Es una noticia con varias lecturas.
Por un lado, sería bueno que a Amazon no le fuera demasiado bien si eso pudiese significar una cierta vuelta de las compras al comercio tradicional presencial o pasado a venta remota.
Pero por otro, esto puede ser un canario en la mina sobre las nefastas previsiones económicas al margen de Tezanos y el gobierno, que Amazon esté detectando una caída general de la demanda de consumo en España y se esté viniendo el guano (en octubre, además).
Mucho me temo que es más lo segundo que lo primero.