*Tema mítico* : Artículos de Santiago Niño Becerra (post oficial)

Estado
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Opinión, 05 de Octubre de 2007

Constitución Europea


Santiago Niño Becerra


¿Se han dado cuenta de que ya nadie habla de este tema?

Quienes piensen que esa-cosa-llamada-Constitución-Europea, en cualquiera de sus formatos o presentaciones, es un tema político, una cuestión política, se equivocan. El proyecto de Constitución que Europa puso en marcha, que luego detuvo y que ahora, de alguna manera, intenta resucitar, sea con el formato que sea, y contenga lo que contenga el documento al que se llegue, lo que en el fondo, fondo es, es un marco que garantice que las actuaciones que tengan que llevarse a cabo, se lleven a cabo; y no es política su intencionalidad, en absoluto, es económica, puramente económica, pero como tal cosa no se debe decir -se puede, pero no se debe-, se viste con los ropajes de la política y así es posible venderla entre la ciudadanía.

Lo que buscaba el antiguo proyecto constitucional y lo que busca el acuerdo de mínimos al que se ha llegado es un manual de actuación para casos de emergencia. Es ahora, cuando estamos a las puertas de una crisis económica tremebunda cuando más interés se está teniendo en que ese acuerdo se lleve a término; ¿por qué?, pues porque cuando dentro de dos años, cuando ya sea evidente que la crisis está a la vuelta del calendario, tengan que tomarse una serie de decisiones -impopulares, evidentemente- que necesitarán acuerdo, no sólo consenso, decisiones que tendrán que ser de aplicación general y sin excepciones, exista un papel que justifique, ante quienes puedan peguntar, que las cosas tienen que hacerse así.

Dicen quienes de esto saben, que las reformas han de hacerse cuando las cosas van bien, cuando el ciclo está ascendiendo; no cuando van mal o cuando las cosas están bajando. La Constitución, y todo lo que la acompaña, tuvo que haberse abordado en los 60, pero, entonces, las circunstancias desaconsejaban algo así (¿qué circunstancias?, ¡piensen!). En los 90 empezó a hablarse del tema, pero entonces las cosas ya no eran como antes: entonces no toda la ciudadanía ‘iba a más’ y la inmi gración representaba un porcentaje sobre la población total infinitamente superior al que representaba hacía treinta años.

Francia y Holanda dijeron que no porque una mayoría de su ciudadanía intuyó que con el documento esa ciudadanía no iba a estar mejor de lo que estaba sin el documento y porque la cosas, ya, no iban a mejor. Ahora el mensaje oficial es el de que ‘Todo y en todas partes va bien’, sin embargo esa ciudadanía no acaba de verlo y es ahora cuando se ha pisado el acelerador para sacar adelante algún tipo de papel con el nombre de Acuerdo Europeo o con el nombre que sea.

Tendremos ese papel, antes del 2009, ¡se lo aseguro!; porque es necesario que lo tengamos, porque para esas fechas ya se habrán tomado decisiones que deberán ser aceptadas por todos y aplicables a todos; a toda Europa; aunque todos sepamos que no exista una sola Europa y aunque todos tengamos muy claro que, aunque el concepto haya sido aparcado debido a su incorrección política, estamos yendo hacia una Europa de geometría variable.

¡A ver!, que levanten la mano las europeas y los europeos que se leyeron el texto del proyecto de Constitución. ¿Lo ven?; ¿han visto el número de manos?. Ahora que levanten la mano quienes están al tanto de los vericuetos diplomáticos que están siguiendo las negociaciones para llegar a un consenso que derive en algún tipo de acuerdo normativo de aplicación europea.

Ya nadie habla del nuevo proyecto de Constitución Europea (o como quiera llamarse); ahora los tiros van por otro lado porque la preocupación es otra. Ahora se habla de bajar los tipos de interés.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
 
Opinión, 08 de Octubre de 2007

Cantinela

Santiago Niño Becerra


Hay temas que, sin irse nunca, siempre están retornando.

Uno de esos temas es la necesidad de inmi gración debido a la caída de la población en Europa.

El penúltimo retorno de esta cantinela se produjo en las palabras que recientemente pronunció Franco Frattini, vicepresidente de la Comisión Europea, y sus palabras no fueron más que el eco, del eco, del eco del alegato que algún otro político sobre este tema pronunció no hace demasiado tiempo. Esas palabras conforman un mensaje simple, sencillo, y falaz.

La población europea, dice el mensaje, está envejeciendo, por lo que 1) cada vez será menor la oferta de trabajo para atender a la demanda de trabajo, 2) debido a lo anterior, un creciente número de empleos dejarán de ser cubiertos, por lo que la UE irá perdiendo peso económico, 3) un menor número de trabajadores dará lugar a una menor recaudación por tasas e impuestos, por lo que, al ser menores los ingresos públicos, el Estado no podrá atender como es debido los servicios y las prestaciones del modelo de protección social. En consecuencia, hace falta inmi gración, sobre todo de alta cualificación.

De entrada, el concepto de ‘envejecimiento’ hay que relativizarlo con la esperanza de vida del momento. No tiene el mismo significado económico una edad de 20 años cuando la esperanza de vida es de 40, como en la Inglaterra de 1900, que una edad de 40 cuando la esperanza de vida es de 81, como en el Japón actual; y no es lo mismo, sobre todo, porque ambos entornos económicos y sociales son muy diferentes.

Por otra parte, la productividad ha alcanzado unos niveles que desde hace años están forzando la reducción de puestos de trabajo en numerosos sectores y endureciendo las condiciones de trabajo en casi todos. Los primeros, aquellos en los que la demanda de trabajo necesita menos trabajadores, son, habitualmente, los generadores de menor valor, aunque no necesariamente. En los segundos, en los que un mayor valor añadido es generado, la mayor oferta de trabajo y/o la menor necesidad de factor trabajo, lleva a la configuración de unas condiciones de trabajo que han dado lugar a la aparición de dos figuras que resumen muy bien la situación: ‘los mileuristas’ y ‘los undermileuristas’. Lo mejor es que, aún, prácticamente ninguna compañía, se ha lanzado, de momento, a una estrategia de utilización de toda la tecnología existente a fin de aumentar ‘a tope’ su productividad.

Finalmente, el modelo de protección social, independientemente del monto de ingresos públicos recaudados, tiende, con el tiempo, a cero. No por sadismo, sino porque es más sencillo que no exista y, además, porque es más barato al eliminar gastos, lo que posibilita la reducción de impuestos, algo a lo que se tiende.

Ir pregonando que faltan trabajadores y que van a faltar trabajadores, es pura y simplemente falso cuando la realidad muestra que la productividad tiende, de forma natural, a aumentar, y cuando en la UE -ya no digamos en España- se están produciendo situaciones flagrantes de subempleo y de paro encubierto. Más aún cuando a voz en cuello políticos y expertos proclaman que la esperanza de vida tiende a seguir aumentando, por lo que la edad de jubilación deberá aumentar también. Y mucho más aún cuando los gastos del modelo de protección social se están recortando y cuando la realidad muestra que el consumo de protección social por familia viajero -no por trabajador, ojo- es superior al de una familia no viajero.

Entonces, ¿por qué demonios vuelven, y vuelven, y vuelven a volver con la cantinela de que Europa necesita inmi gración?. Pues, básicamente, por cuatro razones. a) porque más inmi gración significa más población activa, es decir, más oferta de trabajo, lo que puede suponer empeoramiento de las condiciones de trabajo, es decir, reducción de costes de producción, b) porque más inmi gración supone más población y, en consecuencia, más consumo, por lo que la oferta total europea -la que sea en ese momento- tiene más posibilidades de ser cubierta por la demanda, c) porque si se concede el voto a esta población inmigrada -cosa que sucederá- los partidos políticos que estén a favor de la inmi gración tendrán más votantes posibles que aquellos partidos que no la defiendan, y d) porque mucha de esta inmi gración procede de países productores de commodities, commodities que, en principio, son esenciales para la UE, por lo que ‘descargar’ de población a esos países es una buena cosa para sus Gobiernos, lo que hace de la inmi gración un arma estratégica. Lo que sucede en el medio, los problemas que a la población autóctona le cause esa inmi gración, que esa población autóctona se los coma con pimientos.

Y todo esto era para cuando Europa iba bien. Imagínense todo esto en una situación de larga crisis como la que va a llegar. Alucinante, ¿a qué si?.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
 
Opinión, 09 de Octubre de 2007

Salarios y más – 1

Santiago Niño Becerra


¡Bueno!. Parece que ya se ha disipado la polvareda.

La polvareda que levantó la presentación del OECD Employment Outlook 2007 presentado a finales del pasado Junio. Si no lo han hecho ya pueden consultarlo aquí
http://www.oecd.org/document/38/0,3343,en_2649_34731_36936230_1_1_1_1,00.html, y, si lo creen conveniente, adquirirlo.

Y, ¿por qué levantó tanta polvareda este informe?. (Siendo gramaticalmente estricto, en vez de ‘levantó’ debería haber empleado el tiempo ‘ha levantado’, lo que sucede es que ya nadie habla, ni por el forro, de este informe ni de lo que en él se dice). Pienso que, a fin de centrar el tema, debemos realizar una sucinta, desapasionada y cruda exposición de hechos, porque los hechos, hechos son; y estos son los hechos:

- Para conocer el encarecimiento ‘de las cosas’ se toma el IPC, sin embargo, debería tomarse, siempre, el deflactor del PIB, ¿por qué?, porque este recoge el impacto de la variación de los precios de todos los bienes y servicios producidos en un país, mientras que aquél tan sólo recoge la variación habida en una cesta de productos destinados al consumo. Pues bien, si asignamos el índice 100 a ambos parámetros en 1995, en el final del 2006 al IPC le correspondería un valor de 142,3 y al deflactor del PIB de 151,6, lo que indica que, en realidad, todo se ha encarecido mucho más de lo que se dice y que las remuneraciones que han crecido lo han hecho menos de lo que se ha dicho.

- En la UE 15, entre 1999 y el 2006, los beneficios de las empresas han aumentado el 33% y los costes laborales (no sólo los salarios) el 18%. En España, en el mismo período, los beneficios han crecido el 73% y los costes laborales el 3,7%.

- Hoy, en la UE 15, la remuneración mensual media del asalariado medio es de 2.309 euros, en España es de 1.604 euros, es decir, la remuneración media en la UE 15 es el 69,47% superior a la española. Sin embargo, el PIB pc medio de la UE 15 es 8,8 puntos superior al español.

- En España, la construcción creo el 16,24% de todo el empleo del factor trabajo creado en el período comprendido entre los años 2002 y 2006, el 81,65% fue creado por los servicios, y el 2,11% fue creado por el resto de subsectores que componen la economía española.

- En la UE 15, el peso de los salarios en el PIB ha tenido la siguiente evolución: 1992: 61,6%, 2000: 68%, 2005: 64%. En los mismos años, la evolución en España ha sido: 62%, 54,9%, 52,73%.

- En el año 2006, mientras que en la UE 15 los salarios crecieron en 2,4%, en España aumentaron el 3,4%; sin embargo, mientras que en la UE 15 la productividad creció el 1,4%, en España aumentó el 0,8%.

- En España, décima arriba, décima abajo, el 50% de las trabajadoras y de los trabajadores tienen su salario regulado por algún tipo de documento o acuerdo tipo convenio colectivo, y el otro 50% no lo tiene.

Hoy nos paramos aquí, pero quédense con estos hechos porque mañana vamos a utilizarlos.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
 
Opinión, 10 de Octubre de 2007

Salarios y más – 2

Santiago Niño Becerra


Continuamos.

El resumen de los hechos que ayer expusimos es el siguiente:

- El incremento total de precios habidos en España en los últimos siete años ha sido mayor que el aumento salarial habido a lo largo de esos años.
- En los siete últimos años, el aumento de los beneficios empresariales ha sido muy superior al incremento experimentado por los salarios.
- El 98% de los puestos de trabajo creados en España en los últimos cuatro años lo han sido en subsectores de bajo valor añadido.
- El incremento que han experimentado los salarios en España en el 2006 ha sido 2,6 puntos superior al que experimentó la productividad.
- La diferencia entre salario total medio español y el medio de los quince es muy superior al existente entre el PIB pc español y el medio europeo.
- En España, en los últimos catorce años, el peso de los salarios en el PIB se ha reducido casi diez puntos, en la UE 15, sin embargo, ha crecido 2,4.
- En España, los incrementos salariales de la mitad de las trabajadoras y de los trabajadores no se hallan cubiertos por algún tipo de acuerdo legal.

Resumiendo más, lo que los hechos ayer expuestos decían es que en España el factor trabajo está perdiendo poder adquisitivo; que cada vez el factor trabajo es menos importante en la generación del PIB español; que, en su inmensa mayoría, es empleado por subsectores generadores de bajo valor añadido; y que solo la mitad de sus prestatarios cuenta con alguna garantía de que sus salarios podrán tener algún tipo de ajuste al alza. Con este decorado lo realmente extraño es que alguien se sorprenda de que los salarios en el reino hayan perdido poder adquisitivo; sin embargo, la pregunta es: ¿por qué sucede esto en España?.

Uds. ya lo han leído aquí; repitámoslo. España, desde hace siglos se fue encapsulando en un modelo económico generador de bajo valor añadido porque sus condiciones políticas, históricas, sociales y culturales no permitían otra cosa; esto fue especialmente grave a partir del fracaso de la Revolución Industrial en España, y gravísimo desde el fin de la II Guerra Mundial. El resultado de ese cúmulo de carencias, despropósitos y malos haceres ha sido el modelo económico que España ahora tiene.

Lo que sucede es que ese modelo ha brindado posibilidades de crecimiento -de aumento, de hacerse más rellenito- porque los demás países con un modelo más sano que el nuestro han crecido, nos han necesitado y han tirado de nosotros, y eso ha hecho que la cantidad de personas ocupadas en España creciese, pero también ha llevado a que sus salarios evolucionasen poco y menos que en otros países, porque el valor de lo que generaban los empleadores españoles era reducido; a la vez, como el objetivo era ocupar a gente, todas las fuerzas se pusieron de acuerdo para pagar ese trabajo poco y para permitir que los beneficios aumentasen.

En cualquier caso, a pesar de que el trabajo está perdiendo peso en el PIB, esa remuneración del factor trabajo es superior a la productividad que el factor trabajo genera, por lo que dicha remuneración aún debería ser inferior a fin de que el país no continúe perdiendo competitividad ya que es bajo el valor añadido de lo que España produce, cosa que no sucederá, tanto por los problemas políticos que algo así ocasionaría, como porque ello hundiría el consumo y, como consecuencia, los beneficios.

Todo esto, todo lo dicho, da lugar a unas preguntas que nadie formula pero que, como espectros, flotan en el ambiente. Dejamos esas preguntas para mañana.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
 
Opinión, 11 de Octubre de 2007

Salarios y más – y 3


Santiago Niño Becerra


Seguimos.

Ayer nos quedamos en que la interpretación del modelo económico hoy vigente en España -que no deja de ser la evolución de lo que ha ido sucediendo en los últimos siglos-, genera unas preguntas que, a modo de espectros, flotan en el ambiente. Algunas de estas preguntas son:

- En el caso de que un rayo cósmico bañase esta noche toda España y que mañana el nivel de cualificación de la población activa española aumentase, ¿podría el modelo productivo español emplearla?.

- En el modelo productivo español hoy en uso, ¿tienen los empleadores -los empresarios- auténtica necesidad de aumentar sus inversiones a fin de incrementar la productividad?.

- En una atmósfera de exceso de oferta de trabajo, ¿tienen los sindicatos fuerza para solicitar aumentos salariales?; ¿tienen urgencia los empleadores de aumentar los salarios?.

- La política de propiciar mejoras sociales por la vía del incremento del gasto público tal y cómo fue puesta en práctica en el período 1984 – 1994, ¿tiene hoy cabida teniendo en cuenta que el Gobierno está apostando por el superávit presupuestario como objetivo último de política económica?.

- ¿Qué evolución se puede esperar que adopten los salarios, el salario mínimo incluido (pero el efectivamente pagado, no el legalmente establecido) cuando comiencen a derrumbarse los subsectores generadores de empleo?.

- Cambiar el modelo económico español, ¿es posible?. Si la respuesta es afirmativa, ¿cómo se financiaría tal transformación?.

Hoy es políticamente correcto decir que los salarios han perdido poder adquisitivo y que día a día tienen un menor peso en el PIB. Ambas afirmaciones ciertas son, pero es algo que en todas partes es irreversible y que en España lo es más aún. Lo que sucede es que nuestro sistema, el sistema vigente en el planeta, no sabe como manejarse en una situación como esa porque algo así no está escrito en su programa.

La transición sistémica en la que estamos inmersos -y la subsiguiente crisis- introducirá esas instrucciones, pero ello tendrá consecuencias, consecuencias muy obesas; en cualquier caso, y para no apartarnos del tema que nos ocupa, lo que es absolutamente cierto es que, 1) los salarios poco van a crecer en los próximos años y, 2) el peso de los mismos en el PIB apunta a continuar bajando.

¡Hala!, ya lo he dicho; ahora se lo piensan.

(El estudio que recientísimamente ha elaborado Comisiones Obreras en relación a la evolución de los salarios apunta en la dirección anterior: más del 19% de las/los trabajadoras/es tiene un salario inferior a 1.000 euros brutos mensuales y el de casi el 40% no llega a los 1.200. ¡Claro!, ¿alguien se sorprende?).

(Mientras estaba escribiendo estas líneas han sido publicados los datos del desempleo registrado; los resultados son estremecedores: en términos interanuales -los buenos- el desempleo del factor trabajo está creciendo en el reino, y lo está haciendo, sobre todo, en aquellos subsectores que más han contribuido al PIB español: construcción y servicios. El Gobierno continúa diciendo que no pasa nada, y la oposición vocifera que las cosas están muy mal. El Gobierno no ve o no quiere ver lo que se nos está viniendo encima, y la oposición acierta en la gravedad pero yerra en el diagnóstico: señores de la oposición: este Gobierno es culpable de muchas cosas, pero no en la debacle en la que España y el mundo están entrando. Y con estas cifras de desempleo que tenemos en España, con la composición del empleo español, y con el futuro que nos espera, ¿alguien piensa que los salarios medios van a mejorar?).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
 
Opinión, 12 de Octubre de 2007

Comercio

Santiago Niño Becerra


Intercambio; comercio; desde los Fenicios.

La globalización la inventaron los Fenicios (que se sepa). Globalización es mover dineros, en la forma que sea, por el mundo o por un cacho del mismo; y los Fenicios ya lo hacían. La cosa, ahora, se ha sofisticado hasta límites inimaginables hace un par de décadas, pero estoy convencido de que si trajésemos a nuestros días a uno de aquellos comerciantes fenicios y le explicásemos como se hacen ahora las cosas, lo entendería en un periquete.

Bien. Uno de los efectos -y de los motores- de tal sofisticación está siendo la Ronda de Desarrollo de Doha. Siete años llevamos con esta historia y sus protagonistas no se ponen de acuerdo. ¿Qué sucede?. Sencillo: para llegar a un acuerdo hay que rascarse el bolsillo, y eso siempre tiene consecuencias. USA debe bajar sus casi 50.000 millones de dólares con que puede subvencionar a su sector agrario, hasta los 15.000, más o menos. La UE debe reducir sus aranceles agrarios entre un 55% y un 73%, más o menos. Y los países subdesarrollados no deben gravar sus importaciones de bienes industriales con más del 15% de recargo.

Hacer eso va a significar más comercio, pero hacer eso implica cosas. Implica que los agricultores USA van a tener problemas, que los productores agrarios europeos también van a tenerlos y que las pocas industrias que hay en los países subdesarrollados van a tener que bajar la persiana; pero también, en teoría, va a suponer que los sectores agrarios de los países subdesarrollados van a funcionar más, y que los industriales de USA y de la UE van a currelar también más.

David Ricardo, uno de los padres de la Economía, escribió en 1817, en sus “Principios de Economía Política y de Tributación”, lo siguiente: “(Si los capitales ingleses pudiesen invertirse en Portugal) los capitalistas ingleses y los consumidores de los dos países saldrían ganando si tanto el paño como el vino se producen en Portugal”. Si lo analizan, lo que la Ronda de Desarrollo de Doha pretende no ha cambiado mucho en estos ciento noventa años: que cada país se especialice en aquello en lo que tiene ventajas: en vino y en paño Portugal en 1817, y en algodón Uganda en el 2007. Lo que no está tan claro es que sucedería con otras cosas.

En 1817 estaba muy claro que las máquinas que servían para hacer el paño serían diseñadas y construidas en Inglaterra, y que Inglaterra sería el centro en el que se cocerían las transacciones financieras que posibilitarían todo el tinglado: desde el diseño de esas máquinas hasta la administración del comercio de vino y paño; pero hoy, ¿está claro quienes harían eso en relación a las actividades comerciales que pretende liberalizar la Ronda de Desarrollo de Doha?.

Evidentemente, diseñar y realizar experimentos de teletransportación de elementos sólidos (ya se han hecho), no puede hacerse, de ahora para luego, en medio de la jungla de Borneo, pero otras muchas tareas que hasta hace cuatro días tenían la consideración de alta tecnología … El problema estriba en que si en 1817estaba muy claro qué podía hacer Portugal, y qué Inglaterra, es decir, en qué tenía cada cual ventajas, hoy eso está cambiando de la mañana a la tarde; y no estoy diciendo que vayan a ser los subdesarrollados quienes más van a perder o a ganar, que va; la tecnología está trastocando absolutamente todas las concepciones, y ya nada será mañana como hoy es. (¿Sabían que se está trabajando en una masa vegetal que, con las modificaciones genéticas pertinentes, podría transformarse en el producto agrícola que se eligiese?, ¿o que ya se hallan en funcionamiento fábricas totalmente robotizadas en las profundidades de minas sitas en los países desarrollados?).

De esta historia de la liberalización comercial, lo que no acabo de ver claro es lo del ‘Desarrollo’. Desarrollo, ¿de qué?, ¿de quien?, ¿cómo?. Máxime teniendo en cuanta lo que se nos viene encima.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
 
Opinión, 15 de Octubre de 2007

Repetimos

Santiago Niño Becerra


En los próximos meses me lo van a leer muchas veces.

Las sociedades, las instituciones, los colectivos, las personas tienden a buscar culpables cuando las cosas no van bien o cuando las cosas no van como se esperaba que fuesen. Hasta ahora siempre ha sido así, y hoy también lo está siendo. Cierto es que ‘el pueblo’ es muy dado a encontrar culpables, pero, no nos engañemos, esa tendencia popular siempre ha venido propulsada por los intereses de personas que se hallan muy arriba en la escala social, es decir, económica, y que son las verdaderamente interesadas en hallar esas ‘cabezas de turco’, es decir, en señalar a quienes culpabilizar de situaciones embarazosas, peligrosas o, simplemente, interesadas. En la historia, ejemplos hay muchos, pero, posiblemente sean las persecuciones a que los judíos fueron sometidos desde las Edades Medias los más conocidos.

Hoy, las rectoras y los rectores de la economía planetaria han encontrado un chivo expiatorio excepcional en las hipotecas sarama. Las subprime son un mecanismo muy complejo, nada intuitivo, altamente desconocido, por lo que cargar sobre sus espaldas la culpa de todo lo que está sucediendo y de todo lo que va a suceder es fácil y sencillo; además, como la gente de la calle no tiene ni fruta idea de cómo funciona el tinglado y, como además, tampoco sabe que fueron esas mismas rectoras y rectores quienes permitieron la puesta en marcha del proceso, el éxito del mecanismo en el papel de malo malísimo está garantizado. El problema es que las subprime no son más que uno de los actos finales de una obra que llevaba décadas representándose, acto que no deja de ser una consecuencia de la trama anterior de la obra.

Es decir, no es que todo estuviese muy bien y que las terribles subprime hayan liado el cotarro, ¡que va!. La situación ha evolucionado de tal modo que las subprime han sido una de las consecuencias lógicas de la situación -una alternativa más para ganar pasta-; el tinglado se ha caído porque ya era insostenible, y cuando esto ha sucedido lo que se ha visto era lo último que habían aparecido: las subprime.

Aunque no sea más que por pura lógica, es absolutamente imposible, y ataca a la inteligencia media el decirlo, que hace seis meses o que hace escasamente dos, todo estuviese de fábula, y ahora todo se esté cayéndose. En un mundo postglobal como el actual, si cualquier cosas da varias veces la vuelta al planeta en veinticuatro horas, ¿cómo puede nadie creerse que los efectos de un instrumento como las subprime que cuenta con un arrastre tan monstruoso, fuese un absoluto desconocido por todos y para todos?.

Ahora, esas mismas y esos mismos que decían que todo iba bien, están diciendo que pasarán cosas, pocas y controlables, porque los fundamentos son sólidos. ¡Por favor!, pero si esos mismos fundamentos fueron los que, por ejemplo, diseñaron y pusieron en marcha las subprime. ¿Qué pretenden ahora?. ¿No acojonar a una población, por desgracia, totalmente ignorante?; ¿forzar a que esa población acabe de endeudarse hasta el último centavo en que se le permita hacerlo?; ¿confundir, aún más, a un personal que, día tras día, cada vez ve menos claro que es lo que sucede a su alrededor?. (En el reino, eso que ha dicho el Deutsche Bank de que el crecimiento va a continuar hasta el 2020 tiene bemoles).

Lo que ahora está sucediendo es, simplemente, que el sistema que hemos tenido, oficialmente, desde 1820 ya ha dado de si todo lo que de si podía dar. Punto. Ahora ya empieza a tocar otra cosa, y, claro está, el sistema empieza rechinar y los rechines van a continuar, más y más. ¡Cuánto se reirán de nosotros los historiadores que en el 2200 analicen la transición sistémica en la que nos hallamos cuando lean que ‘la culpa de todo’ la tuvieron las subprime!. ¡Cuánto!.

Mi pregunta ahora, es, ¿durante cuánto tiempo mas van a hacer durar la película de las subprime?.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
 
Opinión, 16 de Octubre de 2007

No-se-confundan

Santiago Niño Becerra


¡Mucho ojo!: no se confundan.

Desde hace dos meses una cantinela se está repitiendo sin cesar: la solución a todos los males que nos aquejan pasa por que en USA bajen los tipos de interés; pero desde hace una semana una nueva cantinela se está añadiendo a la anterior: será bueno que el dólar se deprecie. Si no supiera que no es cierto, pensaría que nos estamos chalando.

Vamos a ver, ¿qué narices va a arreglar una reducción de los tipos en USA?, ¿qué la gente consuma más?, ¿qué el dólar se deprecie?; y, ¿para qué va a servir eso?, ¿para que la máquina no se pare?, ¿a costa de qué?, ¿de que la deuda de la gente se incremente aún más?. Y si el dólar se deprecia, ¿va eso a arreglar el déficit exterior USA?, pero si USA depende en todo y por todo del exterior.

Desde 1950 estamos funcionando porque todos tenemos confianza en que el equilibrio entre los dólares que están circulando por el mundo, sea en la forma que sea, se casan, de algún modo, con el valor de las transacciones que en el mundo se realizan, sean éstas del tipo que sean. Es decir, no importa la cantidad de dólares USA que se ‘creen’, la gente está convencida de que el valor de todos los dólares ‘creados’ es el necesario y conveniente para valorar todos los bienes y servicios generados. La depreciación continuada del dólar se carga ese principio inmutable de tal modo que, al final, a lo que se llegará es que nada vale nada en términos de la unidad de valor mundial. ¿Se imaginan algo así?; pues vayan imaginándolo porque hacia eso vamos.

A lo largo de los últimos 65 años hemos ido creando una masa que se iba realimentando a sí misma. Esa masa está formada por el conjunto de todas las transacciones con un valor monetario o susceptible de tenerlo que en el planeta se realizaban; evidentemente, el papel de la población era el de actores que hacían que esas transacciones tuviesen lugar. Y, a través de este modo de hacer, hemos crecido. ¡Genial!.

Pero esa masa se sostiene sobre algo muy fino y muy frágil: el equilibrio de los componentes que en esa masa intervienen, y ese equilibrio empezó a romperse en 1973 cuando dejaron de ser ciertos dos de los dogmas del Capitalismo: la baratura de la energía y la necesidad del pleno empleo de los factores productivos; y ha acabado de romperse ahora, cuando han dejado de ser cierto otros dos dogmas: la inagotabilidad de las reservas de commodities y la estabilidad del elemento financiero, elemento en el que el dólar es la pieza maestra.

Todo se ha ido degradando, contaminando, pervirtiendo, desviándose de lo que debía ser, y se ha ido generando otra masa, paralela, imbricada en la anterior, que se ha ido, también realimentando a medida que el sistema más se alejaba de los parámetros originarios. Lo malo, lo peor, es que si eso no hubiese sucedido, el mundo no hubiese crecido como lo ha hecho.

Ahora esa masa paralela, dañina, hija de la anterior porque es sangre de su sangre, ha alcanzado la masa crítica para poner en marcha una reacción que está llevando a su rompimiento, a la crisis. Lo sucedido con las subprime ha sido el fulminante. Podía haber sido otra cosa pero, hoy, es lógico que haya sido eso porque esta crisis se mueve en el terreno de lo financiero, y lo financiero es hoy el elemento fundamental.

Esta reacción que nos está llevando hacia la crisis no se puede detener porque cualquier cosa que suceda, cualquier cosa que se intente hacer o que se haga, lo único que hará es profundizar en el problema ya que las fuerzas ‘malas’ de la masa ‘mala’ utilizarán esas medidas para perturbar más aún. ¿Qué es una interpretación muy biológica?, ¡claro!, porque el sistema es un elemento biológico.

Esta crisis, como todas las de este tipo, son inevitables, y lo son porque son sistémicas. Insisto, es inútil hacer cosas para evitarla porque es inevitable; suena a tragedia griega, pero es así. Piénsenlo: desde la óptica del modelo clásico. ¿era evitable el crash de 1929 y la Gran Deprsión?; ¡no!, pues ahora, lo mismo.

Pienso que en vez de diseñar medidas que nada solucionarán, que en vez de aplicar un manual que a ninguna parte lleva, lo que se debería empezar a hacer es a preparar el terreno para cuando la crisis llegue. Se que es muy fuerte, que va contra la naturaleza humana. Lo peor es que acabaremos haciéndolo, aunque tarde, como siempre.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
 
Opinión, 17 de Octubre de 2007

Tipos

Santiago Niño Becerra


De personas, no; pero casi.

El BCE no ha movido los tipos, pero, debería haberlo hecho, ¿no?: en Septiembre, la inflación pasó del 1,8% al 2,1%. Hace unos días leyeron, aquí, sobre el hecho de que el banco es independiente y sobre que los protocolos con que fue fundado le impelen a vigilar por la estabilidad de precios en la zona euro, es decir, a controlar la inflación y a vigilar su tendencia, entonces, ¿por qué M. Trichet no ha subido los tipos?. Pues porque, ¡sorpréndanse! aunque los precios hayan crecido en Septiembre, en el segundo trimestre el crecimiento del PIB en la UEM ha sido la mitad del previsto.

Se ha contraído la inversión, y, por países, Francia, Italia y Países Bajos, han crecido bastante menos de lo que se esperaba que crecieran; además, en otros, caso de España, el consumo se está desacelerando, y aunque no sea miembro del club monetario, en el Reino Unido se está poniendo de manifiesto que la deuda media del ciudadano medio está alcanzando niveles más que preocupantes.

¿Qué está sucediendo?, algo muy sencillo: que paso a paso, poco a poco, se va reconociendo que las cosas están peor de lo que se ha estado diciendo y que van a ir a peor de lo que se decía que iban a ir. Evidentemente, aún no se está diciendo todo lo que va a venir, por ejemplo, a día de la fecha se sigue manteniendo que en el 2008 el crecimiento será del 2.5% en la zona euro; bueno, es cuestión de meses que esto también se cambie; yo calculo que para Enero ya se rebajará esta cifra; se empezará con un 2,3 – 2,4, para, en el Verano, bajar al 2,0 – 2,2. (Me voy a mojar: estimo que en el 2008, el crecimiento de la eurozona no superará el 1,8 – 1,9%).

Piénsenlo. Muy mal deben estar las cosas cuando el garante final de la estabilidad de precios no hace lo que debería hacer, muy mal. Teniendo en cuenta eso que el BCE debería hacer, el BCE debería haber subido los tipos el pasado 4 de Octubre; pero si lo hubiese hecho, las consecuencias habrían sido malas, malísimas. Pero no, los tipos se mantuvieron; ¡que bien!; ¿seguro?; con este mantenimiento, junto a toda la liquidez que en estos meses pasados el Banco ha inyectado en el sistema el mensaje es diáfano: hay y van a continuar habiendo problemas, y como los que estamos aquí no queremos que nos acusen de contribuir a esos problemas, vamos a aplicar el manual, otra página claro, que para los casos de problemas el manual también tiene páginas específicas.

¿Seré el único que lo dice? (sé que no, pero como somos tan pocos los que lo decimos …). Inyectar liquidez no va servir absolutamente para nada de cara a evitar lo que ya ha comenzado, y mantener o reducir los tipos (eso vendrá después), tampoco. Lo repito por vigésimo sexta vez: esta crisis es sistémica, y tocando elementos aislados no se evita. Esta liquidez extra, este mantenimiento de tipos va muy bien para, por ejemplo, lo que nos explicaba el Sr. Moisés Romero en su Carta del 5 de Octubre: para que quienes quieran recomprar acciones puedan hacerlo, pero no para dar la vuelta a la situación en la que hemos entrado. A finales del 2008 ya estará claro, a lo largo del 2009 el sentimiento será generalizado.

En línea con esto, El País, en su suplemento Propiedades del Viernes 5 publicó un artículo extraordinario. Consíganlo como puedan y léanlo. (Que yo sepa, se publicó en la edición de Cataluña, no en la de Madrid; lástima). El artículo en cuestión llevaba por título una frase impactante: “La vivienda caerá el 10% este año”, se pueden imaginar de qué iba, pero, lo mejor, estaba al final de la página, en un recuadro en el que se comentaba el informe correspondiente al 2007 que, sobre el sector inmobiliario, desde hace cinco años elabora la inmobiliaria Forcadell. Copio algunos de los párrafos que fueron pronunciados por el autor del informe, el Sr. Gonzalo Bernardos, en la presentación del mismo y que en el texto de reproducían.

“simple el último que baje precios”. “Hay numerosas localidades que, aunque no construyeran nada en un futuro próximo, tardarían entre 5 y 10 años en absorber la oferta prevista de acuerdo con las licencias concedidas”. “(la situación de la economía española)’empeorará en 2008’”. “las entidades financieras bastante trabajo tendrán en salvarse ellas mismas”.

¿Mantener los tipos de interés?, ¿bajarlos?. Será por otra cosa, porque para evitar lo que viene …

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
 
Opinión, 18 de Octubre de 2007

Dr. Rato

Santiago Niño Becerra


En el reino, el Dr. Rato tiene dos problema.

Uno es de credibilidad, y, en parte con razón.

Las hemerotecas están para eso. El director gerente del FMI, el Dr. Rodrigo Rato (qué manía, ¿por qué se dirá “el aún director gerente”?) tiene dos problemas, sobre todo en España, y no es por lo que Uds. están pensando. La misma persona que el año pasado, en Diciembre, se llenaba la boca diciendo en Singapur, en la cumbre del FMI, que ‘el mundo iba bien’, es quien hoy dice 1) que hay problemas, 2) que no se van a acabar mañana, y 3) que si esos problemas duran tendrán consecuencias. ¡Vaya!, si que cambian las cosas en diez meses, ¿no?.

¿Quién, medianamente informado, no puede plantearse que el Dr. Rato sabe más de lo que decía y dice?. Muchas/os, por la sencilla razón de que las cosas no cambian del blanco níveo al neցro azabache en diez meses. Lo mejor de todo es que es ahora cuando el director gerente del FMI está diciendo la verdad, no en Diciembre; cierto es que no está diciendo toda la verdad, pero, algo es algo. Ese es el primer problema del Dr. Rato.

El segundo problema es el de pertenecer al partido político que pertenece; ¿por qué?, pues porque ahora todo el mundo va a pensar que dice lo que dice para contribuir con su granito de arena a la campaña electoral de ese partido, que está pensando en las próximas elecciones, vaya, y eso es muy malo, porque independientemente del partido político del que el Dr. Rato sea miembro, lo que ahora está diciendo es tan cierto como que, cuando llueve, lo hace de arriba para abajo.

Hace unos días, el director gerente del FMI mantuvo opiniones divergentes con el ministro de Economía del reino a cuenta de los presupuestos del 2008. El Dr. Rato dijo que, por lo que viene, la estabilidad presupuestaria no era tema de discusión, a lo que el Sr. Solbes respondió que los presupuestos españoles del 2008 son los convenientes. El dictamen en sencillo: lo evidente: ambos estaban hablando en clave electoral, y aunque así fuese, pienso que eso no es lo más destacable del rifirrafe.

Quien sea puede decir lo que quiera, pero los presupuestos del reino para el 2008 son expansivos, el problema es que se ha supuesto que los gastos presupuestados se van a pagar con unos ingresos que no se van a obtener porque las previsiones económicas con que se han elaborado son de ciencia ficción: ni harta de pacharán España va a crecer el próximo año el 3,3%. Entonces, dirán Uds. “¿han sido unos presupuestos electoralistas?”; respuesta: sí, pero es que no podían ser de otra manera y, en el fondo, daba lo mismo como fuesen.

En el 2008, la crisis que ya ha empezado, será más profunda (es a eso a lo que se refiere el Dr. Rato cuando dice que “pasará factura”, pero, aunque sabe mucho más, se queda ahí, entre otras razones, porque, aunque no quiera hablar en clave electoral, el Dr. Rato se lo debe a su partido), aquí y allá. Y, ni aquí ni allá van a cumplirse los presupuestos de ingresos. Pero el manual dice que para reactivar hay que expandir, por lo que, aquí y allá, se aplica el manual y se expanden los presupuestos de gastos, sabiendo que, ni van a poder cumplirse esos gastos, ni para evitar la crisis va a servir la expansión porque esa crisis, ni se puede evitar, ni se arregla gastando más. Si a eso añadimos elecciones a la vista, tenemos la película completa.

El ministro de Economía del reino dice que no se van a revisar las previsiones, y hace bien, porque da igual que se revisen o que no se revisen y, si no se revisan, la población -los votantes- continuarán viviendo en la inopia unos meses más. El director gerente del FMI dice que todo lo que está pasando tendrá consecuencias, y tiene razón, y, a la vez, da herramientas a su partido para que monte un meeting político, meeting que, tal vez, sea decisivo para dar la victoria a ese partido en las próximas elecciones, o todo lo contrario: que le de la derrota porque la gente no quiera oír cosas tristes, aunque, en el fondo una cosa u otra dará lo mismo porque lo que ya está llegando es inevitable, por lo que dará exactamente lo mismo que partido sea el que gobierne.

De todos modos, todos están haciendo su papel, es decir, lo que deben hacer, incluido el Dr. Rato; que es como debe ser. ¡Faltaría más!.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
 
Opinión, 19 de Octubre de 2007

Peajes

Santiago Niño Becerra


Viene a cuento, viene a cuento.

Francia está considerando imponer una tasa a los camiones con matrícula no francesa que circulen por sus carreteras que no sean de peaje. Dos son los motivos que los expertos franceses esgrimen. 1) obtener pasta para el mantenimiento de las vías que esos camiones utilizan y desgastan, y 2) reducir la contaminación que esos camiones causan. Esos expertos argumentan, entre otras cosas, que otros países ya lo han hecho. Veamos.

Francia es un país central, menos que Alemania, Austria y la República Checa, países que ya han puesto en marcha cánones parecidos, pero central al fin y al cabo, por lo que cuenta con poder para imponer tal peaje; la pregunta es: ¿son las razones esgrimidas las verdaderas?.

Detrás de ese proyecto de peaje, detrás de todos los peajes subyace algo a lo que ya nos hemos referido en esta página: el pago por acceso al uso. Dicen los técnicos del ministerio francés de Transportes que los camiones foráneos, al circular por las vías que no son de peaje, ocasionan un desgaste cuyo arreglo no contribuyen a financiar. El desgaste, evidentemente, existe, pero la contribución podría venir dada a través de los impuestos diversos que esos camiones pagan en su recorrido por el vecino país a través de los consumos que sus chóferes realizan y del combustible con que llenan los tanques de sus camiones; pero claro, si esos fondos se dedicaran a mantener las carreteras por las que esos camiones circulan, no podrían ser dedicados a otros menesteres.

Otra opción sería elevar los impuestos, pero, entonces, extranjeras/os y francesas/es se verían afectados por los mismos; mal asunto; además, si el peaje, finalmente, se impone, siempre puede existir la posibilidad de reducir los impuestos en casa o, cuanto menos, no subirlos o subirlos menos.

El hecho es que, al final, la filosofía es clara: quien usa paga y, como los camiones franceses, consideran los responsables de Francia, ya pagan lo suficiente, ahora les toca el turno a los camiones de fuera. Entiendo que muchas compañías de transporte, sobre todo las pequeñas y medianas, van a considerar el asunto una frutada, pero, si se analiza desapasionadamente, la cosa es de una lógica aplastante: ¿Quién usa la carretera?, el camión, ¿desgasta?, si; ¿está pagando por desgastar?, no; pues que pague, y punto pelota. (¿El incremento de costes que tal medida va a representar?, pues quienes tengan que pagar que aumenten su productividad para compensar tal coste. Ya, ya; dirán que eso se dice más fácilmente de lo que se hace, y sí, así es).

Lo que es una solemne ……… es decir que la tasa en cuestión va a contribuir a reducir la contaminación. ¡Por favor!, ¿va a suponer la tasa que un camión va a tener que pagar que ese camión emita a la atmósfera menos gramos de carbono por Km. de los gramos que ahora emite?. Ese peaje, ¿va forzar el desarrollo de una tecnología antigravitatoria con la que serán equipados los camiones que circulen por Francia de forma que no rocen el pavimento ‘sobre’ el que circularán?. El tema del medio ambiente es como un muelle, como una goma elástica: da para estirar mucho, pero casi nunca ata nada. Los camiones pagarán, pero esa polución que ocasionan no va a disminuir, al menos no va a hacerlo por el hecho de tener que pagar, entre otras razones porque, ni existe una tecnología de transporte por carretera alternativa, ni el ferrocarril puede sustituir al camión para todo ni en todas partes.

La idea del ministerio francés de Transportes se va a imponer, no lo duden: ya se lo he dicho: vayan acostumbrándose al pago por acceso al uso; pero no sueñen con que la contaminación va a bajar al tener que pagar por hacer cosas que contaminen.

¿Ven como venía a cuento?.

(El genial autor de SciFi Ray Bradbury, en su relato “Lambda 1” resolvió el tema del transporte. No se lo cuento; léanlo, vale la pena).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
 
Opinión, 22 de Octubre de 2007

Tipos (más)

Santiago Niño Becerra

Uds. lo leyeron aquí hace unos días: los tipos de interés bajarán.

Hace unos días -el 17 de Octubre- comentamos en lacartadelabolsa que, quienes lo hacen, bajarían los tipos, y que el crecimiento, para el 2008, en la UEM, iba a estar entre el 1,8 y el 1,9%, y lo leyeron con un añadido: “Me voy a mojar”; pues bien voy a mojarme más: ahora rebajo esa previsión de crecimiento para el 2008 y para toda la eurozona al 1,0 – 1,2%; para el Reino de España pienso que, a 31 de Diciembre del próximo año, el PIB habrá crecido un 1,5% (+/- 0,2) con respecto al último día del año en curso.

¿Por qué, Uds. se estarán preguntando, este cambio a la baja en menos de una semana?, pues porque las cosas están yendo a peor más rápidamente de lo que creíamos, yo, y casi todo el mundo. Lo dicen los números, los estudios, pero, también, lo dicen las anécdotas. El único, casi, que no lo dice es el ministro español de Economía: la economía del reino “va a seguir bien”. (Estoy convencido que no se lo cree).

A partir de ahora -a partir de Septiembre- hemos principiado una senda decreciente, a la baja; de momento sin excesivas prisas, pero sin pausa alguna. Es una senda en la que, aún, nadie o muy pocos corren, pero en la que ya bastantes están acelerando el paso. (Yo, como saben, no hablo de la Bolsa, pero lanzo la pregunta al aire: ¿por qué está subiendo la Bolsa española?). En esa senda hacia abajo, los tipos serán reducidos porque es lo que el manual dice que en estos casos debe hacerse … para reactivar. ¡PERO SI AHORA NO SE TRATA DE REACTIVAR, SINO DE MINIMIZAR EL TORTAZO!. Da lo mismo: el manual dice …, y se aplica el manual.

Vamos a ver, cuando la gente empiece a perder sus empleos (¿qué se creará menos empleo?, pero, ¡que dice la CEOE!, ¡va a destruirse!, y un montón) y sus salarios, cuando la gente vaya constatando que con sus salarios monetarios cada vez puede adquirir menos bienes, cuando decrezca el consumo de todo: casas en la Toscana, cenas a la luz de velas perfumadas, software para control de la producción, novelas negras, herramientas de precisión, preservativos con sabor a frambuesa, corbatas de 500 dólares, automóviles, viajes en business, caramelos de menta, y lo que quieran añadir, PORQUE LA PASTA QUE UNO TIENE NO LLEGA Y PORQUE EL CREDITO SE HA ACABADO, ¿qué demonios va a importar que los señores de la FED y del BCE rebajen los tipos?. (En Japón ya saben la respuesta a esta pregunta, aunque la descubrieron cuando las condiciones eran bastante menos malas que las actuales).

El Dr. Rato ha vuelto a dar en el clavo (este hombre está diciendo lo más interesante que ha dicho siendo director del FMI ahora que se va, ¡como debe ser!): la solución está en la cooperación internacional. (Estoy convencido de que el Dr. Rato, cuando dijo esto, no estaba pensando en ‘cooperación’, sino en ‘coordinación’). No hay solución a esta precrisis: el 2008 va ser mucho peor que el cuatrimestre Septiembre – Diciembre del 2007, y el 2009 será infinitamente más malísimo que el 2008; como tampoco la hay a la crisis del 2010 – 2018, y ya hemos dicho el motivo: porque es sistémica. Pero con la coordinación de medidas, de políticas, de estrategias, puede, a partir del 2012, comenzar a verse que las cosas pueden ser de otra manera, y, a partir del 2015, a salir del hoyo. Pero para llegar a eso hace falta que nos demos un trastazo histórico. ¿Coordinarnos antes?, si, de boquilla, de cara a galería, es decir, para nada, o sea, una cosa de coordinación. ¡Ay la política!.

Y nada, en todas partes, pero, sobre todo aquí, seguimos a piñón fijo: que los pisos no van a bajar porque la economía está sólida, que el ajuste del sector inmobiliario será suave. ¡Por aquí!. Hagan una prueba. Escojan una casa que les guste, vayan a verla y hablen con quien corresponda, digan que si, pero que se lo tienen que pensar. Si es segunda residencia de segunda mano, pueden obtener una rebaja de hasta el 25%, si es primera residencia, también de segunda mano, de hasta el 15% (datos reales de la provincia de Barcelona); y si la casa es nueva, independientemente de que sea primera o segunda residencia, dependerá del lugar de su cuerpo a dónde le haya llegado el agua al promotor, pero seguro que algo sacan.

Durante el 2008 y de forma oficial, pienso que los precios de los inmuebles, de media, van a bajar muy poco; en el 2009, tampoco demasiado, aunque más; la gente continuará esperando ese milagro de la mano invisible del que hablábamos hace unos días; pero a partir del 2010 …. A partir del 2010, y hasta el 2012, al menos, quien vaya con pasta en la mano va a poder comprar lo que quiera al precio que quiera, LO QUE QUIERA, bienes inmuebles y muebles.

Bueno, pues los tipos van para abajo (en el 2010, tipo del 0% real), y algunas/os se pondrán muy contentos porque eso les permitirá hacer discursos y salir sonrientes en fotos y en reportajes, pero no va a servir absolutamente para nada; es más, tómense 5 mg. de Diacepán cada doce horas (para no abusar) en el momento que vean que los tipos empiezan a bajar. Recuérdenlo.

Y como aperitivo (uno de los que en los próximos meses vamos a disfrutar): la furgoneta que Nissan iba a ensamblar en Barcelona, ¡tururú, rurú, rurú!.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
 
Opinión, 23 de Octubre de 2007

Septiembre (más)

Santiago Niño Becerra

¿Se acuerdan de la serie “Septiembre” que leyeron aquí?, pues seguimos con ella.

Se ha publicado el IPC del reino correspondiente al mes de Septiembre. Malísimo: en Septiembre del 2007 es idéntico al de Diciembre del 2006. Pero, profundizando más, malísimo por un doble motivo: porque se debe a elementos que nada influyen en el crecimiento, y porque, al deberse a esos elementos, es extraordinariamente difícil de rebajar. Me explico.

La interpretación oficial, tanto del partido que hoy gobierna en España como del partido que gobernaba anteriormente, al diferencial de inflación existente en el reino respecto a la media de la UEM era, hasta hace cuatro días, la de que ese diferencial estaba ocasionado por el mayor crecimiento de la economía española.

Ahora resulta que la inflación es debida al aumento que han experimentado los precios de bienes que, hasta hace pocos años, eran considerados básicos (esta denominación ya no esta de moda): leche, bemoles, pan, carne de pollo, … y, también, debido al aumento de los precios de las sempiternas frutas y hortalizas, y del petróleo, claro.

Lo rellenito es que los incrementos de precios de estos bienes no dependen, en gran medida, de ‘nosotros’, es decir, de los productores españoles, sino de algo tan etéreo como ‘la demanda internacional’ y ‘las políticas agrícolas europeas’; y en la parte que sí dependen de ‘nosotros’-la intermediación- no hay bemoles de meterse debido a otra cosa tan etérea como son ‘las leyes del mercado’. Del petróleo, mejor no decir ni pío.

A la vez, el hecho de que estos bienes sean los responsables del aumento de precios supone que no es posible, o que es muy difícil, poder aplicar el instrumento idóneo, hoy, para frenar la inflación: el aumento de la productividad, por lo que podemos deducir que, a no ser que cambien muchas cosas en ‘la demanda internacional’ y en ‘las políticas agrícolas europeas’, vamos a tener aumentos de precios en esos bienes para rato … a menos que la demanda interna diga basta y deje de consumirlos, cosa bastante difícil mientras en los supers e hipers continúen admitiendo plástico para pagar y mientras quienes sostienen ese plástico sigan sosteniéndolo.

Horas antes de escribir estas líneas había recibido un mail de una antigua alumna que se halla trabajando en Venezuela asesorando en temas financieros a explotaciones agrícolas y ganaderas (mañana les contaré sobre eso). Me decía, entre otras cosas, que uno de los bienes que, desde hace tiempo, escasea en las tiendas venezolanas es la carne; ¿el motivo?, pues que el precio al que se le pagan a los ganaderos es inferior a los costes de producirla. Oído a la pisada.

Es decir, de cara a la inflación, el reino tiene dos problemas: su bajísima productividad y el impacto de esas cosas etéreas. Sin embargo, el secretario de Estado de Economía, el Sr. David Vegara, va y dice que de las cinco décimas que el IPC subió en Septiembre en relación a Agosto, cuatro se debían al aumento habido en el precio del petróleo y sólo una a los alimentos; y sale, también, el portavoz de Economía del principal partido de la oposición y dice que la culpa la tiene la política presupuestaria del Gobierno. Y yo digo, ¿y qué narices le importa eso a la gente cuando ve que cada vez le alcanza menos su dinero cuando hace la compra de la semana?.

En la serie “Septiembre” les decía que la que viene va a ser una crisis de recursos, pues en eso estamos.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
 
Opinión, 24 de Octubre de 2007

Venezuela

Santiago Niño Becerra

Ya se lo he dicho: a veces, gente interesante me envía cosas interesantes.

Esta vez se trata de la respuesta a un mail que remití. Una antigua alumna, y amiga, se halla en Venezuela, trabajando como asesora crediticia a comunidades de campesinos en Isla Margarita. A veces, cuando leo algo interesante sobre el país, se lo envío, y ella me responde con comentarios siempre jugosos. Hace unos días le remití un artículo (Francisco Perejil, “Ni un dólar más para wisky”. El País 11.10.2007) y su respuesta es esclarecedora. La reproduzco.

“Estoy muy bien, pero sin un minuto de tiempo. Hemos tenido varias reuniones con la dirección de riesgos de (nombre de la institución) y la semana que viene se empezará el reparto de créditos. La única desventaja es que el tiempo de devolución es muy corto (máximo 12 meses), yo pensé que nos darían 24, lo que hace que se incrementen demasiado las cuotas mensuales. Además quieren conceder todos los créditos antes de que finalice el año por la entrada en circulación del bolívar fuerte.

En estos momentos estoy haciendo más de 10 asesorías diarias, demasiado, ya que la gente no es nada realista: piden demasiado crédito en relación con los ingresos que tienen, sin ser conscientes de que, a veces, la cuota mensual a devolver es incluso mayor que el importe de sus ventas mensuales. En ocasiones es como si creyesen que el crédito es un regalo y no una obligación (parte de la culpa de eso la tiene el gobierno y los famosos consejos comunales, que el año pasado concedieron créditos a muchas comunidades y tienen una tasa de jovenlandesesidad del 92%, con eso no se ha conseguido otra cosa sino malacostumbrar a la gente y favorecer a que no se paguen los créditos). Y es por eso que nuestro fin no es solamente que consigan el dinero, sino que el socio del Bankomunal vea y entienda la realidad de su negocio.

En cuanto al artículo que me has enviado, debo confesar que es cierto en un 100%. El presidente anunció un incremento de los impuestos a la importación de whisky y muchos otros productos americanos, con lo que, por lo menos en la isla va a escasear bastante, que dicho sea de paso, y extrañamente, es la bebida más demandada (teniendo una bebida tan buena como el ron). Y escaseará no solamente por el aumento de precio, sino también por la limitación de los importadores del cupo de CADIVI. Por desgracia, a lo único que llevará esto será al inicio del tráfico ilegal de whisky, ya que te puedo asegurar que su caña la seguirán tomando sea como sea.
En cuanto a los chavistas nuevos ricos, no solamente está su modo de vida, sus niveles de gasto son conocidos por todo el mundo, incluso se sabe que muchos de ellos detestan esta revolución y lo único que quieren es ganar plata apoyando al presidente y al ‘Nuevo Socialismo’, aunque personas así las hay en todas partes cerca del poder y del dinero, en esta ocasión son un número demasiado elevado.

Además de todo esto, la gente está bastante intranquila por el anunciado referéndum para reformar la Constitución. Hace poco estuve en Caracas; el taxista que me llevó hasta el hotel trabajaba en el aeropuerto y estaba indignado por la reforma (supongo que se desahogó conmigo ya que me comentó que no puede hablar de estos asuntos en el aeropuerto porque es funcionario y si le oyesen le despedirían); me dijo que entre, otras cosas lo que más preocupa a la gente es que sólo se podrá tener una propiedad, quedando expuesta una segunda a una posible expropiación por parte del Estado en cualquier momento; ni si quiera el vehículo de un taxista será de su propiedad. Es una reforma que, por lo general, no está gustando demasiado, ni si quiera a muchos que al principio eran chavistas ya que se están cansando de esperar promesas que el presidente no está cumpliendo.
Y por cierto, no solo la leche y los bemoles faltan en los supermercados, tampoco hay azúcar, azúcar que el Estado se está encargando de producir, y también estamos escasos de carne (como ya te comenté, los ganaderos no venden ya que tienen más gastos que beneficios y no les sale a cuenta). Así que ya ves que vienen tiempos duros aquí.

Ahora todo el mundo va loco por cambiar a dólares y vender propiedades, y lo que me sorprende muchísimo es que la construcción no ha decaído, más bien está en auge; desde luego no sé quien comprará pero demanda tiene que haber ya que aquí se empieza a construir con los primeros pagos, es un sistema bastante curioso: los pisos que se compran antes de ser acabados cuestan menos de la mitad, ya que hay bastante riesgo de que no se lleguen a acabar nunca y es que el gobierno pide, en ocasiones, permisos inexistentes que los constructores no pueden conseguir. Resultado: muchísimas construcciones en Margarita están a medio construir y abandonadas.

En realidad son demasiadas cosas que me chocan pero que a la vez ya me parecen hasta normales, construcciones a medio hacer abandonadas, coches circulando tan tranquilos sin matrícula, películas en el videoclub que, evidentemente, son piratas ya que no han sido estrenadas aún en el cine, discusiones de quien cambia mejor el euro este mes, boquetes inmensos en todas las vías, incluso en las autopistas, calles inundadas cuando llueve ya que no hay ni una alcantarilla, reliquias de coches y busetas de hace más de 40 años, chabolas al lado de apartamentos lujosos, sarama y vidrios rotos acumulados en las calles… cosas que en mi país serían impensables aquí todavía son de lo más normal.

Espero que, cuando vuelva, no me cueste acostumbrarme a esa otra realidad.

Hasta pronto”.

No añado ni una línea: ¿hace falta?.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
 
Opinión, 25 de Octubre de 2007

La calle


Santiago Niño Becerra


No, no me voy a referir a ‘hacer la calle’, pero …

Uds. ya lo sabrán, pero voy a recordarlo. Si, de verdad, de verdad, se desea saber lo que pasa en el mundo, en el entorno económico y social, hay que saber lo que pasa en la calle. Leer sesudos informes y elaboradísimos estudios confeccionados por reputadas/os (¿qué mal suena lo de ‘reputadas’, ¿no?) expertas/os, está bien y es necesario, pero para conocer el día a día, hay que salir a la calle, y, una vez en la calle, lo primero que hay que hacer es hablar con tres colectivos: taxistas, camareras/os de bar (de barra, no de mesa) y con empleadas/os de instituciones financieras que realicen su trabajo en la calle. Estos colectivos constituyen el mejor termómetro económico y social que hoy puede encontrarse.

Ya les he hablado de una amiga, licenciada en ADE el pasado año, que se halla en la plantilla de una importante institución financiera española, y, de ahí el interés, que trabaja en la calle como gestora de pymes; pues bien, hace unos días coincidimos y estuvimos charlando un rato; bueno, la verdad es que quien habló fue ella, yo me dediqué a escuchar.

De entrada su aspecto: mucho más cansado que unos meses atrás. (Cuando coincidimos eran las 21:30 h, y acababa de abandonar una reunión de trabajo; y era la enésima ocasión en que le daban esas horas trabajando). Miméticamente, me repitió lo que semanas atrás, en otro encuentro, me había dicho, pero añadió cosas. Me dijo que hoy, en el reino, ya hay instituciones financieras que no conceden un crédito hipotecario ni a su progenitora; a promotores inmobiliarios, por descontado y sin paliativos, pero, tampoco, a particulares. En la institución en la que ella trabaja, se miran con una lupa de 1.000 aumentos al promotor que solicita financiación, y con una de 500 al particular que pide un crédito. (¿Y a alguien le extraña que el presidente del Gobierno haya ¿suplicado? a la banca que no cierre el grifo de las hipotecas?).

Me dijo que en su institución financiera había nerviosismo, que para mover un eurito se analizaban papeles y papeles y más papeles, que entre los jefes había preocupación, que, por descontado, hoy la solvencia de las operaciones primaba por encima de todo lo demás, sin embargo, los objetivos fijados a las empleadas y a los empleados que se hallan en producción -mi amiga- no cesaban de subir y subir (me dijo la cifra media de captación de nuevo negocio que en este ejercicio tenía como objetivo; es, pura y simplemente, una exageración, un despropósito, tanto, que ni siquiera es una utopía).

En la calle, entre las pymes con las que trata cada día, en los polígonos industriales, se percibe una creciente desazón, pero, también me habló de un mantra que puede oírse en oficinas y despachos: ‘si se dice que va a venir una crisis, la crisis llega’; ¡como si una crisis, como si la crisis que ya está llegando, dependiese de que se diga que va a llegar, o no!; que quien esto dice recuerde lo feliz que la gente vivía en Agosto de 1929.

Esto en la calle, pero en las alturas, al nivel de los pisos cuadragésimo séptimos de los rascacielos de las poderosas corporaciones financieras, también están llegando los ecos de la calle. Si no, ¿de qué el Citi, el America y el Morgan iban a constituir un fondo para afrontar (¿afrontar?, ¿qué se piensa que se va a poder afrontar con 80.000 cochinos millones de dólares?) consecuencias derivadas de las subprime que van a llegar en el 2008?. En los pisos altos, hasta ahora había incertidumbre, hoy hay temor; esas personas que con un chasquido de sus dedos mueven 5.000 millones de dólares han leído el libro de Galbraith y saben que en 1928 sucedieron muchas de las cosas que hoy están sucediendo.

Y en la calle y en los pisos altos, las commodities, y destacando entre ellas, el crudo. Hace un par de años, Goldman Sachs habló de un barril a 150 dólares y las carcajadas se oyeron en Sumatra, hoy, con toda naturalidad se está hablando de un barril a 100 dólares. Un barril a 100 dólares supone tener que pagar el litro de super a 1,5 euros, ¡terrible!, pero, ¿a cuánto supone tener que pagar el kilowatio de energía eléctrica?.

En USA -aquí no, ¡faltaría más!: la economía española sigue sólida- ya se está empezando a hablar de estanflación, puede leerse, pero, cuando esto escribo, estoy pensando en una charla que tuve hace un par de semanas con un alumno que ha estado varios meses allí: su información, de nuevo, la recogió en la calle: el día a día.

Y ahora que el Dr. Rato se está yendo del Fondo y está bajando a calle, está empezando a decir cosas, no demasiadas, pero algo es algo, ¡por fin!. (Por cierto, inadmisible el chistecito que el Presidente del Gobierno del Reino de España se permitió con el apellido del director gerente del FMI; ¿se habrá preguntado el Sr. Rodríguez Zapatero por el motivo de las pasadas ‘equivocaciones’ del organismo?.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
 
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