Abre la primera ITV sólo de mujeres

La propia noticia dice que apenas mujeres quieren estudiar mecánica, entonces.... lo normal es que haya apenas mujeres mecánicas.

Siempre pueden obligar a punta de pistola que las mujeres que estudian derecho, magisterio o adminstración y empresa que lo dejen y se pongan a estudiar un FP de mecánica.
 


«Yo no quiero que me valoren por ser una mujer, quiero que se vea mi trabajo igual que se mira el que hace un hombre. Nada más. Es lo que he buscado desde que empecé y he trabajado muy duro». Noemí Amador es la veterana de las inspectoras del nuevo centro de ITV de Montijo y acumula más de 13 años de experiencia en este tipo de centros en Extremadura. Fue la única mujer que se presentó entre 13.000 aspirantes para acceder a una de las plazas que ofertaba en 2008 GPEX para las estaciones; aprobó y con los años pasó junto al resto de la plantilla a Itevebasa, la empresa que gestiona ahora los centros concesionarios que completan la oferta pública de la Junta de Extremadura. «¿Se tuvo en cuenta entonces que fuera mujer? No sé si eso me abrió la puerta; pero al final tu trabajo habla por ti y creo que debo valer, porque si no fuera así no seguiría trabajando 13 años después», relata.

Uno de los trámites en la inspección de un turismo en la ITV  de Montijo.


Uno de los trámites en la inspección de un turismo en la ITV de Montijo.

Es su segunda semana en la primera ITV sin suelos pegajosos ni techos de cristal en España. En Montijo ellas desempeñan todos los roles, ocupan cada espacio y asumen toda la responsabilidad en una actividad en la que la representación de las mujeres es aún muy escasa: desde la directora a la última inspectora son mujeres en este centro de trabajo pionero. Ocho empleadas en total. Que eso haya sido posible ha requerido de un empujón de la administración autonómica y voluntad por parte de la empresa: Por un lado, los pliegos de esta concesión premiaban la contratación de mujeres; por otro, Itevebasa apostó por convertir este centro en un referente con el que visibilizar la presencia femenina en el sector de la mecánica y la automoción, muy reducida aún. Según los datos de la EPA, las mujeres apenas representan el 19% en el sector de la automoción incluyendo fabricación, venta y mecánica; pero es en este último donde la representación se desploma: apenas el 2% de las solicitudes laborales para mecánica son de mujeres y suponen el 1% en las titulaciones de Formación Profesional, según los datos divulgados por Euromaster.
La única en clase
«Era la única en clase», recuerda África Buabent, de Mérida. Estudió en Valencia de Alcántara y, como en ese instituto había mecánica y restauración, a ella la asociaban siempre con el módulo ligado a la hostelería; pero se tituló primero en el grado medio de Electromecánica de Vehículos y luego en el superior de Automoción, como el resto de sus compañeras de la ITV. Nunca le ha faltado un empleo después y fue un antiguo compañero el que le habló de los puestos que ofrecían en esta nueva ITV. «Es extraño, porque estás acostumbrada a trabajar rodeada de hombres y aquí solo estamos compañeras», relata.



África Buabent, revisa los bajos de un coche en el foso de la ITV de Montijo.

Lo que no varía son las actitudes de algunos clientes: «En el centro en el que trabajaba antes me llegaron a preguntar una vez que si era la mujer de la limpieza. Era una persona mayor; pero no me lo podía creer cuando lo escuché», dice Cristina Cordón, otra de las inspectoras. Noemí Amador, sin embargo, dice que las actitudes más machistas se las ha encontrado en mujeres: «¿Y qué haces tú aquí?, me han dicho algunas veces», cuenta.

Es una mañana cualquiera de trabajo. Pasan por la línea de inspección un turismo, un todoterreno, una moto, un tractor, una furgoneta y un camión de residuos en los primeros compases de la jornada Itevebasa en Montijo. Esperan unas 70 citas ese día y la previsión es que puedan pasar más de 20.000 vehículos anuales. Los usuarios que esperan allí resaltan en primer lugar que por fin haya un centro fijo de inspección en el pueblo que sustituya a la ITV móvil que tenían antes seis meses al año, y que le obligaba en muchas ocasiones a desplazarse a Mérida o Badajoz para cumplir el trámite con sus vehículos; pero lo siguiente que les llama la atención es que a pie de foso y carpeta en mano les atienda una plantilla que está compuesta íntegramente por mujeres. Primero lo urgente y luego lo extraordinario, que no ha estado tampoco exento de cierta polémica en la zona con críticas a este ejemplo de discriminación positiva.
«Algo está cambiando»
«La verdad es que nunca me había encontrado con una inspectora en la ITV; pero qué más da. Hacen su trabajo y es lo más normal del mundo. Que ellas estén muestra que algo está cambiando y eso es bueno», dice Andrés Romero mientras espera a cumplir con el trámite de la inspección. Al volante de su coche está en ese momento pasando la prueba de los neumáticos África Buabent, una de las seis inspectoras que hay allí. Noemí Amador y Cristina Cordón son dos de las que se reparten el resto de la tarea ese momento carpeta en mano; una revisa otro turismo, otra empieza con un camión de residuos que acaba de llegar; luego un tractor y prueba de gases a una moto… El trabajo fluye y en la estación esperan que el tiempo haga disipar las dudas de los más escépticos en este modelo de centro de trabajo, que es excepcional. En poco más de un mes abrirá otra estación de la misma empresa en Montehermoso, pero en ese caso será una plantilla mixta con mujeres y hombres. Esa es la realidad de la mayoría de los centros de ITV en Extremadura, tanto los públicos como los concertados; aunque el reparto de roles sitúa a la mayoría de las mujeres en las tareas de administración y a una mínima parte en el área de inspección.



La plantilla de Itevebasa en Montijo, fotografiada en el foso de la línea de ITV.

«Pocas mujeres se decantan por los estudios de mecánica que se necesitan; igual que en enfermería, la mayor parte de las tituladas son mujeres», argumenta Sonia Santos, la directora de la ITV de Montijo. Esa es una de las razones. Ella también se habituó a estudiar y trabajar rodeada de hombres desde que se decantó por la titulación de Ingeniería Técnica Mecánica, siguiendo la estela de su padre, que era ingeniero eléctrico. «Alguna vez escuché: ¿Eso vas a estudiar?». «Y siempre respondía: Y por qué no, si es lo que me gusta», relata. De hecho el espíritu de este centro es el de visibilizar la infrarrepresentación de las mujeres en este sector.

Según los datos de la Consejería de Movilidad, Transporte y Vivienda, en los en los 35 centros de ITV de Extremadura trabajan 370 personas, de las que 88 son mujeres (24%) y 282 son hombres (76%); las mujeres suponen una cuarta parte de los trabajadores.

El equilibrio está roto en todas las áreas de trabajo y la balanza queda claramente marcada por los roles de género. Donde más se acusa es en las tareas de inspección: allí las mujeres suponen el 3,4% de los trabajadores, con 8 inspectoras frente a 223 hombres; hay que recordar que seis de ellas están en la nueva estación de Montijo. En los puestos de dirección hay cinco mujeres y 17 hombres; y en las tareas de administración del centro de recepción es donde las mujeres sí son un mayoría con 75 mujeres y 42 hombres en una plantilla con 117 empleadas en la región.

En el centro de Montijo, María Mendoza es la encargada de las tareas administrativas. Su presencia allí no destaca como sí lo hace la de sus compañeras en la línea de inspección; pero a ella sí le sorprende otro hecho: la inmensa mayoría de los que desfilan por allí son hombres, incluso aunque los vehículos que se van a inspeccionar estén a nombre de una mujer. «No deja de ser paradójico; es muy común que vengan los hombres a pasar la ITV del coche de su mujer», relata. Unos minutos antes de la conversación ha estado despachando los trámites de una decena de usuarios, todos hombres.
Roles
Los datos de l último anuario de la a Dirección General de Tráfico (DGT), en Extremadura recogen 656.000 conductores en Extremadura, de los que 266.000 son mujeres. «Muchas se ponen nerviosas porque creen que tienen menos conocimientos de mecánica, y piensan que si hay un problema no se van a enterar», dice la directora de la estación, que lleva ocho años al frente de distintos centros de Itevebasa. Pero a continuación va a la raíz que subyace tras ese hecho: «Al final, si te das cuenta, cuando va una pareja de hombre y mujer en el coche es él quien conduce la mayor parte de las veces. Y se sigue regalando el coche al niño y la muñeca a la niña. Algunas cosas están cambiando, pero el problema no está en pasar la ITV o quién está trabajando allí», dice. Está mucho antes, es más profundo y enraíza con la base sobre la que se sustentan los roles de género vigentes.








Lo que tienen que hacer es darnos paguitas a los hombres, a todos, y que trabajen ellas y nosotros a comer y a amar ojojojojojojojojojo
 
La propia noticia dice que apenas mujeres quieren estudiar mecánica, entonces.... lo normal es que haya apenas mujeres mecánicas.

Siempre pueden obligar a punta de pistola que las mujeres que estudian derecho, magisterio o adminstración y empresa que lo dejen y se pongan a estudiar un FP de mecánica.
Es lo que se está haciendo. Las universidades están PAGANDO excursiones de chicas de institutos para explicarles lo que son ingenierías, mientras los chavales se quedan en los centros con cara de simples y sin entender nada.
 
Es lo que se está haciendo. Las universidades están PAGANDO excursiones de chicas de institutos para explicarles lo que son ingenierías, mientras los chavales se quedan en los centros con cara de simples y sin entender nada.
Se lleva décadas discriminando y puteando a los hombres en el sistema educativo y beneficiando a las mujeres, ahora han metido el acelerador y es todavía más cantoso y da repelúsnte.
 
El punto más interesante aparte del abuelo que le preguntó si era la señora de la limpieza es que las actitudes más machistas se las encontró por parte de otras charos que la preguntaban "Y qué haces tú aquí?"

Enviado desde mi Redmi Note 9 Pro mediante Tapatalk
 
En mi última ITV con la moto, me tocó una mujer, me trató perfectamente, la traté correctramente, me detectó la pérdida de los dos tornillos del basculante, que estaba sujeto unicamente por los amortiguadores, me echó para atrás, le dí las gracias y me fuí con la ITV negativa y 14 dias para el arreglo y volver.

No me sorprendió, no le miré el ojo ciego, todos contentos, salvo la moto. Debo ser un muy de derechas de narices.
 
Pues ya era hora que las mujeres pasen la ITV, estoy cansado de estar con mujeres averiadas... Y que ya han pasado por muchas manos y tienen taras... Esto no es lo hablado

Pasando una revisión anual, los hombres podemos saber con que andamos solo mirando la pegatina en regla
Tú dónde tienes que ponerte la pegatina es en la mano. Cada seis meses ya, no?
 
El punto más interesante aparte del abuelo que le preguntó si era la señora de la limpieza es que las actitudes más machistas se las encontró por parte de otras charos que la preguntaban "Y qué haces tú aquí?"

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Y quiero ver cuánto tardan en pedir traslado
 
Se lleva décadas discriminando y puteando a los hombres en el sistema educativo y beneficiando a las mujeres, ahora han metido el acelerador y es todavía más cantoso y da repelúsnte.

Lo irónico del asunto es que a mas desarrollado es un pais, menos las mujeres tienden a decantarse por carreras duras, ya que las carreras y posiciones fáciles les permiten ya vivir de querida progenitora.
En cambio en paises en desarrollo las mujeres que realmente quieren prosperar y son válidas tienden a decantarse mas por carreras dificiles y técnicas ya que les permiten escalar posiciones.

Asi que por mucho que lo intenten el % de mujeres que estudien en carreras mas masculinas ha llegado a su tope.....
Está bien explicado en un documental noruego sobre la diferencia entre hombres y mujeres.
 
la culpa es del cliente, por acudir a un establecimiento que sabe que existe gracias al privilegio sexista... y donde por supuesto se discrimina al varón...

desde madrid no me pilla de paso precisamente, pero no me veríais allí ni harto de vino...
 
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