quien tantas cosas se han dicho y escrito, no ha existido jamás, pues no es otra cosa que un personaje alegórico, el Sol personificado; aseveración que quedará completamente demostrada, si hacemos ver que todo cuanto se atribuye a Napoleón el Grande esta tomado de aquel astro.

Veamos sumariamente lo que se nos cuenta de aquel hombre maravilloso,

Se nos dice:

Que se llamaba Napoleón Bonaparte,
Que nació en una isla del Mediterráneo,
Que su progenitora se llamaba Leticia.
Que tuvo tres hermanas y cuatro hermanos, de los cuales tres fueron reyes.
Que tuvo dos mujeres, y de una de ellas un hijo.
Que tenía a sus órdenes dieciséis mariscales de su imperio, doce de los cuales estaban en activo servicio,
Que puso término a una gran revolución,
Que triunfó en el mediodía y sucumbió en el norte.
En fin, que después de un reinado de doce años, que empezó viniendo de Oriente, fue a desaparecer en los mares occidentales. Falta saber si estas diferentes particularidades son tomadas del Sol y esperamos que quien lea este escrito quedará convencido de ello.

1.’ Desde luego sabe todo el mundo que los poetas llaman al Sol Apolo, y la diferencia entre Apolo en francés -Apollon- y Napoleón no es grande, y aún queda mucho menor subiendo a la significación y origen de estos dos nombres. Ahora bien, Apolo es la misma palabra que Apoleón, y se deriva de apolluo o paoleo, dos verbos griegos, que significan perder, dar de baja de la suscripción de la vida, exterminar; de manera que si el supuesto héroe de nuestro siglo se llamase Apoleón tenía el mismo nombre que el Sol, y cumpliría toda la significación de este nombre, pues nos lo pintan como el mayor exterminador de hombres que ha existido jamás. Pero este personaje se llamó Napoleón y, por consiguiente, hay en su nombre una letra inicial que no se halla en el del Sol, si por cierto, hay una letra más y aun sílaba, pues según las inscripciones grabadas en varios puntos de la capital, y señaladamente en la columna de la piaza Vendême, el verdadero nombre del héroe era Napoleón. Más esta silaba no constituye diferencia alguna, porque es griega como el resto del nombre, y en griego ne y nai es una de las mayores afirmaciones, lo cual pudiéramos expresar con el adverbio verdaderamente exterminador, verdadero Apolo, verdadero Sol.

¿Y qué diremos de su segundo nombre? ¿Qué relación puede tener Bonaparte con el astro del día? No se presenta tan a primera vista, pero se entiende desde luego que el significado Bonaparte, buena parte, se trata de alguna cosa que tiene dos partes, una buena y otra mala y que, además, debe tener cierta conexión con el Sol. Pero nada tiene conexión más directa con el Sol, que los efectos de su revolución diurna, y estos efectos son el día y la noche, la luz y las tinieblas, la luz que produce su presencia y las tinieblas que prevalecen mientras se halla ausente.

2.’ Apolo, según la mitología griega, nació en una isla del Mediterráneo -en la de Delos- y a Napoleón se le ha hecho nacer en otra isla del mismo mar, prefiriendo la de Córcega, porque la situación de ésta con respecto a Francia, en que se ha querido que reinase, es la más análoga a la de Delos respecto a Grecia, donde tuvo Apolo sus principales templos y oráculos. Es verdad que Pausanias concede a Apolo el título de divinidad egipcia, pero para esto no era necesario que hubiese nacido en Egipto, bastando que en este país se le mirase como Dios, que es, sin duda, lo que Pausanias ha querido decirnos; y aquí tenemos una nueva coincidencia entre Napoleón y el Sol, pues se cuenta que en Egipto miraron a Napoleón como un ente sobrenatural, amigo de Mahoma, y hasta le tributaron adoraciones.

3.’ Supónese que su progenitora se llamó Leticia, pero es claro que bajo el nombre de Leticia, que quiere decir alegría, se ha querido designar la Aurora, cuya luz naciente esparce la alegría por toda la naturaleza, la Aurora, que precede al Sol, abriendo, como dicen los poetas, las puertas de Oriente con sus dedos de rosa. Es también muy notable que según la mitología griega, la progenitora de Apolo se llamó Leto; así como Leto, hicieron los romanos Letona, progenitora de Apolo y de Diana, los modernos han hecho Leticia, que es el sustantivo del verbo loetor o del inusitado loeto, que quiere decir “inspirar alegría”. Es, pues, evidente que esta Leticia está tomada, como su hijo, de la mitología griega.

4.’ Según se cuenta, este hijo de Leticia tenía tres hermanas, y es indudable que estas tres hermanas son las tres Gracias, que con sus compañeras las Musas, formaban el adorno y encanto de la corte de su hermano

5.’ Añaden que este moderno Apolo tuvo cuatro hermanos, pero estos cuatro hermanos, no son otra cosa que las cuatro Estaciones, como vamos a probar. Dícese que de los cuatro, tres fueron reyes, y estos tres son la primavera, que reina sobre las flores, el estío que reina sobre las mieses, y el otoño que reina sobre los frutos; y como estas tres estaciones dependen directamente del influjo del Sol, se nos dice que los tres hermanos de Napoleon recibieron de este el poder, y solo reinaron por él. Cuando se añade que de los cuatro hermanos de Napoleón, uno no fue rey, es porque de las cuatro estaciones del año, hay una, el invierno, que sobre nada reina.

Si para debilitar la fuerza de nuestro paralelo, se quisiese decir que el invierno no deja de tener su imperio, y se le atribuyese el triste principado de las nieves y de los hielos, responderíamos, que eso precisamente es lo que se nos ha querido indicar con el vano y ridículo principado que se supone concedido a este hermano de Napoleón, después de la decadencia de toda su familia, principado que se ha querido unir al pueblo de Canino, porque Canino viene de cani, que significa las canas de la fría vejez y recuerda el invierno; tanto más que, según el lenguaje de los poetas, los árboles que se hallan en la falda de los montes, son su cabellera, y cuando el invierno los cubre con sus escarchas, son las canas de la naturaleza desfallecida en la vejez del año.

Cum gelibus crescit canis in montibus humor.

6.’ Según las mismas fábulas, Napoleón tuvo dos mujeres y otras tantas se han atribuido al Sol; estas fueron la Luna, según los egipcios; pero con la diferencia notable que de la una, es decir, de la Luna, no tuvo posteridad el Sol, y de la otra tuvo un hijo único que fue Horo, hijo de Osiris y de Isis, es decir, del Sol y de la Tierra.

7.’ Dícese que Napoleón puso coto a un azote devastador, que llenaba de terror a toda Francia, y a quien se llamó la “Hidra de la revolución”. Ahora bien, una hidra es una serpiente, y poco importa el género a que pertenece, sobre todo cuando se trata de una fábula. Es la serpiente Pitón, dragón monstruoso que llenaba Grecia de terror, y que fue muerto por Apolo, por lo que se nos dice que Napoleón empezó su reinado ahogando la Revolución francesa, tan quimérica como todo lo demás, pues es claro que la palabra “revolución” está tomada de la palabra latina revolvo que indica la posición de una serpiente enroscada; de modo que es Pitón y nada más.

8.’ El célebre guerrero del siglo XIX dicen que tenía al frente de sus ejércitos doce mariscales del Imperio, y cuatro que no estaban en ejercicio. Los doce primeros significaban claramente los doce signos del zodíaco, marchando a las órdenes del Sol Napoleón, y mandando cada uno una división del innumerable ejército de las estrellas, dividido en doce partes correspondientes a los doce signos; y los otros cuatro son probablemente cuatro puntos cardinales, que inmóviles en medio del movimiento general, representan muy bien la inactividad de que se trata. De modo que estos mariscales, tanto activos como inactivos, no son otra cosa que entes simbólicos sin más realidad que su jefe.

9.’ Dícese que este jefe recorrió gloriosamente los países del mediodía, pero que habiendo penetrado demasiado en los del norte no pudo mantenerse en ellos. Todo esto caracteriza perfectamente la marcha del Sol, pues es sabido que este domina soberanamente en el mediodía; pero lo más notable es que después del equinoccio de la primavera, trata el Sol de internarse en las regiones septentrionales, alejándose del ecuador, y al cabo de tres meses de marcha encuentra el trópico boreal que le obliga a retroceder hacia el mediodía, siguiendo el signo de Cáncer, de aquí ha nacido la imaginaria expedición de Napoleón a Moscú, y la humillante retirada que tuvo por resultado.

10.’ Por último, el Sol nace en Oriente y se pone en Occidente, como todos saben. Pero respecto a los espectadores colocados en el extremo de la Tierra, parece que el Sol sale por la mañana de los mares orientales, y se pone por la tarde sumergiéndose en los occidentales. Así nos pintan los poetas su nacimiento y puesta, y así debemos entender lo que se nos dice de que Napoleón vino por el mar de Oriente, esto es, de Egipto, para reinar en Francia, y que desapareció en los mares de Occidente, después de haber reinado doce años, que no son otra cosa que las doce horas del día que brilla el Sol sobre el horizonte.

Solo ha reinado un día, dice hablando de Napoleón el autor de las Nuevas Mesenianas, y el modo con que describe su elevación, descenso y caída, prueba que aquel encantador poeta, no ha visto en Napoleón, como nosotros, sino una imagen del Sol, pues no es otra cosa, como lo demuestran su nombre, el de su progenitora, sus tres hermanas, sus cuatro hermanos, sus dos mujeres, su hijo, sus mariscales y sus hazañas; el lugar donde nació, el sitio de donde vino a entrar en la carrera de la dominación, el tiempo que empleo en recorrerla, los países en que imperó, los puntos en que tuvo que sucumbir, y la región donde desapareció pálido y destronado después de su brillante carrera, como dice el poeta Delavigne.

Queda, pues, demostrado, que el supuesto héroe no es más que un personaje alegórico cuyos atributos son tomados del Sol y, por consiguiente que Napoleón Bonaparte, de quien se han escrito tantas cosas, no ha existido, pues el error nace en que se ha incurrido en un quid proquo, a saber, de que se ha tomado por historia la mitología del siglo XIX.<<


Tratado de Jean-Baptiste Pérès (una versión de seis lustros posteriores a la primera y en francés)

Info sobre Jean-Baptiste Pérès (Wikipedia Ingles)

Obra Charles-François Dupuis (en español)

Info sobre Charles-François Dupuis (Wikipedia Ingles)

..., Astrónomos revelan que el sistema solar no pertenece a la Vía Láctea
¿Tanta estupidez para ecir que no fue el que nos quitó colonias junto a los ingleses? Y la tierra es como las berzas de tu mujer...
 
Es parte del FCU (france comic universe)

Una invención leguminosa más
 
Interesante teoría porque mas o menos esos serían los años del famoso supuesto reset.

Tiene su mérito hacer este hilo en 2012 y además atrae a los trolls, lo que suele ser un buen indicador. Luego lo leo.
 
Basicamente habla de crear la historia en base a mitos y leyendas pero jorobar, no lo dice un magufo tras ver 50 videos de Tartaria, lo dice un tipo del 1800. roto2
 
Existió Napoleón Hill y fundó una casa de apuestas.
 
Hay un par de revisiones históricas inglesas sobre el tema, fíjate también Montserrat, en las "Guerras Napoleónicas" se destruyeron bibliotecas y libros , la abadía de Montserrat fue una, supongo que hubo más en otros lugares, los "filatropistas" franceses - aristocracia de la época que dirigieron e inventaron la figura de Napoleón y saquear libros con un poco de deberes se podrán encontrar, el Gran Oriente y la Gran Logia ya existían en ese tiempo, debió haber mucho lgtb y P2´s entre sus filas
 
ni idea... parece que es un fraude

hey alfie, desde la última esa época en el 2020 de la que yo le hablo casi vivo mi día a día con papel albal embudo, como llevaste todo, bio weponizaron a un montón de gente, y 5 banderillas obligatorias al día de hoy, instalaron 5g´s durante los toques de queda, y ya se de gente que quedaron secas por descargas electricas de los móviles

https://i.ebayimg.com/images/g/XDsAAOSwbShdDPKf/s-l1600.jpg
 
¿Es que nadie se ha leido el tocho?
Todo viene de un panfleto escrito en Francia a comienzos del XIX, cuando todo el mundo tenía clarísimo que Napoleón era real. Lo comparan con el Sol y dicen que no es real para burlarse de una corriente de investigación que negaba parte de la historia antigua y en particular los origenes del cristianismo comparándolos con la mitología griega.
Resulta interesante que se escribiera justo en ese momento tan cercano a los supuestos hechos.
Hoy en día se cuestiona su existencia desde la corriente de la Nueva Cronología. Se considera a su supuesto hijo Napoleón II reflejo espejo inventado de la historia principal de su supuesto padre.
Acercarse a estas teorías sin prejuicios, es como poco, curioso y desconcertante, dado que están apoyadas no en elucubraciones más o menos caprichosas como las que nos presenta el op, sino en multitud de datos sólidos y difícilmente refutables ( por mucho que cueste creerlo).
 
Por ejemplo se podría pasar de las figuras religiosas a valientes conquistadores, basándose esas historias en los mismos mitos para construir la narrativa que da pie a la "realidad".

Tened en cuenta que es delito buscar restos históricos. No puedes coger un detector de metales y decir: voy a ver si encuentro restos napoleónicos. Nop, la historia ya está escrita. Y los vencedores te castigan si la intentas investigar por tu cuenta.

Es un poco como explorar la Antártida. Y que casualidad que todo va en la misma dirección: ocultar la historia.
 
Se nota que nunca habéis hecho nada de investigación histórica personalmente. Hay miles de personas haciéndolo a todos los niveles, desde completos aficionados hasta profesionales de la universidad. Y todos esperan encontrar algo novedoso que nadie haya visto antes y sea lo más rompedor posible. Pero nada. Siempre encaja.

La historia no está en libros de texto, que se pueden falsificar o equivocar como a menudo sucede. Está en todo lo que te rodea. Hay literalmente millones de "archivos" con documentación de hace 200 años. Ayuntamientos, juzgados, notarías, parroquias, colegios de arquitectura, ingenierías, universidades, archivos militares, de episcopado, etc y una miríada de archivos y bibliotecas personales.

Yo personalmente tengo documentación familiar de hace 500 años que nunca ha salido de la casa (documentos notariales de compraventas, herencias, capitulaciones matrimoniales, etc) y es perfectamente coherente con lo que he encontrado en archivos externos, como archivos diocesanos, donde se guarda registro de bautismos, bodas, etc; o archivos históricos donde se habla de las mismas personas.

Las falsificaciones historias existen, pero o son muy burdas (y fáciles de desacreditar con investigación) o provienen de épocas muy remotas de las que no queda apenas documentación. Puedo llegar a creerme que a la historia le sobren 38 años del siglo VIII, porque a alguien varios siglos después le venía bien meter un rey que nunca existió, pero es totalmente imposible falsificar algo así de hace 200 años.
 
Por ejemplo se podría pasar de las figuras religiosas a valientes conquistadores, basándose esas historias en los mismos mitos para construir la narrativa que da pie a la "realidad".

Tened en cuenta que es delito buscar restos históricos. No puedes coger un detector de metales y decir: voy a ver si encuentro restos napoleónicos. Nop, la historia ya está escrita. Y los vencedores te castigan si la intentas investigar por tu cuenta.

Es un poco como explorar la Antártida. Y que casualidad que todo va en la misma dirección: ocultar la historia.
Por lo pronto os invito a hacer búsquedas en Google sobre el tema que plantea el hilo y probar las mismas en otros buscadores sin censura.
La cuestión principal es la razón por la que se censura un tema aparentemente nimio.
 
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