La mayoría de las veces lo que hay es un problema de ego muy importante. Por eso gente que intelectualmente es muy capaz, choca contra el muro de su propio ego cuando ha decidido un relato de la sucedido que el tiempo no corrobora. A los pocos meses de la investigación ya sabemos lo que pasó y luego no hay forma de rectificar ni una coma de lo que nos hemos imaginado cuando falta mucho por saber y por interpretar. Esto le pasa a la gran mayoría de las personas, y muchas veces las que en principio, parecen más inteligentes. Pero esa falta de flexibilidad no es inteligente realmente, lo inteligente es ser lo más flexible posible para no depender de uno mismo si no de lo que va llegando, de los informes y de todo lo que se va sabiendo. No tiene sentido pensar lo mismo dos meses después de lo sucedido que años después, salvo que sea un caso muy claro, que no es este.
A estas alturas dudar que Oscar miente no es razonable, ni inteligente. Podemos dudar de si atropelló, incluso de si es el responsable o no de lo que le pasó a Esther, pero no de sus mentiras y su comportamiento, tan extraño desde el principio.