Estaban a punto de llegar a un acuerdo... y el impresentable (y criminal, porque no tiene otro nombre) espelurciáu de Boris Johnson lo revienta, convenciendo a los ucranianos de que hay que seguir luchando... hasta el último ucraniano. Algo que no sólo ha dicho pilinguin, sino que también fue reconocido por un ex-ministro israelí que andaba metido en el grupo de mediadores.Pasarás a la historia, Boris, como el que emplearon las élites para que siguieran muriendo ucranianos por decenas de miles. augusto.
De acuerdo, pero con un único matiz: estaremos de acuerdo en que Boris Johnson era un mero emisario.Estaban a punto de llegar a un acuerdo... y el impresentable (y criminal, porque no tiene otro nombre) espelurciáu de Boris Johnson lo revienta, convenciendo a los ucranianos de que hay que seguir luchando... hasta el último ucraniano. Algo que no sólo ha dicho pilinguin, sino que también fue reconocido por un ex-ministro israelí que andaba metido en el grupo de mediadores.
Los anglos angleando. Cómo me recordó aquello al descarrilamiento del Plan Cutilheiro en Bosnia, en 1992. Otro acuerdo que estaba prácticamente cerrado, hasta que el embajador de los EEUU en Yugoslavia, Warren Zimmermann, le comió la oreja a Izetbegovic y este se echó atrás de un día para otro.
La última palabra la pone él que para algo es primer ministro.De acuerdo, pero con un único matiz: estaremos de acuerdo en que Boris Johnson era un mero emisario.
Los que mandan están muy por encima de él.
Santa inocencia.La última palabra la pone él que para algo es primer ministro.
Uy si.Santa inocencia.
Además de inocente, menguado y mal educado.Uy si.
Son los malos del despacho los que ponen la última palabra.
Y por encima la junta de alubios esos que se frotan las manos todo el puñetero día.
Y por encima los reyes y sus pilinguis como el juanca.
Y por encima de todos los hombres topo.
Y por encima de encima los hombres lagarto quienes deciden.
Y por encima de encima de encima el forro de mis narices.
También lo dijo el de Estambul, creo recordar. Ya lo dice el viejo dicho: si quieres que dos hermanos se peléen por la mañana, invita a un anglo a cenar con ellos la noche anterior.Estaban a punto de llegar a un acuerdo... y el impresentable (y criminal, porque no tiene otro nombre) espelurciáu de Boris Johnson lo revienta, convenciendo a los ucranianos de que hay que seguir luchando... hasta el último ucraniano. Algo que no sólo ha dicho pilinguin, sino que también fue reconocido por un ex-ministro israelí que andaba metido en el grupo de mediadores.
Los anglos angleando. Cómo me recordó aquello al descarrilamiento del Plan Cutilheiro en Bosnia, en 1992. Otro acuerdo que estaba prácticamente cerrado, hasta que el embajador de los EEUU en Yugoslavia, Warren Zimmermann, le comió la oreja a Izetbegovic y este se echó atrás de un día para otro.