El problema del común de la gente, la gente más común o, sin saberlo o sí, comunistas (política o conceptualmente hablando, del montón, gente del común, el populacho o la plebe que llamaban emperadores romanos y referentes de la revolución francesa a los que no eran ellos o como ellos), digo que, el problema de la mayoría de nosotros, es que llevamos muy mal hacer algo que hace todo el mundo, o la mayoría, y después se demuestra que es falso, una tontería -que diría Del Pino- o, lo que es peor, contraproducente para nuestro propio interés. Cambiar de opinión, una vez que se ha tomado una concreta, le resulta especialmente difícil a la mayoría de la gente, pues su cerebro no está preparado para eso, aunque puede ser matizado por su razón o capacidad de razonamiento y calidad del mismo. Esa calidad, queda en evidencia en muchos casos. Da igual que esos casos sean de personas con una posicón social, económica, cultural o de prestigio elevada sobre la media, sobre el común, sobre los que nos consideran comunistas por ser del común (no como ellos, que por eso pueden actuar en contra de lo que te dicen que tú sí debes actuar y pensar... Por eso son comunistas; saben diferenciar lo que es común de los privilegios que ellos deben tener sobre los anteriores,,, los que son comunes, habituales o mayor proporción de la población -aunque no se planteen realmente la razón de tal situación, pues su fin no es ese, lo sepan o no-).
Por no extenderme, Ainhoa o Pepa, o la que haga lo mismo, simplemente ejemplifica una manera de proceder de las mentes menos pensantes del estamento humano y que, por seguir sin extenderme, necesitan que los demás también caigan en su error, aunque sepan que es un error, pero necesitan que lo hagan los demás para no sentirse fulastres, cuando solo son seres humanos, aunque les cueste admitir tal condición. Si la admitieran, simplemente dirían "Me equivoqué y ahora voy a intentar que nadie más se equivoque". Pero los y las hay que prefieren el mal de muchos para no certificar que son muy simples, no por haber hecho algo, sino por saber que "ése algo" es malo y lo quieren "contagiar" a cuantos más mejor, para no sentirse alguien que se equivoca, como el común de los mortales, como cualquier analfabeto, cuando ella creía que saber leer o gritar más encima de un escenario te da "encanto", o mayor razón solo por ese hecho, o algún tipo de preeminencia sobre otro ser humano.
¿Por qué nos cuesta tanto cambiar de opinión cuando nos demuestran que nos equivocamos?