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Todos sonríen, de hecho es en la única imagen que sonríe la chica. Pensar que una mujer con 23 años sin patologías fisicas que le afecten gravemente o provoquen dolor cronico, no puede rehacer su vida y ser feliz, es de sádicos. Por mal que estés, tienes que pelear y seguir adelante, si estás roto y tu vida no vale y no lo quieres hacer por ti mismo, perfecto, pero hazlo por los que te quieren. A mi eso fue lo que me salvo, el darme cuenta de que tenía que salir adelante por la gente que me quería, no podía hacerles sufrir mi pérdida por un capricho mío. Así que salí adelante, luche, encontré el amor y hoy soy padre. Y esas cosas son las que te atan a la vida. El amor y la familia. Si esa chica tuviese marido y un hijo, con 23 años como tenía mi progenitora a su edad, tendría motivos para luchar, tendría motivos de alegría. Y si no los tienes, los buscas. No hay mayor recompensa que el hacer cosas por los demás.