Conmovedor homenaje de un pueblo de Irlanda a los caídos de la Armada española

A los pérfidos hay que conocerlos. La propaganda de la época fué en la línea de que los españoles llegaron en barcos inmensos y muy poderosos, pero que los españoles eran cobardes y los barcos muy poco maniobrables. Ellos en cambio usaban perqueños barcos muy eficientes manejados con maestría, arrojo e inteligencia.

Por tanto, en realidad el texto que pones va en esa linea, la de barcos inmensos, pesados y poco maniobrables. No es una alavanza a la ingeniería naval española sino una exageración plenamente intencionada. Estan diciendo, ¡que gran victoria contra tan gran enemigo, David contra Goliat!.

No me canso de repetirlo y enlazarlo, pero merece la pena escucharlo:

HistoCast 111 - Polémicas de la Armada Invencible | Podcast de Historia
 
A los pérfidos hay que conocerlos. La propaganda de la época fué en la línea de que los españoles llegaron en barcos inmensos y muy poderosos, pero que los españoles eran cobardes y los barcos muy poco maniobrables. Ellos en cambio usaban pequeños barcos muy eficientes manejados con maestría, arrojo e inteligencia.

Por tanto, en realidad el texto que pones va en esa linea, la de barcos inmensos, pesados y poco maniobrables. No es una alabanza a la ingeniería naval española sino una exageración plenamente intencionada. Están diciendo, ¡que gran victoria contra tan gran enemigo, David contra Goliat!.
No estoy de acuerdo, porque esos buques fueron doblegados por la tormenta, no por la flota inglesa.

En la batalla Naval de Gravelinas, el duque de Medina-Sidonia plantó cara con solamente 5 naves a toda la flota anglo-holandesa para cubrir el paso del resto de la flota a través de los bancos de arena. Eso sí, esos colosos eran impresionantes, pero quedaron tan dañados que luego no fueron capaces de soportar el temporal, y de ahí que los comentarios del virrey de Irlanda ante algunos restos del naufragio no me parezcan exagerados, ya que esos galeones españoles eran auténticas fortalezas flotantes a los que los disparos lejanos (cañones de largo alcance pero poco potentes) de los ingleses no fueron capaces de causar daños importantes a larga distancia, aunque no les quedó otra que mantenerse a distancia de la Felicísima porque sabían que acercarse más y ponerse a tiro de esos titanes era un suicidio, y si, los buques eran más pesados, pero eso les otorgaba una mayor estabilidad y precisión en el disparo.
 
No estoy de acuerdo, porque esos buques fueron doblegados por la tormenta, no por la flota inglesa.

En la batalla Naval de Gravelinas, el duque de Medina-Sidonia plantó cara con solamente 5 naves a toda la flota anglo-holandesa para cubrir el paso del resto de la flota a través de los bancos de arena. Eso sí, esos colosos eran impresionantes, pero quedaron tan dañados que luego no fueron capaces de soportar el temporal, y de ahí que los comentarios del virrey de Irlanda ante algunos restos del naufragio no me parezcan exagerados, ya que esos galeones españoles eran auténticas fortalezas flotantes a los que los disparos lejanos (cañones de largo alcance pero poco potentes) de los ingleses no fueron capaces de causar daños importantes a larga distancia, aunque no les quedó otra que mantenerse a distancia de la Felicísima porque sabían que acercarse más y ponerse a tiro de esos titanes era un suicidio, y si, los buques eran más pesados, pero eso les otorgaba una mayor estabilidad y precisión en el disparo.

Pero es que ellos nunca han reconocido nada de lo que dices, ellos vendieron la moto desde el primer momento de que desbarataron a la armada española gracias a su superioridad técnica y fin de la historia.
 
Carta del Capitán Don Francisco de Cuéllar al rey Felipe II en link esta completa

Carta de uno que fué en la Armada de Ingalaterra y cuenta la jornada
El brillante comportamiento del Capitan del San Pedro, Don Francisco de Cuéllar, el que hubo de ser ahorcado, que naufrago en Irlanda y fué de los pocos que escaparon con vida á travers de un cúmulo de peripecias, que como él mismo apunta, podrian servir de motivo á un libro de caballerías.

Creo se admirará V. m. [Vuestra merced] viendo esta carta, por la poca seguridad que se puede haber tenido de que yo soy vivo, y porque dello sea V. m. bien cierto, la escribe, y algo



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larga, porque hay harta causa para que lo sea, por los muy grandes trabajos y infortunios que por mí han pasado desde que salió la Armada de Lisboa para Ingalaterra, de los cuales Nuestro Señor, por su voluntad infinita, me ha librado; y porque no he hallado ocasion más há de un año para escribir á V. m., no lo he hecho hasta agora, que Dios me ha traído á estos estados de Flándes, donde llegué habrá doce días con los españoles que escaparon de las naos que se perdieron en Irlanda y Escocia y Setelanda, que fueron más de veinte, las mayores de la Armada, en las cuales venía mucha gente de infantería muy lucida, muchos capitanes y alférez y maesos de campo y otros oficiales de guerra, muchos caballeros y otros mayorazgos, de todos los cuales, que serian más de docientos no se escaparon cinco cabales, porque murieron ahogados, y los que nadando pudieron venir en tierra, fueron hechos pedazos por mano de los ingleses que de guarnición tiene la Reina en el reino de Irlanda.

Carta del Capitán Don Francisco de Cuéllar
 
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