El punto de no retorno es el cruce del río Dniéper por los ucrosionistas.
En la derrota debe subsistir la alegría. Luchar contra el mal no es una opción. Es un deber. Como cristianos, sentimos esa Comunidad de fe y piedad cristianos que nos empujan a combatir al mal allá donde esté.
Y la OTAN es la encarnación del mal.
No sé cuánto resistiremos. Ni si podremos dar la vuelta a la situación y prevalecer, pero siento la presencia de Nuestro Señor Jesucristo con nosotros, caminando de la mano en esta senda de rectitud y honor.
Esa es la verdadera victoria.
Somos hermanos en Cristo. Somos los guerreros de Dios.
En la derrota debe subsistir la alegría. Luchar contra el mal no es una opción. Es un deber. Como cristianos, sentimos esa Comunidad de fe y piedad cristianos que nos empujan a combatir al mal allá donde esté.
Y la OTAN es la encarnación del mal.
No sé cuánto resistiremos. Ni si podremos dar la vuelta a la situación y prevalecer, pero siento la presencia de Nuestro Señor Jesucristo con nosotros, caminando de la mano en esta senda de rectitud y honor.
Esa es la verdadera victoria.
Somos hermanos en Cristo. Somos los guerreros de Dios.