Las personas tenemos que ser formadas para ser duros, para ser resilientes, para la lucha, para afrontar los problemas y las situaciones adversas, pero el ser humano también debe ser libre para decidir cuando ha llegado el final, es decir, cuando el hombre haya acabado con su misión, con su vida (Deleuze), o cuando la vida haya acabado con el hombre (Ramón Sampedro)
Nietzsche decía que la idea del suicidio nos debía ayudar a vivir, y tenía razón. Esa idea nos indica que estamos aquí porque queremos y que podemos estar aquí hasta que queramos y que el hombre es libre de elegir su final, este pensamiento, lejos de ser negativo, es un pensamiento que ayuda mucho para seguir adelante.