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Por : Juan Deca
Los grandes medios de comunicación están siendo bien discretos, pero prosiguió en los mercados financieros de la globalización la caída bursátil mundial del nuevo 'martes neցro', 26 de febrero. Al día siguiente, la Bolsa de Tokio interrumpió brevemente la cotización de los fondos de inversión y de las opciones de compra y venta, muy afectados ambos por el derrumbe general. No se tomaba una medida semejante desde el 12 de septiembre de 2001, inmediatamente después de los atentados islamistas en Estados Unidos. Tras el derrumbe del martes, los mercados del Sudeste Asiático y el Pacífico mantenían el miércoles notables pérdidas, debido a la caída en las bolsas de EE.UU. y China. Malasia y Singapur registran bajadas que siguen superando el 5 por ciento. Las Bolsas latinoamericanas bajaron fuertemente. Australia y Nueva Zelanda también sintieron el desplome de Nueva York y sus mercados cedieron cerca del 3 por ciento en la primera media hora de negociación, pero a medida que fue avanzando la jornada redujeron sus pérdidas por debajo del 2,5 y 1,5 por ciento, respectivamente. El Ibex-35 español cotizaba con fuertes descensos y extendía las abultadas pérdidas del martes.
El Banco Mundial comparaba hace un par de meses la situación actual con la que hace un siglo originaría la 'Gran Depresión'. La institución considera que muchos factores podrían conducir a "una desaceleración más marcada" de la economía, en particular vinculada con los mercados inmobiliarios. La economía mundial "está cambiando de dirección", advierte y compara la situación actual con la de inicios del siglo XX, que registró un fuerte crecimiento económico. "Pero en vez de seguir como preveían los principales economistas en esa época, el mundo se sumergió en la Gran Depresión".
El derrumbe de la Bolsa de Shangai golpeó con fuerza el martes a Wall Street: el índice Dow Jones cerró en 12.216,24 puntos tras sufrir su peor caída desde septiembre de 2001 (416,02 puntos, un 3,29%); por su parte, el tecnológico Nasdaq perdió 96,65 (un 3,86%) y quedó en 2.407,87 unidades. "Esta caída se debe a una combinación de factores: el desplome de Shanghai, órdenes de bienes duraderos muy inferiores a las expectativas y la creciente inquietud por problemas geopolíticos, principalmente el atentado suicida en Afghanistán el martes, durante la visita del vicepresidente estadounidense, Dick Cheney", en el que murieron 14 personas, explicó Owen Fitzpatrick, analista de la Deutsche Bank.
'Financial Times' no presta especial atención a lo ocurrido pero para CNN es portada, lo mismo que para BBC, que titula: 'Los mercados siguen cayendo: los precios de las acciones cayeron otra vez en varios países de Asia y el Pacífico, y arrancaron a la baja en Europa'. Por su parte New York Times dice: 'Los mercados asiáticos caen de nuevo debido a sus temores sobre la economía de EEUU'.James T. Areddy titula en The Wall Street Journal: 'Desplome en Shanghai revive los temores sobre el riesgo de los mercados globales'. Y dice: 'El índice bursátil más importante de China sufrió ayer su mayor desplome en una década, provocando una reacción en cadena que desató fuertes pérdidas en muchos mercados globales, desde Mumbai, Londres y Nueva York a São Paulo, Ciudad de México y Buenos Aires. Las caídas se produjeron sin que hubiera una noticia específica que causara alarma respecto de la salud de la economía mundial. Si bien los inversionistas extranjeros tienen poco acceso directo a las acciones de empresas en China, el prolongado auge bursátil ha aumentado la importancia de las bolsas chinas en el mundo. Por eso, para muchos analistas no fue una sorpresa que los mercados emergentes estuvieran entre los más afectados. Las bolsas latinoamericanas, en especial, experimentaron un día de fuertes ventas, reaccionando también a otros factores, entre ellos los comentarios del ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, de que es posible que EE.UU. caiga en una recesión este año. Estos descensos son un recordatorio de que muchos mercados globales tienen sus riesgos, un factor que los inversionistas internacionales parecieron no tomar tan en serio en los últimos meses de mercados alcistas'.
SANGAI SE RECUPERA
La Bolsa de Shanghai cerró este miércoles con una subida del 3,94%, al día siguiente de caer un 8,84% por los temores a un estallido de la burbuja bursátil china. Sin embargo, otros mercados de Asia no han logrado recuperarse del desplome de Shangai el martes y han perdido hasta un 2,85%.
A las 8 de la mañana españolas, Tokio cerraba con esa pérdida, Sydney cedía un 2,69% y Seúl perdía un 2,56%. Antes del cierre, también se desplomaban los mercados de Bombay (un 2,38%), Yakarta (3,26%), Kuala Lumpur (5,99%), Manila (7,9%), Bangkok (2,9%) y Hong Kong (2,8%).
Los analistas económicos creen que la recuperación de Shangai (subió 109,28 puntos y cerró en 2.881,07) demuestra la solidez de la economía china, cuya Bolsa se ha revalorizado en un 130% en los últimos 12 meses. Los expertos creen que la principal causa del desplome del martes fueron las noticias de prensa sobre la posibilidad de que el Gobierno de Pekín grave los beneficios de las inversiones bursátiles.
Pero los países emergentes no fueron los únicos que sintieron el impacto chino. El Promedio Industrial Dow Jones de Estados Unidos también se vio fuertemente afectado, cayendo 416 puntos, o 3,29%, su peor caída desde septiembre de 2001. Además, para empeorar las cosas en Nueva York, en algún momento del día el índice Dow Jones cayó más de 500 puntos. Pero una parte de ello se debió a un problema de sistema, que comprimió los volúmenes de transacciones transcurridos entre las 2 y 3 de la tarde a un lapso de poco minutos. El resultado fue que muchos inversionistas creyeron que el índice se estaba desplomando a una velocidad mayor de lo que ocurría de verdad.
La caída de 8,8% en el Índice Compuesto de la Bolsa de Shanghai viene tras un impresionante período de alzas que comenzó a mediados de 2005. Pese al pronunciado bajón de ayer, que borró una capitalización de 100.000 millones de US$ de las bolsas chinas, éste sólo eliminó las ganancias acumuladas en los seis días previos de actividad bursátil. En términos porcentuales, el declive bursátil de ayer fue el más grande en China desde la caída de 8,9% el 18 de febrero de 1997 por rumores sobre la fin de Deng Xiaoping, el líder que introdujo las reformas de mercado a China (de hecho, un día después falleció).
Pero la economía china sigue siendo sólida y pocos analistas creen que la caída de ayer sea un punto de inflexión para las bolsas de ese país. Tras languidecer durante años, los precios de las acciones en China se han disparado en los últimos 20 meses. Este auge ha provocado que millones de chinos hayan entrado por primera vez a las bolsas. El ritmo acelerado de inversiones elevó el índice de Shanghai en 130% durante 2006, una tasa de crecimiento que ha preocupado a las autoridades. Ahora, los operadores bursátiles están atentos si el Congreso del Pueblo, que se realizará la próxima semana, traerá novedades para su sector. Casi nunca es el caso, excepto en 2005, cuando el premier Wen Jiabao indicó su ansiedad respecto de las pérdidas de los inversionistas. Pocas semanas después, los reguladores lanzaron nuevas reglas para la propiedad de títulos bursátiles, las cuales, según muchos, dieron inicio al actual auge de las bolsas.
PERO TODA ASIA SUFRE
Los parqués del Sudeste Asiático y el Pacífico, al igual que los del resto del mundo, se han visto contagiados por la caída ayer de más de 400 puntos del índice Dow Jones de Wall Street, debido al temor a que China imponga medidas contra la especulación financiera.
Se desencadenó una tendencia generalizada de ventas en los mercados de valores de todo el mundo después de que el gobierno chino anunciara, sin dar muchos detalles, la creación de un grupo de trabajo que estudiará medidas contra la especulación financiera.
La caída de la bolsa neoyorquina arrastró también a los mercados europeos y latinoamericanos, que también se vieron afectados por la advertencia del ex presidente de la Reserva Federal de EE.UU. Alan Greenspan de que la economía estadounidense podría caer en recesión para finales de año.
El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio se desplomaba un 3,56% este miércoles en el momento de la pausa de las 11h00 locales (02h00 GMT), después de un leve retroceso del 0,52% el martes. El índice de los 225 valore señeros del mercado de Tokio cedía 644,85 puntos a 17.475,07. El índice ampliado Topix de todos los títulos del primer cuadro perdía a su vez 70,36 puntos (-3,88%) a 1.740,97 puntos.
Las otras plazas de Asia-Pacífico también acentuaron sus caídas del martes.
Kuala Lumpur se desplomó un 7,71 por ciento y salió a las 9 hora local desde los 1.141,73 puntos, tras perder 95,35 puntos, pero al cierre de mediodía se había recuperado relativamente hasta caer sólo 74,17 puntos, el 6,00 por ciento, quedándose en 1.162,91.
El índice Straits Times de Singapur abrió a la misma hora y cedió 164,15 puntos, un 5,08 por ciento, dejando la apertura en los 3.067,87 puntos. Al primer parón seguía cediendo 180,09, el 5,57 por ciento, hasta los 3.051,93 puntos.
A las 9.30 arrancó la Bolsa de Valores de Manila y su índice PSEI cayó 312,85 puntos en los primeros minutos de negociación, el 9,39 por ciento, llegando a los 3.373,53, aunque al cierre por hoy había reducido las pérdidas a 263,84 puntos, el 7,9 por ciento, situando el volumen final en 3.067,45.
Otros mercados abrieron más tarde, como el de Indonesia, donde a las 9.30 hora local el indicador compuesto JCI de Yakarta perdió 77,53 puntos, el 4,39 por ciento, y comenzó la sesión en 1.686,48, aunque a las 13 se situaba ya en 1.706,51, lo que suponía un descenso de 57,50 puntos ó el 3,26 por ciento.
En Tailandia, en la misma franja horaria que Yakarta, el índice SET de la Bolsa de Bangkok cayó 7,63 puntos, equivalentes al 2,65 por ciento, que lo llevaron en su apertura a las 11 hasta los 666,32 puntos. A las dos horas se mantenía en un descenso del 2,44 por ciento, ó 16,31 puntos, hasta los 667,64.
OTRO 'MARTES neցro'
El Índice Compuesto de la bolsa de Shanghai cayó el martes un 8,8% y cerró a 2.771,79 puntos, su mayor bajón en una década, estremeciendo los mercados desde Hong Kong y Singapur hasta Nueva York, en medio de temores sobre un colapso de las Bolsas del mundo. La repercusión por la caída de la bolsa de Shanghai se sintió fuertemente en los mercados occidentales. Hace tiempo que los analistas 'catastrofistas' están prediciendo una crisis general del sistema global. 'Global Systemic Crisis' da especial importancia al derrumbe del mercado inmobiliario estadounidense con 2-3 milones de hogares subastados por impago de hipotecas y unos diez millones que pueden perder sus casos durante este año.
En Nueva York, el promedio industrial Dow Jones bajó más de 120 puntos, un 1%. En Londres, el índice FTSE-100 bajó un 2,48%. En Francia, el índice CAC 40 descendió un 2,85% y en Alemania, el DAX perdió 2,43%. El Ibex-35 baja 3%, la mayor caída porcentual desde marzo 2004. Otras fuentes dicen que en Europa, el CAC-40 de la Bolsa de París se depreció un 3,02 por ciento, mientras que el DAX-Xetra de la Bolsa de Francfort perdió un 2,96 por ciento.
Los inversionistas también están un tanto impresionados por comentarios formulados el lunes por el ex presidente del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, quien estimó "posible" una recesión en su país en los próximos meses. Greenspan dijo el lunes que es "posible" que la economía estadounidense pueda caer en una recesión a finales de este año. "Estas declaraciones son opuestas al escenario de desaceleración suave de la economía estadounidense que había venido dibujando (Ben) Bernanke (el actual presidente de la Fed) y ha pillado un poco por sorpresa a los mercados", explicó Jordi Padilla, director de renta variable de Atlas Capital.
Las ventas nerviosas de corredores de bolsa en Shanghai se registraron en medio de versiones de que el gobierno de Beijing proyecta una serie de medidas de austeridad a fin de desacelerar la formidable expansión económica. La caída de la bolsa de Shanghai fue la mayor desde el 18 de febrero de 1997, cuando bajó un 8,9%, tras la fin del líder comunista Deng Xiaoping, propulsor de las reformas de mercado.
Los rumores de que "China piensa imponer una tasa a las ganancias de capital derivó en una caída de los mercados regionales", dijo S. Sharath, analista del banco de inversiones MIDF-Amanah en Kuala Lumpur, Malasia, donde el índice de acciones preferidas bajó un 2,8%.
Pero sin duda los comentarios de Greenspan también afectaron los mercados asiáticos. En Hong Kong, el índice Hang Seng de acciones preferidas bajó un 1,8%, y en Singapur, el índice Straits Times cajó un 2,3%.
También el petróleo bajó, al acrecentarse las especulaciones de que una economía china más lerda tendrá como primer resultado una mengua en la demanda de crudo. El barril de petróleo liviano de bajo contenido sulfuroso se cotizó a 60,83 dólares en la bolsa de Nueva York, una mengua de 56 centavos en relación al lunes.
A las incertidumbre desatadas por las declaraciones del ex presidente de la Fed, Alan Greenspan, con una advertencia sobre un posible recesión de la economía estadounidense, se sumó el desplome de
la bolsa china y el intento de asesinato en Afganistán del vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney.
"En el fondo a lo que hemos asistido es a una jornada de volatilidad extrema en el que los factores negativos se han tomado como una excusa para realizar una recogida de beneficios algo exagerada en una sesión. Hubiese sido más saludable ir corrigiendo varios días seguidos con una caída más moderada", cree Víctor Peiro, director de análisis de Caja Madrid.
El Ibex-35 cerró con baja del 3,01 por ciento a 14.408,3 puntos. El 15 de marzo de 2004, tras las últimas elecciones legislativas, el selectivo cayó un 4,15 por ciento. El índice general de la Bolsa de Madrid descendió un 3,09 por ciento a 1.601,94 unidades.
Es de suponer que 'la sangre no llegue al río', pero el sistema finaciero especulativo es cada vez más especulativo y menos sistema. Demasiado dinero ocioso, mala cosa, mala cosa.