Brunegilda de Toledo, Reina de Austrasia

Mouguias

Madmaxista
Desde
15 Mar 2007
Mensajes
5.074
Reputación
13.183
Michael J. Enright dice de ella, en su "Lady With a Mead Cup", que fue la mujer mas interesante del siglo VI. También dice que es un caso típico de reina germánica, ejerciendo un antiquisimo papel como consorte del jefe del comitatus, no muy distinta de Veleda, la de Julio Civilis, o de Wealhtheow, la de Beowulf.
Me flipa, para empezar, que los visigodos conservasen hasta el siglo VI un nombre tan rabiosamente germanico como Brunegilda, el mismo nombre de la valquiria enamorada de Sigfrido. Según la Wikipedia:

Brunegilda o Brunequilda, a veces llamada Brunilda (en latín: Brunichildis; Toledo, 543-Renève, 613), fue una princesa visigoda hija de Atanagildo y Gosuinda. Por matrimonio llegó a ser reina de Austrasia. Participó en los conflictos y guerras contra Neustria causados por el asesinato de su hermana Galswinta, también conocida como Galsuinda o Galesvinta. Fue regente en Austrasia y Borgoña.

Los Primeros Años
Brunegilda tenía 11 años de edad cuando su padre Atanagildo (510–567) fue elegido rey visigodo de Hispania. Era la menor de las dos hijas del matrimonio real.
La princesa Brunegilda fue educada en la corte de Toledo, capital del reino visigodo, que gozaba de cierto prestigio en la época, y profesaba la fe cristiana arriana.
Las difíciles relaciones políticas entre francos y visigodos habían mejorado y alrededor del año 565 Sigeberto I, rey de Austrasia, solicitó a Brunegilda en matrimonio. Sigeberto I contaba 30 años de edad y ella 22.
Este matrimonio beneficiaba los intereses de ambos reinos. Al visigodo Atanagildo lo libraba de los problemas con los francos y le permitía concentrar sus luchas contra bizantinos y suevos; y al merovingio Sigeberto I lo reforzaba en los conflictos con sus hermanos. Sigeberto I era uno de los cuatro hijos de Clotario I, cuyo reino había sido dividido a su fin.
Brunegilda aceptó cambiar su fe arriana por la fe católica y, aportando una buena dote, celebró su matrimonio en la ciudad de Metz —capital del reino de Austrasia— el año 566.
Escribió el obispo Gregorio de Tours (539–594), cronista de la época merovingia: «Era una joven de modales elegantes, de hermosa figura, honesta y decente en sus costumbres, de buen consejo y agradable conversación».
Con su incorporación a la dinastía merovingia comenzó, para la ahora reina de Austrasia, una vida difícil, llena de conspiraciones y con un trágico final.

La Primera Víctima
Al año siguiente se celebró el matrimonio de la hermana de Brunegilda, Galswinta, con el hermano de Sigeberto I, Chilperico I rey de Neustria, aportando también ella una generosa dote.
Este rey ya estaba casado con Audovera, con quien había tenido cuatro hijos, pero logró anular su matrimonio para esposar a Galswinta. Sin embargo, no abandonó a su amante Fredegunda. El matrimonio fracasó rápidamente debido a la actitud de Chilperico I, quien se negó a abandonar su disipada vida.
Galswinta quiso entonces regresar a la corte visigoda, pero ese mismo año murió su padre Atanagildo, debilitándose así su posición política, lo que resultó en su asesinato, atribuido a Fredegunda. Un tiempo más tarde Chilperico I contrajo matrimonio con Fredegunda.
El asesinato de su hermana provocó en Brunegilda un profundo rencor hacia ambos. Exigió a Chilperico I la devolución de la dote que había aportado Galswinta, pero el rey de Neustria se negó a hacerlo.
Sigeberto I apeló a su otro hermano, Gontrán I de Borgoña, para que mediara en el conflicto. Gontran reunió a un consejo de nobles y se resolvió entregar en compensación a Brunegilda y a sus descendientes las ciudades de Burdeos, Limoges, Cahors, Bearn y Bigorra, que había recibido Galswinta como regalo de bodas. Pero el problema no se resolvió. Chilperico I aceptó de malas ganas la devolución de las ciudades y Brunegilda no olvidó el asesinato de su hermana.

Comienza la Guerra Fraticida
Entre 567 y 570 nacieron los tres hijos de Sigeberto I y Brunegilda: Ingunda, Clodosvinta y Childeberto II.
Las rencillas entre Sigeberto I y su hermano Chilperico I continuaron, esta vez atizadas por ambas reinas consortes, Brunegilda y Fredegunda. El obispo de París, San Germán, intentó apaciguar el conflicto y escribió una carta a Brunegilda solicitándole su influencia, sin lograrlo.
En 575 Chilperico I intentó recuperar las cinco ciudades por la fuerza y en la lucha muere su hijo Teodoberto, un hijo que había tenido con Audovera. Sigeberto I comenzó la ocupación de Neustria; pero en un acto de audacia y astucia, Fredegunda envió a dos sicarios, que lo asesinaron justo cuando estaba a punto de obtener una completa victoria. Gracias a ello Chilperico I pudo recuperarse de la desesperada situación en la que se encontraba e incluso reclamar la posesión del reino de Austrasia.
Brunegilda, ahora viuda, se hallaba con sus hijos en París —capital del reino de Neustria— y fueron hechos prisioneros por Chilperico I, pero Brunegilda logró hacer escapar a su hijo menor Childeberto y reclamó el trono de Austrasia para él y la regencia para ella.
La nobleza de Austrasia reconoció los derechos del heredero, pero no la aceptó como regente, nombrando en este cargo a Gontrán de Borgoña.
Chilperico I separó a Brunegilda de sus hijas y la relegó a un convento en Ruan.
En un acto insólito, otro hijo de Chilperico I y Audovera, Meroveo II, que había participado en la huida del niño, se presentó en Ruan y contrajo matrimonio con Brunegilda.
El príncipe contaba 19 años de edad, ella 32 años. La ceremonia fue celebrada por el obispo de Ruan, Pretextato. Este matrimonio le acarrearía a Brunegilda la acusación de incesto y lascivia.
Chilperico I logró anular el matrimonio. Enfurecido con Meroveo, le prohibió el uso de armas y lo hizo tonsurar y ordenar sacerdote a la fuerza —lo que implicaba la pérdida del derecho de sucesión al trono—, pero el príncipe logró escapar. Brunegilda intentó por todos los medios procurarle asilo en Austrasia, pero los nobles austrasianos se opusieron denodadamente, argumentando que hacerlo atraería las iras de Chilperico I. Después de muchas desventuras, Meroveo II, tenazmente perseguido por su propio padre y por Fredegunda, murió en 577. Se dijo que se hizo apiolar por uno de sus hombres ante el temor de perecer en el suplicio. El obispo Pretextato fue asesinado en 586. Ambas muertes se atribuyeron a conspiraciones de Fredegunda, quien también intentó asesinar a Brunegilda después de la anulación del matrimonio.

Primera Regencia
Brunegilda regresó a la corte de Austrasia, pero el rechazo de los nobles la obligó a buscar refugio en la corte de Gontrán de Borgoña, retornando un tiempo después para asumir la regencia por su hijo.
Comenzó entonces a actuar como soberana de Austrasia, organizando y mejorando la estructura del reino. Reparó caminos, construyó iglesias, abadías y castillos, reformó las finanzas y reorganizó el ejército, pero los gastos afectaron los intereses de los nobles y éstos le mostraron su hostilidad.
Brunegilda reaccionó imponiendo la autoridad de la corona. Para reafirmar esta autoridad, solicitó a Gontrán de Borgoña —que no tenía hijos vivos— la adopción de su hijo Childeberto II, lo que el rey de Borgoña aceptó en 577.
En 579 casó a su hija Ingunda, de 13 años de edad, con el príncipe visigodo Hermenegildo, acabando este matrimonio en tragedia al morir ambos como consecuencia de las conspiraciones y luchas entre arrianos, católicos y bizantinos en Hispania. Su hija Clodosvinta casó con el rey Recaredo, hermano de Hermenegildo.
Su hijo Childeberto II comenzó a reinar como soberano alrededor de 583, cumplidos los 13 años de edad.

La Mano de Hierro de la Reina Abuela
En 584 murió asesinado Chilperico I de Neustria. Se atribuyó este crimen tanto a Brunegilda como a Fredegunda. Esta última asumió la regencia de Neustria por su hijo recién nacido, Clotario II, y atentó nuevamente contra la vida de Brunegilda.
En 586 nació Teodeberto II y al año siguiente Teoderico II (Thierry en francés), ambos hijos de Childeberto II y nietos de Brunegilda. Su enemiga Fredegunda atentó nuevamente contra la vida del rey, la reina regente y el primer nieto.
La reina regente no sólo tenía enemigos en la corte de Neustria. Algunos nobles de Austrasia se le oponían firmemente. Los duques Rauching, Ursio y Berthefried, que se habían enfrentado a la reina anteriormente y habían conspirado para asesinar a Childeberto II, fueron ejecutados por orden de Brunegilda en 587.
Las relaciones entre Gontrán de Borgoña y Childeberto II se deterioraron, iniciándose una lucha que terminó el año 587 firmando ambos el Tratado de Andelot, en el cual, entre otros acuerdos, se estableció la herencia recíproca de los reinos en caso de fallecimiento de alguna de las partes.
También en el año 587, el rey visigodo Recaredo I estableció una alianza con el rey Childeberto II y solicitó además en matrimonio a Clodosvinda, hermana del rey. Brunegilda accedió bajo la condición de que el matrimonio debería ser aceptado –por razones políticas— por Gontrán I, pero el rey de Borgoña se negó a hacerlo.
En 593 murió Gontrán I y Childeberto II subió al trono de Borgoña. El joven rey intentó una guerra contra el reino de Neustria, pero fracasó. Brunegilda participó personalmente en las decisiones políticas que se tomaron.
En 596 murió envenenado Childeberto II a los 26 años de edad. Se atribuyó el crimen a Fredegunda. Otras fuentes nombran a una conspiración de nobles de Austrasia, e incluso se sospechó de Brunegilda.
Brunegilda reaccionó con rapidez y asumió nuevamente la regencia, esta vez por sus dos pequeños nietos. Teodeberto II se convirtió en rey de Austrasia y Teoderico II de Borgoña.
En 597 murió por enfermedad la reina rival Fredegunda, al regreso de una expedición militar victoriosa contra Austrasia, en Laffaux o Latofao. Su hijo Clotario II, que contaba 13 años de edad, fue nombrado rey de Neustria. Brunegilda intentó derrocar a Clotario II y asumir el poder de todos los reinos francos, pero no recibió suficiente apoyo y el intento fracasó.
Por instigación de la nobleza de Austrasia, su nieto Teodeberto II, de 13 años de edad, asumió el trono en 599 y apartó a su abuela del poder, expulsándola de la corte de Austrasia. Brunegilda se refugió en la corte de Borgoña, en la ciudad de Orleans, donde fue bien recibida por su otro nieto, Teoderico II.

Las Relaciones con la Iglesia
El rey de Austrasia y su progenitora Brunegilda establecieron buenas relaciones con el papa Gregorio I Magno, elegido en 590.
Existen tres cartas del pontífice enviadas a Brunegilda. En la primera, el pontífice comienza alabándola por ser una progenitora y reina ejemplar, y le solicita su patrocinio para el presbítero Candidus. En la tercera epístola, el papa le solicita su patrocinio para San Agustín de Canterbury, en su camino a evangelizar al pueblo de los anglos.
El obispo de Autun, San Desiderio de Vienne, elegido en 596, criticaba con dureza las costumbres de la corte de Teoderico II, y de igual manera lo hizo con Brunegilda. La reina escribió al papa Gregorio I quejándose de la actitud de San Desiderio hacia su familia.
El obispo fue suspendido, pero continuó el conflicto entre el obispo, los soberanos y la nobleza de Borgoña. Años después, San Desiderio criticó públicamente durante un sermón a Teoderico II y a Brunegilda, lo que resultó en su asesinato en 608, cometido por incondicionales de Teoderico II.
El monje irlandés San Columbano de Lexehuil se había establecido en 590 en el reino de Borgoña y con la aprobación del rey Gontran fundó varios conventos. Su regla era muy estricta y se encontraba en conflicto con los obispos y nobles francos.
Llegado el momento, se opuso a que el rey Teoderico II viviera en concubinato y lo incitó a buscar una esposa. La elegida fue Ermenberta o Ermenberga, hija del rey visigodo Witerico (o Viterico), pero la princesa fue rechazada por Brunegilda, repudiada finalmente por el rey y devuelta a Hispania sin su dote.
San Columbano decidió en una ocasión visitar la corte de Teoderico II en Autun. Brunegilda lo recibió con respeto y le solicitó una bendición para sus bisnietos que la acompañaban, hijos de Teoderico II.
El religioso se negó a hacerlo, aduciendo el origen ilegítimo de los niños y profetizó que nunca reinarían. La reina, ofendida, logró su expulsión del reino de Borgoña en 610.

Los Últimos Años
Brunegilda, cumplidos ya los 60 años de edad, continuaba dirigiendo las luchas por el poder entre los reinos francos. Las relaciones entre Teoderico II y Teodeberto II eran muy inestables, pero los hermanos se unían ocasionalmente para combatir a otros.
En dos batallas, una en Dormelles en 600 y otra en Étampes en 604, lograron la victoria sobre Clotario II de Neustria. En esta última batalla, librada el 25 de diciembre de 604, Teoderico II estuvo cercano a capturar y derrotar definitivamente a Clotario II, pero la nobleza de Austrasia lo forzó a firmar un tratado de paz a cambio de territorios.
Las relaciones entre los hermanos se fueron deteriorando cada vez más. Teodeberto II estaba influenciado por la nobleza de Austrasia y Teoderico II se guiaba más por el consejo de Brunegilda que por el de los nobles de Borgoña. La manzana de la discordia fue una disputa por territorios.
Teoderico II de Borgoña y su abuela Brunegilda tenían en 612 una posición de poder, con grandes territorios conquistados, y resolvieron atacar a Teodeberto II. Este rey perdió la guerra rápidamente durante ese mismo año.
Fue tonsurado —supuestamente por órdenes de Brunegilda— lo cual según las costumbres de la época lo inhabilitaba para reasumir el trono al menos hasta que le volviera a crecer el pelo, y encerrado en un monasterio junto a su hijo, donde murieron el mismo año. Se atribuyeron estas muertes a Brunegilda, quien las habría ordenado para convertir a su nieto preferido Teoderico II en indiscutido rey de Austrasía, aunque las órdenes bien pudieron partir directamente del propio Teoderico II.
Es importante señalar que después de la fin de Gregorio de Tours —ocurrida en el año 594— los cronistas que escribieron sobre Brunegilda ni siquiera fueron contemporáneos de ella —a diferencia del gran historiador de los Francos— y redactaron sus crónicas muchos años después de ocurridos los hechos. Se presume que por razones políticas, lo hicieron desde una perspectiva poco objetiva e intencionadamente desfavorable a Brunegilda pero, desgraciadamente, no hay demasiadas fuentes históricas alternativas que narren estos acontecimientos.
Teoderico II tomó el trono de Austrasia, pero a poco enfermó de disentería y murió a los 26 años de edad en 613, justo cuando se preparaba para atacar a Clotario II.
Brunegilda, ya de 70 años, reclamó entonces la corona para su bisnieto Sigeberto II y se proclama soberana de los dos reinos, pero la nobleza de Austrasia dirigida por el Mayordomo de Palacio de Austrasia, Pipino de Landen, y por el obispo de Metz, San Arnulfo, la rechazó y acordó una alianza con Clotario II de Neustria quien, a invitación de ambos, invadió militarmente el reino de Austrasia. También fue traicionada por Warnacario, Mayordomo de Palacio de Borgoña, quien al mando de los ejércitos de ese reino, en vez de combatir a Clotario II, pactó con él —luego sería nombrado Mayordomo de Palacio de por vida por Clotario II.
Brunegilda, al verse sin apoyo militar, buscó la ayuda de las tribus germánicas que vivían a orillas del Rin, pero en su huida fue descubierta y apresada en Orbe, Jura por Herbon, un terrateniente que en teoría le debía fidelidad pero que la entregó a Clotario II. Fue sometida a juicio en Renève, donde se la responsabilizó de la fin de muchas personas importantes; varias de esas muertes, en realidad, habían sido asesinatos ordenados por Fredegunda, la progenitora de Clotario II, y dos por Clotario II mismo.
Según las crónicas, la anciana reina fue sometida seguidamente a tormentos de los que no se muere durante tres días; luego fue exhibida sobre un camello para la mofa del ejército de Clotario II y, finalmente, atada a la cola de un caballo que la arrastró hasta morir. Otras fuentes indican que fue desmembrada entre cuatro caballos, lo cual podría ser más probable, dado que era una fin más atroz y visto el repruebo de Clotario II hacia Brunegilda.
La reina Brunegilda murió el 13 de octubre de 613. Sus restos fueron incinerados y sus cenizas depositadas en un sarcófago en la abadía de San Martín en Autun, fundada por ella en 602. Hoy reposan en el Museo Rolin en Aviñón.
 
Última edición:
Buen hilo. Alguna vez estuve tentado de dedicarle uno yo mismo a la gran reina. Menuda vida tuvo y qué final más terrible. Se habla mucho del "morbus gothorum" pero en punto a salvajismo los francos les llevaban mucha ventaja.

---------- Post added 27-ene-2015 at 23:25 ----------

Michael J. Enright dice de ella, en su "Lady With a Mead Cup", que fue la mujer mas interesante del siglo VI. También dice que es un caso típico de reina germánica, ejerciendo un antiquisimo papel como consorte del jefe del comitatus, no muy distinta de Veleda, la de Julio Civilis, o de Wealhtheow, la de Beowulf.
Me flipa, para empezar, que los visigodos conservasen hasta el siglo VI un nombre tan rabiosamente germanico como Brunegilda, el mismo nombre de la valquiria enamorada de Sigfrido. Según la Wikipedia:

No es tan extraño. Bruno es un nombre que sigue en uso en España y muchos otros países y en catalán se usa como adjetivo la voz "bru, bruna".

En realidad se supone que Brunegilda de Austrasia sirvió de inspiración para la Brunhilda del Cantar de los Nibelungos, y no a la inversa.
 
Menuda tiparraca esa Fredegunda. Algunos estudiosos creen que pudo haber servido de inspiración para el personaje de la madrastra del cuento de Blancanieves.
 
Volver