Miráis mucho al espantajo de Irene Montero, pero las realmente peligrosas son esta, la Gimeno, la PAM... Tías da repelúsntes y desequilibradas, pero con cierta inteligencia, que han logrado hacer de sus traumas una causa política basada en años de rencor madurado y fermentado entre lecturas posmodernas. Monstruos que odian la sociedad y todo lo bello, Efialtes que solo buscan destruir un mundo en el que nunca encajarán por sus horribles deformidades externas y del alma.
Irene Montero es la típica niñita guapita clasemediera que ha hecho lo que le ha salido del papo toda su vida. Un ser perfectamente integrado en su tiempo, sin otra virtud que el oportunismo, pero sin ese rencor de las anteriores. Jiji en la facul, jiji de fiestecita, jijiji carguito en el partidito, éxito profesional, braguetazo, maternidad a una edad lógica, vida resuelta si sabe retirarse discretamente del foco mediático. Si con 17 años se hubiera echado un noviete Borjamari a lo mejor ahora estaría dando discursitos españolazos en la bancada de BOCS. Es un parásito, pero es demasiado sencilla como para llegar a los niveles de perversidad que pueden alcanzar los engendros previamente mencionados.