Un perro requiere de tiempo y esfuerzo, así es. Sin ir más lejos, hace unas semanas mi perro me despertó a las 5 de la madrugada porque se hacía sus necesidades encima y quería bajar a la calle a ello. Algo extraño, pensé. No le había sentado bien la cena. Bajé con pijama, sin correa ni bolsas de caca, sabiendo que como no me iba a ver nadie, la hez quedaría donde mi animalillo decidiera. Era bajar y subir. Su criterio fue que fuera en el portal del edificio del lado, con cuyos vecinos mantenemos una disputa legal desde hace varios años. No contento con ello, se arreó una meada de campeonato a escasos centímetros de la hez. Quedó el portal echo un cristo, con la hez simétricamente en el centro y la meada escurriéndose de arriba abajo, hasta embadurnar todo el suelo. Este animal es un genio, llegué a creer.
Cuando me fui a trabajar, a las pocas horas, observé que la puerta del portal vilipendiado se abría hacía fuera (ignorante de mí), por lo que el primer usuario de la mañana había arrastrado las heces (bastante poco consistentes) por todo el portal, quedando parte de la hez incrustada bajo la puerta. Había, para mas inri, una huella de pie que había hecho "pleno". Dios cómo me reí pensando en cómo me maldecirían todos los vecinos del edificio del lado.
Así a bote pronto es una de las compensaciones que me da mi mascota, en respuesta al op.