Bulldozerbass
Pecador de la pradera
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Es de gran significado e importancia que un sacerdote use su sotana todo el tiempo y que jamás sea visto sin ella; porque nos habla de una realidad que nos supera. Nos habla de la vida divina y de la eternidad a la cual aspiramos.
Es claro que necesitamos que los sacerdotes dejen de esconderse con ropa de civil, y que "cuelguen el hábito"; simplemente porque en un mundo donde reina la desesperanza; ellos la siembran desde algo tan simple como una sotana.
Pierden su tiempo aquellos sacerdotes que se olvidan de los fieles para planear acercar fieles como un programa de captación empresarial. Más importante sería que el Sacerdote partiera desde lo básico: Usar su vestimenta propia, rezar, hacer penitencia y administrar oportunamente los sacramentos conforme a su estado Canónico.
La globalización y el Nuevo Orden Mundial nos dictan una igualdad; una igualdad absurda basada en una uniformidad por la que hombres y mujeres visten casi por igual. Ahora el sacerdote por obligación debe vestir de un traje que le distinga de entre los fieles y ese traje siempre será el talar.
Si el sacerdote no manda vocaciones al Seminario, debería preguntarse si realmente está siendo ejemplo de vida cristiana; porque el traje talar no hace a los santos; sino que los santos deben estar a la altura del traje talar que portan. Un sacerdote no camina de la mano del mundo; sino de la mano de Dios.
Atraer a los jóvenes a la fe cristiana no se logra con juegos y aplausos, tampoco con narices de augusto o deformaciones litúrgicas; así como tampoco se atrae a los pueblos paganos con "Pachamamas" o brujería. Los fieles vamos a dónde está la verdadera fe en Cristo y los pastores deben ser como robles fuertes y de nada sirve un "Roble" que se esconde; así que necesitamos ver al sacerdote y no hay mejor forma de verlo que con si sotana todo el tiempo.
Es claro que necesitamos que los sacerdotes dejen de esconderse con ropa de civil, y que "cuelguen el hábito"; simplemente porque en un mundo donde reina la desesperanza; ellos la siembran desde algo tan simple como una sotana.
Pierden su tiempo aquellos sacerdotes que se olvidan de los fieles para planear acercar fieles como un programa de captación empresarial. Más importante sería que el Sacerdote partiera desde lo básico: Usar su vestimenta propia, rezar, hacer penitencia y administrar oportunamente los sacramentos conforme a su estado Canónico.
La globalización y el Nuevo Orden Mundial nos dictan una igualdad; una igualdad absurda basada en una uniformidad por la que hombres y mujeres visten casi por igual. Ahora el sacerdote por obligación debe vestir de un traje que le distinga de entre los fieles y ese traje siempre será el talar.
Si el sacerdote no manda vocaciones al Seminario, debería preguntarse si realmente está siendo ejemplo de vida cristiana; porque el traje talar no hace a los santos; sino que los santos deben estar a la altura del traje talar que portan. Un sacerdote no camina de la mano del mundo; sino de la mano de Dios.
Atraer a los jóvenes a la fe cristiana no se logra con juegos y aplausos, tampoco con narices de augusto o deformaciones litúrgicas; así como tampoco se atrae a los pueblos paganos con "Pachamamas" o brujería. Los fieles vamos a dónde está la verdadera fe en Cristo y los pastores deben ser como robles fuertes y de nada sirve un "Roble" que se esconde; así que necesitamos ver al sacerdote y no hay mejor forma de verlo que con si sotana todo el tiempo.