Exigir garantías en un gran contrato es lo más habitual, si estás en condiciones de exigirselas a la otra parte.
Por ejemplo si eres un productor y contratas con un gran distribuidor olvídate de exigir nada a nadie.
PD un contrato está bien o mal hecho sea por 500 o por 500 millones de euros. La teoria es la misma.
Luego puedes complicarlos con temas mercantiles internacionales tipo INCOTERMS, blah blah blah...que serán muy necesarios si ese es tu ámbito de operación.
Pero si el contrato no es claro y no deja todos los aspectos previsibles cerrados tendréis una fuente de problemas más que un documento que os sirva cuando en un tribunal o ante una corte de arbitraje tengáis que defenderlo.
Además están los usos y costumbres del sector y mercado en el que operes y que en los contratos internacionales tienen mucho peso.
Durante siglos se han comprado y vendido miles de millones en bolsa con un simple gesto.
En resumen cualquier operación mercantil, sobre todo si es internacional, requiere un estudio serio que después se plasmará en el contrato.
De esto depende el éxito de la operación, asegurarse el cumplimiento de la otra parte, aumentar o perjudicar las garantías de los productos implicados, que la operación sea según como se haya plasmado en el contrato un infierno tributario e incluso que la operación sea legal o no en función de la forma contractual diseñada...
Como traigas un producto a España puede por vía de impuestos hacer toda la operación inviable sin que la otra parte incumpla.
Es decir el contrato es lo que configura el negocio y no solo una garantía del cumplimiento de las partes.