¿Crees que era mejor antes? ¿Era mejor cuando no había internet ni foros?
¿Si la ideología es la del mandamás del país entonces está bien?
¿Cuando solo el pudiente tenía una enciclopedia y el resto tenía que ir a la biblioteca cuando podía había más acceso a la información?
Nunca ha existió más libertad de expresión que ahora y nunca ha sido más difícil que ahora ocultar la cosas que suceden en el planeta.
Lo único que es permanente en esta vida es el cambio. Todo cambia, a veces a mejor, otras veces a peor. Para valorar los cambios deberíamos aplicar la razón y la objetividad, aunque nuestra historia nos ha enseñado ampliamente que todo depende, en buena medida, del punto de vista del observador. No soy de los que se quedan anclados en el pasado o de los que gritan que cualquier tiempo pasado siempre fue mejor. No, cada tiempo, época, momento, tiene su contexto y una serie de características y claves. Lo que ocurre es que todo apunta, a poco que te informes más allá de lo que dictan los mass media, que estamos ante el final de una era, una etapa "acomodada", al menos desde el punto de vista de un occidental. Sí, estamos viviendo tiempos históricos, si me permites la licencia. El sistema macrofinanciero internacional está sustentado hoy sobre la nada,... bueno, casi la nada, sobre una confianza hueca que pende de un hilo y una deuda impagable. Y el problema no es local, es global, como lo son la mayoría de grandes e importantes problemas a los que se enfrenta la humanidad en la actualidad. Que hoy en occidente contemos con la mayor libertad de expresión que ha existido jamás no asegura absolutamente nada de cara a nuestro futuro. Nuestros derechos, nuestras comodidades, nuestras libertades no están aseguradas,... y menos si asumimos que estamos muy cerca de ese fin de era. Tampoco tenemos una bola de cristal para adivinar lo que vendrá después, sólo podemos analizar las conspiraciones que circulan por ahí y seleccionar alguna de ellas, en base a nuestra propia intuición, los datos que podamos asimilar y... como no, nuestros propios prejuicios ideológicos. Pero no hay duda sobre algo evidente para cualquiera que no sea un anumérico, el sistema macrofinanciero, los tipos reales negativos, los incrementos exponenciales de las masas monetarias por parte de bancos centrales y la japonización de las principales economías occidentales han conformado un escenario que NO es sostenible, de ninguna manera, por mucho que estén estirando el chicle para alargar la agonía.
ATENCIÓN, lo que viene a continuación sí que va a ser un señor TOCHO, avisado estás.
Hace un par de días, tuve un debate interesante con un viejo amigo. La conversación acabó en una acusación por su parte, me llamó conspiranoico y me soltó el siguiente enlace, para zanjar definitivamente dicho debate.
Cuando el mundo parece una gran conspiración
Esa amistad ni siquiera se leyó entero ese artículo, porque aparte de tirar de algunos chascarrillos sobre camarillas secretas todopoderosas, al final, supongo que por algún tipo de pequeño destello de honestidad intelectual, al autor de ese artículo no le quedo más remedio que admitir, hacia al final, lo siguiente:
"
Por supuesto que hay muchas conspiraciones verdaderas en el mundo. Los individuos, las corporaciones, las organizaciones, las iglesias, las facciones y los gobiernos siempre están tramando y elaborando varias conspiraciones. Sin embargo, justo por eso es tan difícil predecir y controlar a todo el mundo.
En la década de 1930, la Unión Soviética de verdad estaba conspirando para iniciar revoluciones comunistas por todo el mundo; los bancos capitalistas estaban empleando todo tipo de estrategias sospechosas; el gobierno de Roosevelt estaba planeando rediseñar la sociedad estadounidense en el New Deal; y el movimiento sionista estaba planeando la proclamación de una patria en Palestina. Sin embargo, estas y un sinfín más de otras maquinaciones a menudo chocaban, y no estaban a cargo de un solo grupo de gente."
En pocas palabras, que hay conspiraciones buenas, con fundamento, y conspiraciones malas, sustentadas sobre relatos imaginarios y excesivamente peliculeros. Pero conspiraciones hay, continuamente, desde que el ser humano fue consciente del poder de su cerebro. Por eso mismo, nos toca a la ciudadanía vigilar cuáles son aquellas conspiraciones que tienen mayor probabilidad de ser ciertas, en buena parte, sobre todo aquellas que no se esconden, aquellas que son publicitadas y que dejan señales bien visibles para aquellos que prestan algo de atención. Y la verdad, a día de hoy es complicado negar algunas evidencias o coincidencias, si lo prefieres, pero que deberían poner en alerta a todos aquellos que se consideran auténticos demócratas y que afirman que están dispuestos a defender ciertas libertades y derechos adquiridos. Nada está asegurado, especialmente cuando ciertos oligopolios alcanzan cotas muy altas de poder político, financiero, económico y social.
Independientemente de si te gusta mucho, poco o nada el populista y fanfarrón Donald Trump, independientemente de si consideras que el tipo está en el ajo o sigue siendo ese outsider que va por libre y pretende "cambiar las cosas", el famoso status quo o también llamado "deep state", independientemente de si te crees mucho, poco o nada lo del amaño de las últimas elecciones norteamericanas,... o incluso, de si te crees mucho, poco o nada que lo del asalto al capitolio estaba preparado y se dejó hacer para acabar con lo poco que quedaba de la reputación de esa alt-right norteamericana,... independientemente de todo eso,... lo que ha acontecido estos últimos días, respecto al control de la información en las redes sociales y el ataque directo contra otra red social (Parler), otra app, no sólo en cuanto a la disponibilidad de tiendas online de Google o Apple, también del servicio de hosting/cloud, en este caso de Amazon,... pues eso, todo esto es un asunto mucho más importante del que parece que algunos no quieren o no pueden asimilar. Y es muy importante lo que ha pasado porque estamos posiblemente ante uno de los mayores ejercicios de cinismo e hipocresía.
Alguien en este foro abrió al hilo al respecto, pero como no lo encuentro ahora, añado un pequeño resumen, para poner contexto y explicar dónde radica ese perversos cinismo de las las grandes empresas tecnológicas, las BIgTech. El 12 de julio de 2017 se celebró the Day of Action to Save Net Neutrality (el día de acción para salvar la
neutralidad de Internet), una iniciativa de las asociaciones Fight for the Future, Freepress y Demand Progress, con el apoyo de más de 180 organizaciones y compañías, entre ellas,... por supuesto, las BigTech. De hecho, el señor Jack Dorsey, el CEO de Twitter, fue uno de los que más se pronunció al respecto de la importancia de mantener y asegurar esa neutralidad en Internet, neutralidad en términos de bits, de tráfico, para que los IPS no puedan imponer sus condiciones, para que ellos se limiten a poner las autopistas digitales y a cobrar y tratar de forma igual a "todos" los que ponen sus contenidos y servicios sobre esas autopistas digitales . ¿Había motivos para poner en marcha esa iniciativa? Sí, los había, primero porque la neutralidad de Internet es un tema prioritario y muy importante, y segundo, porque previamente, unas semanas antes, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) había votado a favor para aprobar los planes polémicos del presidente Ajit Pai, que tenían como objetivo desmontar las reglas de neutralidad de la red de EEUU. El presidente de "internetassociation.org" (una asociación controlada por la BigTech), Michael Beckerman, llegó a afirmar, "Los ISPs no deben ser capaces de usar su posición como gatekeepers para priorizar su propio contenido sobre otros. Las compañías de Internet están con los consumidores, las startups y otros beneficiarios del ecosistema en nuestra lucha por mantener un
Internet libre y abierto".
Estos canallas que tanto pregonaban y presionaban por mantener ese internet LIBRE y ABIERTO, hoy no tienen reparos en mostrar su cara más diabólica. Aquellos mismos que tanto se preocuparon por la neutralidad de Internet, en lo referente al control de las autopistas de los ISPs, hoy se permiten el lujo de determinar quién puede o no publicar contenido en sus redes sociales, en sus tiendas de apps y en sus servidores de hosting. Y para asombro de muchos (entre los que yo no me incluyo), este tipo patéticas actuaciones encima cuentan con el apoyo de buena parte de la izquierda ideológica y de algunos llamados liberales, todo porque en esta ocasión se ha silenciado a un tipo tan brabucón y populista como Trump... y a sus seguidores más enfervorecidos,... pero, yo me pregunto, ¿en base a qué? ¿de verdad tenemos que creernos que las excusas del "mensaje del repruebo" y la "incitación a la violencia" pueden servir de coartada para estos abusos y ejercicios de censura a la carta? Incluso, aunque así fuera, ¿dónde está la igualdad de trato? Porque se podría asumir que esas empresas "privadas" de verdad estuvieran por la labor de "pacificar" los mundos virtuales, tratando de eliminar/silenciar "todas" las fuentes de desinformación y generación de repruebo... pero,... no, no es creíble, por varias razones, entre ellas que no hay evidencia de que se haya seguido un criterio transparente e igualitario. Ahí siguen muchas cuentas abiertas, de comunicadores y gobernantes de estados poco democráticos, con toneladas de populismo y mentiras a sus espaldas. De hecho, este año hay otro tema que ha dado mucho que hablar, otra vertiente del concepto de neutralidad. Me estoy refiriendo a la
neutralidad de los algoritmos que utilizan las BigTech para examinar y filtrar contenidos de forma automática. Por el momento, ninguna de esas empresas ha tenido el valor de hacer público el código de sus algoritmos. Ni tan siquiera han colaborado en algo menos aparatoso, en lo de ofrecer estadísticas detalladas de las acciones de esos algoritmos,... y eso que en más de una comparecencia en el congreso norteamericano, más de un senador (tanto republicano como demócrata) ha exigido esos datos a estas grandes empresas, especialmente Facebook y Twitter, donde más polémicas han surgido sobre su operativa de eliminar contenidos y cuentas. Y a día de hoy, que yo sepa, esas multinacionales, con enorme poder (en contraposición a los decadentes medios de comunicación tradicionales), se han negado a publicar esas estadísticas, presupongo que para no ofrecer datos objetivos con los que señalar su más que evidente sesgo ideológico, un sesgo que... en fin, no puede sorprender a nadie, basta que te pongas a mirar las cifras de donaciones "públicas" que recibe cada candidato a las elecciones norteamericanas. Y si luego te vas a la lista de accionistas de estas grandes empresas tecnológicas, es cuando te das cuenta de que durante estos días, pocas coincidencias se han dado en todo lo referente a las actuaciones coordinadas de estas BigTech.
Aquellos que hoy ríen las rabietas de los alt-right trumpistas, deberían poner sus barbas a remojar. O mucho cambia la cosa, con algún que otro milagro sanitario y económico por en medio, o EEUU se dirige a un conflicto civil importante o, en el mejor de los casos, a una notable fractura del espectro político; en otras palabras, el fin de su bipartidismo. Si damos por buenas las últimas cifras electorales (que ya hay que tener tragaderas para ello) estamos ante votaciones récord, por un lado 75 millones de votos para el augusto Trump y, ufff, 81 millones para el "carismático" Biden. Pero bueno, si las damos por buenas, quiero imaginarme que hasta Danuto será capaz de entender que no hay 75 millones de norteamericanos dispuestos a inmolarse por su ídolo, en un largo enfrentamiento civil armado. Vamos, que sólo una parte minoritaria de esos votantes encajan mejor con esas imágenes frikis que vimos recientemente en el asalto al capitolio. No es por tanto una locura imaginarse que el partido republicano lo tiene realmente dolido para recuperar buena parte de esos votantes en otro proyecto común, futuro e ilusionante. Más bien lo contrario, la derecha norteamericana está rota y posiblemente en más de dos pedazos. Pero ojo, tampoco pueden lanzar cohetes en el bando demócrata. Trump no ha sido un mal presidente en materia económica (esa época en el 2020 de la que yo le hablo aparte), no se ha comportado como un clásico recortador de bienestar. Ahí están las cifras que se han publicado por aquí, la burrada de dinero que ha creado de la nada la FED durante esta esa época en el 2020 de la que yo le hablo, con el beneplácito del actual gobierno norteamericano. Si no pasa nada raro y Joe Biden es nombrado presidente el día 20 de enero,... no me gustaría estar en su pellejo y en el de su equipo económico. Lo tienen realmente dolido. Habrá que ver cuanta paciencia tienen los auténticos votantes izquierdistas, los que añoran a su auténtico ídolo, Bernie Sanders, lo más parecido a un socialista en EEUU. Si tras unos pocos meses, la situación económica y sanitaria no mejora, auguro una ruptura importante también en el bando demócrata y entonces sí, entonces sí que íbamos a ver un auténtico espectáculo en ese país con una presunta democracia tan bien asentada e institucionalizada. Y si tal cosa ocurre y EEUU se españoliza un poco, si como mínimo, en unas futuras elecciones, ya no hay dos claros candidatos y dos partidos bien untados, si la cosa está más repartida, si los extremos toman más relevancia,... y si estas Bigtech se atreven a aplicar esas mismas técnicas de control de información sobre esos extremos, tanto a la derecha como a la izquierda, me pregunto yo entonces si, por ejemplo, algunos de esos podemitas/izquierdistas/antifas,... que hoy piden incluso la guandoca para Trump, seguirían opinando lo mismo... o se unirán a los que pedimos hoy máxima neutralidad, tanto en el control del tráfico de internet, como en el control de las redes sociales y los algoritmos de estas multinacionales tecnológicas que han acumulado tanto poder.