El día que Rivera cabree a la derecha (ya le han amenazado públicamente) y se abra el cajón de hez de la financiación... ¡sapos y culebras!
Que por cierto, para el que quiera saberlo, imputados ya tienen. Y corruptos también. Otra cosa son las explicaciones: "que si este cometió la corruptela en otro sitio, no aquí...", "que si esta corruptela no es política, sólo estafó a los clientes de su empresa", "bla bla bla".
Albert pudo ser Adolfo Suárez 2.0. y se va a quedar en Gallardón 2.0. Triste noticia para la derecha con ansia de sacudirse la caspa. Que la hay.