Si llueve mucho, es malo, porque auyenta el turismo.
Si llueve poco, es malo, porque hay sequía.
Si hace calor, es malo, porque te sofocas.
Si hace frío, es malo, se congelan las cosechas.
Si hace mas viento, es malo, se caen árboles y tejados.
Si hace menos viento, es malo, altera las costumbres reproductivas del estornino común.
Ocurra lo que ocurra con el clima, es malo. El punto óptimo unánime de lluvia, viento y temperatura se alcanzó en 1974 un martes por la tarde. Desde ese día todo ha ido a peor.