Y otro consejo gratuito quali...
Guarda un saco de plumas para dormir cerca de la puerta, el dia que te vengan, como hicieron los griegos con los zapadores romanos le prendes fuego y lo enfocas con un tubo aireado por un secador de pelo...
Las plumas son muy toxicas...
Gas de plumas de pollo quemadas, Ambracia, 189 a.C.
Las tropas del cónsul romano Marco Fulvio Nobilior sitiaron la ciudad griega de Ambracia en el año 189 a.C., pero sus defensores demostraron una gran inventiva para luchar contra los arietes romanos, por lo que Marco Fulvio decidió pasar por debajo de la pared. Los sitiados se dieron cuenta, a pesar de que Marco se esmeró en ocultarse, y comenzaron a cavar sus propios túneles hasta que ambos grupos se encontraron bajo la ciudad.
Al comienzo la batalla fue convencional, con lanzas, pero cuando éstas fueron repelidas por los escudos, los griegos se volvieron más astutos. Idearon un arma muy original: una especie de tarro cuyo ancho era el mismo que el del túnel, con un embudo de hierro inserto en la parte inferior. Llenaron este “tarro” con plumas de pollo, encendieron fuego junto a la boca de la jarra y lo cubrieron con una tapa de hierro llena de agujeros. Lo colocaron cerca de la posición de los romanos en el túnel y a continuación unieron un par de fuelles al orificio del embudo y vigorosamente expulsaron el fuego de las plumas. El volumen de humo fue muy grande y en extremo acre debido a las plumas, y todo eso llegó al enemigo. Lo que sucede cuando se queman plumas de pollo es que la cisteína contenida en ellas libera compuestos muy tóxicos de azufre. Sin embargo la estrategia no fue suficiente para derrotar a los romanos. La ciudad terminó rindiéndose.