LOS incelS PUEDEN SER LOS MÁS AFORTUNADOS DE TODOS LOS ESPAÑOLES
Este es mi primer post aquí y va a ser un poco largo, pero si tenéis la paciencia y ganas necesarias para leerlo, igual os puede merecer la pena. Intentaré ser lo más esquemático y claro posible.
PUNTO UNO: EL NUNCAFOLLISMO ES UN HECHO.
Eso no se discute, y está mucho más extendido de lo que podáis imaginar. Que una persona tenga una relación sensual cada dos o tres meses, se puede considerar que entra dentro del rango de “solterón”, pues eso no cubre ni de lejos la necesidad sensual de ninguna persona, y menos la de un hombre en plena efervescencia hormonal.
La población solterón se compone de:
- Chicos tímidos y con problemas de relaciones sociales (estos son los que más sufren el nuncafollismo).
- Chicos con mala apariencia física (rellenitos, bajitos, feos, etc).
- Chicos con mala situación económica – laboral (parados de larga duración, de bajos ingresos, etc).
- HOMBRES CASADOS que han tenido uno o varios hijos (50 % de la población de hombres casados son nunca follistas, pues tienen menos de una relación sensual cada dos meses, peguntad a amigos y conocidos casados y os sorprenderéis).
- Hombres que teniendo un buen puesto de trabajo, siendo atractivos y capaces de relacionarse socialmente sin problemas, se han divorciado y han acabado siendo acusados de malos tratos y empujados a una precariedad extrema en el plano económico y psicológico). Hablo de DOS MILLONES de hombres.
La población solterón en este país puede ser perfectamente del 70 % si hacemos un verdadero estudio sobre el tema.
PUNTO DOS: EL NUNCAFOLLISMO DEJA SECUELAS.
La falta de sesso y de relaciones satisfactorias con mujeres da como resultado un amplio abanico de problemas que pueden ir desde los trastornos psicológicos hasta problemas de salud física (los altos niveles de estress y angustia pueden dejar secuelas físicas a medio-largo plazo).
Tampoco falta los que se meten en problemas de enfrentamientos con otros hombres, consumo de drojas, “vida loca” de excesos de todo tipo, etc.
PUNTO TRES: EL NUNCAFOLLISMO ES DESEADO POR LAS MUJERES.
Por mucho que os digan lo contrario, que están hartas de babosos, cansadas de tios desesperados y demás, las mujeres están más que contentas con esta situación, incluso se permiten el burlarse de los hombres que pasan por este proceso de carencias. Véase como ejemplo las respuestas de las mujeres que posteen en este hilo.
No me extiendo más, si alguien quiere profundizar en estos tres puntos, hay material en abundancia en internet (y en nuestro entorno cercano) para descubrir por si mismo todo esto.
Llegados a este extremo, el panorama parece desolador, y sin embargo os puedo asegurar algo que muchos no creerán:
EL NUNCAFOLLISMO ES LO MEJOR QUE LE PUEDE PASAR A UN HOMBRE EN ESPAÑA
Para ello voy a contar muy brevemente mi historia. Puede que alguno hasta se sienta identificado, pero la clave es cómo aceptar las circunstancias y adaptarnos a ellas para sacar ventaja de las mismas.
Por resumir todo lo posible, diré que soy rellenito, bajito y feo, cosa que, por mucho que digan, no es culpa mia, ni tan siquiera el sobrepeso. No me extenderé en el tema porque eso daría para otro hilo, que quizá abra si la moderación local lo permite.
De los 20 a los 30 años sufrí, como la mayoría, el acoso y derribo de la testosterona y de la presión social. Caí, como casi todos, en la mala praxis de salir los sábados por la noche con los amigos. Y finalmente fracasé rotundamente, como buena parte de los españoles, a la hora de tener éxito afectivo – sensual adecuado y acorde con mi necesidad. Una necesidad que yo no escogí, y por la que he sido criticado muchas veces.
En esta época sólo tuve una pareja (a los 29 años) y duré siete meses con ella. Demasiado tiempo fue, pero uno tiene que pagar la novatada.
Rollos y sesso sin pagar: ni olerlo.
prespitación: empecé, empujado por LA NECESIDAD, a los 24 años, y mantuve esporádicamente sesso de pago hasta los 35 años, con una media de una relación sensual al mes. Una relación sensual reducida a media hora o una hora máximo, y con una satisfacción moderada – baja en la mayoría de los casos.
El principal problema de todo esto fue: 1 La falta de satisfacción de los instintos (fue como pasar sed durante una década y media). 2 La burla y presión social del entorno que me rodeaba. 3. La burla y escarnio de las propias mujeres. De hecho esto último me marcó de tal manera que a los 25 años dejé de salir por pubs y discotecas y sólo salía a andar, a parques públicos y, la mayoría de las veces, me quedaba en casa leyendo o tirando de otros entretenimientos como el cine o la informática.
Otro problema secundario fue un desarrollo de una misoginia que acabó derivando en una misantropía nada desdeñable, que aun hoy sigue latente en según qué circunstancias.
Para agravar todo el asunto, entró en escena el feminismo (hoy por hoy feminismo y feminista radicalsmo son lo mismo, y nada tiene que ver con la igualdad por mucho que diga el DRAE) y el lorealismo provocado por los medios y por una educación pésima o directamente dirigida contra el hombre.
Todo esto me llevó a acabar viviendo un cuadro de angustia y estress, para acabar (también por otras causas que no vienen al caso) desarrollando una depresión y principio de transtorno evitativo. Hice mi tratamiento y me dieron el alta hace ya muchos años.
Aun así, no me quejo, pues tuve la oportunidad de vivir y hacer lo que quisiera en absoluta libertad, sin compromisos de ningún tipo, y también tuve experiencias muy buenas a nivel sensual (con cortesanas) y afectivo (con amigas).
De los 30 a los 35 tuve un par de intentos de noviazgo que no llegaron al mes (el tercer intento ni siquiera me apeteció mantener relaciones sensuales aunque hubiese podido hacerlo sin problemas).
Asimismo de los 30 a los 35 mi nivel de deseo sensual fue bajando paulatinamente hasta casi desaparecer.
Fue esta época la que usé para centrarme en mi vida y enfocarla de la forma más productiva posible. A día de hoy tengo piso y vehículo propios y pagados. Y aunque la situación laboral es muy mala en mi caso, mi situación dista mucho de ser desesperada.
De los 35 a los 40 años, mi deseo sensual ha sido casi inexistente y se ha limitado a la masturbación para aliviar tensión sensual momentánea. Ha sido la época en la que la tortilla ha dado la vuelta y he rechazado a innumerables mujeres (muchas de ellas con hijos) que buscaban, claramente, la búsqueda de un calzonazos que les solucionara la papelata del desastre en el que habían convertido su vida.
Dicho todo esto, y pese a lo pesimista de toda mi redacción, os contaré porqué el haber sido solterón, especialmente un solterón bajito, rellenito y feo, ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida:
1. Siempre he tenido (excepto los siete meses de relación de “noviazgo”) libertad para hacer lo que he querido y dedicarme a lo que me ha apetecido. Mi dinero lo he gastado siempre en mi, y he podido permitirme un estilo de vida que otros, debido a tener pareja, no han podido sino soñar.
2. Me he librado de caer en una relación vacía, o asfixiante, como la mayoría de hombres casados y con novia que he conocido (estos mismos hombres que en el pasado se burlaban de mi y ahora me envidian y se dan cuenta que habrían deseado vivir lo que yo he vivido).
3. Me he librado, como no, de acabar como los dos millones de españoles denunciados (en falso la mayoría) por malos tratos, con su vida truncada y sus esperanzas y sueños destrozados
4. He acabado viviendo el sueño que ya desde niño tenía: vivir soltero en un piso propio, para mí solo, y haciendo lo que me ha dado la gana, siempre dentro de las posibilidades económicas del momento.
Repito que estos últimos cinco años han sido ideales precisamente por no necesitar en modo alguno la compañía, el apoyo emocional, o el sesso, de ninguna mujer.
Quizá no todos puedan, a mi edad, evadirse de la necesidad sensual (aunque con ayuda de algunos medicamentos que os recetarán muy fácilmente, podéis volveros relativamente asexuales en un tiempo record, sin apenas efectos secundarios, si alguno está interesado puedo decir cuales son y cómo tomarlos).
Y quizá no todos puedan evadirse tampoco de la necesidad emocional y de la necesidad de cariño de una mujer, lo cual es complicado solventar, aunque el leer en internet sobre todo los malo y todos los problemas a los que os podéis ver expuesto ayude a que se os quiten las ganas: desde acabar literalmente en la guandoca o en la indigencia, hasta veros inmersos en relaciones dañinas con todo tipo de mujeres: celosas obsesivas, depresivas, con transtorno límite de la personalidad, esquizofrénicas o directamente orates. Muchos no lo ven venir hasta que es demasiado tarde.
Como corolario diré que el índice de suicidios de los hombres expuestos a relaciones con mujeres triplica al de hombres solteros.
Que cada uno saque sus conclusiones. No es mi intención con este post el declarar que mi vida es estupenda ni mucho menos, ni causar envidias en plan “yo soy mejor que tú”, sino alegar que ante una mala situación de la mayoría de los hombres como es el nuncafollismo, existen ciertas ventajas que pueden superar con creces ser nunca follista a ser alguien que tiene una o muchas relaciones con mujeres.
Dos puntos para terminar:
1. Los que no paran de amar, viven para amar, y eso no es vida, pues la desperdician en saciar el instinto sensual, acabando como cascarones vacíos de contenido y viviendo de recuerdos de glorias pasadas (exactamente igual que muchas mujeres).
2. Las mujeres tienen una cruz mucho peor que la del nuncafollismo: la necesidad de ser progenitora. No me extiendo aquí porque eso daría para otro hilo entero, pero baste decir que esto de por sí ya es una verdadera maldición, porque la reproducción está hecha para la supervivencia de la especie, no para la realización personal de nadie. Que no os engañe ninguna que os diga que tener hijos es lo mejor que le ha podido pasar en la vida, porque sencillamente no es cierto. Es, sencillamente, lo mejor que han podido conseguir, que no deja de ser bastante hilarante visto desde mi perspectiva.
Un saludo a todos.