Compás de espera en la crisis financiera mundial

MonteKarmelo

Madmaxista
Desde
28 Jun 2006
Mensajes
7.055
Reputación
12.195
Interesante artículo el que aparece hpy en el blog de José Catalán Deus en periodistadigital.com
Por cierto, el autor yo creo que nos lee ya que ha citado en otras ocasiones a este foro.

Después de la pausa del fin de semana, vivida con el lógico nerviosismo y desazón por todo el que se interesa por el tema, la crisis de los mercados financieros se mantiene amenazante sobre la economía mundial. Nuevas inyecciones de liquidez han permitido subidas momentáneas de las Bolsas, pero pocos se atreven a predecir que lo peor haya pasado. Las Bolsas europeas abrieron este lunes con alzas moderadas pese a la espectacular mejora de las asiáticas.

Desde hace una década, la especulación financiera riza el rizo de lo imposible inventando instrumentos cada vez más complejos y arriesgados que financian la financiación de la financiación de la financiación de un préstamo, arriesgándose enormemente, aumentando beneficios.

Todo el mundo sabe que el castillo de naipes no podrá llegar a la Luna y que en algún momento se derrumbará, pero todo el mundo aspira a que sea después de retirar sus jugosos beneficios. El problema es cuándo retirarse para no hacerlo demasiado pronto -y ganar poco- o demasiado tarde, -y perder mucho-.

Es así de sencillo el origen y gestación de todas las crisis financieras. Varían el sector afectado, el momento, el lugar, y también las respuestas, que pueden empeorar el fenómeno. Era previsible que la crisis saltara en el enloquecido mercado inmobiliario, como en ateriores crisis lo hiciera en la locura de las empresas 'punto.com' o la vorágine de las bolsas asiáticas.

Casi la mitad de los créditos para la compra de vivienda contratados en Estados Unidos durante 2006 eran hipotecas «sin garantías», que no se ajustaban a las cautelas convencionales para la concesión de estos préstamos en cuanto al nivel de ingresos del solicitante, en relación tanto a los intereses que debía abonar como al importe de la casa adquirida. Existe una vertiginosa caída de la contratación de hipotecas solventes «prime» y el simultáneo ascenso de las hipotecas «subprime», que en Estados Unidos se conceden a personas de dudosa solvencia que piden dinero por más del 85% del valor del inmueble que quieren comprar y han de pagar una cuota de intereses superior al 55% de sus ingresos.

Los apocalípticos, sobre todo si son anti-sistema, han vuelto a gritar que viene el lobo, y los integrados, sobre todo si les va en ello sus ingresos, han vuelto a ironizar con suficiencia. Entre los integrados, los más integrados son el ministro español de Ecponomía y el jefe de la Reserva de EEUU. Se ha querido cargar parte de las responsabilidades en las agencias de calificación por no avisar con tiempo y por no rebajar las notas a algunas entidades e instrumentos financieros, pero tampoco conviene olvidar que el presidente de la Fed, Ben Bernanke, declaraba el 17 de mayo con cierto énfasis: "Todo está bajo control", recuerda La Gaceta de los Negocios.

Algo entre las dos actitudes va a pasar: el mercado inmobiliario se paralizará por unos años; el consumo, se moderará; el dinero será más caro; y los grandes epeculadores encontrarán nuevos mecanismos para mantener sus ganancias a costa de las multitudes de pardillos.

Aún no sabemos las cinco preguntas del buen periodismo -quién, qué, cómo, cuando, dónde- en relación al inicio de la crisis: qué bancos y por qué motivos se negaron a seguir prestando a qué bancos y en qué condiciones, juzgando que en la bola de nieve de los créditos ya no se podía ir más lejos. La mejor crónica de lo que está pasando la ha publicado por suspuesto The Wall Street Journal, pero es la voz oficial del buen capitalista. Debería reescribirla un 'garganta profunda' camuflado, un 'insider' sin miedo y sin rencor, esos quijotes sufrientes que cabalgarán por algún camino polvoriento de internet.

Dice el diario ABC que el FMI advirtió en abril del riesgo de 4,2 billones de euros en bonos ligados a «hipotecas sarama» en un informe del Fondo sobre estabilidad financiera global publicado en abril que quizás el mimo Rato les ha filtrado. Este informe del FMI aseguraría que en enero de 2007 existían en Estados Unidos 4,2 billones de euros en bonos ligados a las hipotecas de alto riesgo, de los cuales 624.000 pertenecían a inversores no estadounidenses.

Léase la cifra con atención: 4,2 billones de euros son 700 billones de las antiguas pesetas.

También advertía a los bancos y se ve que éstos han reaccionado con mayor sensatez que el orgulloso Bernanke, que aseguró que la crisis hipotecaria era sólo «un problema local», justo dos días antes de las masivas intervenciones de liquidez de la propia Fed y de los bancos centrales del mundo que acudían al rescate de los bancos ante una falta de liquidez. Antes de ello, Bernanke se había encargado incluso de desestimar cualquier tipo de amenaza de crisis inmobiliaria en los últimos meses.

Además, existe el riesgo colateral de que la bola de nieve en sentido inverso llegue también a los que tienen contratada una hipoteca de alta garantía y a otros mercados crediticios que se hayan abastecido del incremento de los precios de las viviendas y del flujo de capitales de determinados mercados emergentes.

Los ahorradores o especuladores -según se mire- de todo el mundo han sentido directamente el lanzazo de las gruesas pérdidas. Y si hasta hoy las preocupaciones lo han sido por la elevación de los tipos de interés sobre un universo de hipotecas de débil respaldo y a costo variable, que se ha pretendido remediar insuflando liquidez generosamente, y tratando de conjurar una contaminación a la economía general, con muy relativo éxito hay que decirlo, a partir de ahora se concentra la atención en la evolución de los tipos de interés y eso sí que afecta directamente a la evolución de la economía, piensa La Gaceta de los Negocios. Si suben habrá bajas generalizadas y aumentará el pánico. Si bajan, acecha la inflación. Volver a subir los tipos cuando la inflación lleva un año controlada, podría ser mal interpretado. Y, sin embargo, en virtud de la enorme liquidez existente, la normal y la inducida, sería lo suyo.

Los mercados dicen que el dinero debe subir de precio. Los gerentes del Sistema están intentando un artificial aterrizaje suave. El remedio puede ser peor que la enfermedad, pero lo más probable es que tras unos meses y unos disgustos -quizás muchos meses y enormes disgustos- consigan controlar la crisis.
 
yo creo que este no es más que otro paso hacia la crisis, no la crisis en si misma. Esta la veremos dentro de un año mas o menos aunque no creo que sea mu grave.
 
Volver