Hace tan solo 4 años en una revisión rutinaria por ser fumadora y ya con años y por supuesto con problemas respiratorios cada vez que me cogía un resfriado, me diagnosticaron cáncer de pulmón . En el primer escaner que me hicieron aparecía una manchita en la zona baja de mi pulmón izquierdo, el médico me sometió a lo que según él era la prueba definitiva que costaba un pastón de 12.000 € por lo que me recomendó no faltar a la cita de la prueba, la prueba era ponerme una injección y no se que parafernalia de rayos o lo que fuera que eran radioactivos, así que me aislaron en una pequeña habitación por cierto tiempo y los sanitarios que entraron en la habitación iban cubiertos de arriba a abajo como si estuvieran en una guerra bacteriológica. La prueba dio positivo, el cáncer muy pequeño pero peligroso por afectar a órgano vital, para evitar males mayores me remitieron a cirugía.
Podéis imaginar el impacto que sufres, me derrumbé y cuando fui ingresada para cirugía, yo iba mentalizada a encarar la muerte. Antes de pasar a quirófano me hicieron una prueba de esas que entras en un túnel (mis conocimientos de todas esas máquinas y pruebas, como podéis comprobar es nulo, así que espero me podáis entender) pues bién "la manchita" había desaparecido, no tenía cáncer.
Total me expusieron a radiación y a una crisis emocional y depresión, por nada, a mi familia también le afecto mucho como podéis comprender.
A mi madre la operaron con 86 años de cáncer de colón, murió a los 93 o sea vivió 7 años desde la operación, pero ojalá nunca la hubieran operado, lo que mi madre sufrió en el post operatorio me llevaría varias páginas relatarlo y esos 7 años que vivió desde la operación fueron una pesadilla para mi madre (menos mal que casi nunca estaba consciente) y para toda la familia.
Estoy de acuerdo con lo que dice ese médico y también que la muerte ya no la vemos y menos la aceptamos siendo como es segura de toda seguridad.