1824, Canning, ministro ingles«el clavo está puesto (...) la América Española ya está libre; y si sabemos.. , será británica.»

patroclus

Será en Octubre
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Hay qué preguntarse cómo se llego a esa decadencia.
Tal vez teniamos incrustada la masoneria en forma de borbones desde 1700?



22 de marzo del año 1870
Juan Prim, jet del Gobierno y uno de los principales responsables de la «Revolución gloriosa» que destronara a Isabel II, pronuncia en las Cortes su famoso discurso en el que afirma «la dinastía caída no volverá ja1nas, jamás, jamás». Diez meses después sería asesinado, y otros cinco años más tarde Alfonso XII, hijo de la destronada reina, se instalaría en el trono español.
Prim era otro masón. En España había dos organizaciones masónicas y una de ellas se cargó a Prim. Fue un magnicidio masónico.
 

gonza_rioja

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Expaña vaciada pero con vino
Como la de bolívar en Madrid.
Hay cosas que no cambian. Casi dos siglos después, sino me equivoco, Margaret Thatcher tiene una plaza en Madrid, gracias a los patriotas de pulserita del Partido Popular.
Disparad sobre nosotros, el enemigo está dentro. Cada vez entiendo más el sentido de esa frase.
 

Indra Ōtsutsuki

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El Imperio Británico abarcó 35,5 millones de kms2. El Imperio Español 24 millones de kms2.

Acabas de repetir punto por punto lo que ya te decía que ibas a encontrar. No obstante mi opinión está expuesta, te la podría dar más algo más elaborada, pero lo que te quise decir es suficiente para saber la justificación que te estoy dando. Dejémoslo ahí. Este es uno de esos melones que nunca se abrirán en profundidad, no interesa. Como tantos otros.


Mucha culpa de la independencia de los territorios americanos y la decadencia de España la tiene la masonería que ha sido un caballo de Troya que nos metieron los ingleses en España y en los territorios de ultramar.

Como dijo Franco la masonería española trabaja para Inglaterra.

Los unicos imperios que quedan son los que están unificados en territorio, o sea que forman un solo territorio -Rusia, China, EEUU-. Eso de tener territorios lejos de la metrópoli no queda ninguno. Siempre habrá un vecino , uno de dentro o enemigos de fuera que conspiren para que al final se independice. Aparte que a lo mejor no interesa tener esos territorios ajenos a la metrópoli como parte de la nación, costaría mucho dinero y tropas mantener esos territorios. Mejor tenerlos como aliados y como clientes antes que como enemigos.
Puede ser posible que de primeras un mercado hegemónico entre ellos y tú como alianza te dé muchas más ganancias y menos quebraderos de cabeza y desgaste. Pero esto es como todo, depende mucho de como lo gestiones durante todo el tiempo, no abarcar tanto territorio y tan lejano como propio estableciendo unas vinculaciones económicas tiene ventajas por el camino, pero también desventajas, lo mismo ocurre a la inversa si se hubiese mantenido unificado durante mucho tiempo; te va a dar increíbles beneficios que tu opción anterior no va a poder surtirte, pero también un desgaste terrible y que como consigan desmembrarte, se hunde el barco y os vais a la hez todos, por eso necesitarías de dirigentes muy competentes y super pulcros en el liderazgo para mantenerte siempre a flote y manejando el terreno.

Precisamente, por esto caen los imperios, en un momento puntual, un mal gestor o bien un problema que no ataja correctamente el dirigente al mando, aunque no sea incompetente completamente. Seguidamente este problema crece; y sus sucesores ya sí que son incompetentes y mediocres absolutos, que llevan ese imperio a la decadencia absoluta, antes de morir este imperio, en sus estertores finales, es un cúmulo de dirigentes alicaídos, mediocres y viciosos que se venden a las nuevas potencias pujantes con tal de conseguir sus favores o sostén personal a costa de liquidar lo poco que quedaba de ese mega ente. Es siempre la misma hez. Un territorio gigantesco unificado te da unas riqueza que tu idea no te va a dar, también es verdad que conllevan un coste gigantesco, no obstante en el otro extremo, la caída destroza q los integrantes y los dejan paupérrimos como naciones, al merced de los nuevos lobos de su época.

En todo lo demás de acuerdo.
 

Indra Ōtsutsuki

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¿Y en 1898 también estaba detrás la pérfida albión ?. Llegaría un momento en que otro más fuerte disputaría esos territorios o conspiraría para su independencia como hizo USA en 1898.
En Cuba los dirigentes españoles se libraron de ella. Ya estaban vendidos. Es lo que te dije en mi comentario anterior de un imperio poco equilibrado y en decadencia que está a punto de sucumbir y perecer; se venden a las potencias pujantes. Por aquel entonces, el catastrófico imperio español todavía podía derrotar por fuerza bélica a los Yankees. No lo hizo porque los dirigentes querían deshacerse de ese territorio y debía hacerse de una forma soterrada. No puedes decir que sí, que vale, estamos en la hez y vamos a ir entregando nuestros territorios. Eso enfureceria a cualquiera.

Haces un teatrillo con gente a la que llevas allí como carne de cañón, sin saber que el enemigo principal lo tienen en casa, ellos son el sacrificio y fuera.
 

Indra Ōtsutsuki

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23 Dic 2021
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Hay cosas que no cambian. Casi dos siglos después, sino me equivoco, Margaret Thatcher tiene una plaza en Madrid, gracias a los patriotas de pulserita del Partido Popular.
Disparad sobre nosotros, el enemigo está dentro. Cada vez entiendo más el sentido de esa frase.
Los patriotas españoles tienen de patriota lo que un traidor de amor a quienes traiciona. Y yo diría que hasta menos.
 

Palimpsesto.

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Prim era otro masón. En España había dos organizaciones masónicas y una de ellas se cargó a Prim. Fue un magnicidio masónico.
Correcto masones franceses vs masones anglos.
Así fue el siglo XIX.
Los cien mil hijos de San Luís. El pueblo aplaudiendo a un ejército francés que protegía a Fernendo VII.
Como ahora 10 millones de zombis votando pp o psoe.
En dos siglos sólo salva el régimen del caudillo y para instaurarlo murieron 1.000.000 de españoles en la guerra civil.
Qué pena
 

Palimpsesto.

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Precisamente, por esto caen los imperios, en un momento puntual, un mal gestor o bien un problema que no ataja correctamente el dirigente al mando, aunque no sea incompetente completamente.
Estaría bien para los expertos en historia no come berenjena inglesa o francesa identificar ese momento.
Cuál fue nuestro error?
Los austrias?
Borbones?
Quién o qué?
 

Apocalipsis inmobiliario

¿Es ya el PP mas progre que la Pesoe?
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España, país lleno de beta-omegas feministas
También decían hace siglo y pico que en 100 años toda américa hablaría inglés y ya vemos a día de hoy.

No sobrevaloremos a los piratas que ya lo hacen ellos más que de sobra. Lo cierto es que la América hispana fue el eje de su política exterior durante mucho tiempo, y lo único que consiguieron fue perder dinero y hombres a toneladas, mientras por el camino Bernardo de Gálvez era pieza clave en la independencia de los futuros Estados Unidos.

Aconsejo leer este hilo, de un artículo escrito por unos argentinos:





La política de expansión colonial británica en la América española a partir del “Designio Occidental”.

En estas páginas se pretende mirar los intentos colonialistas británicos desde el siglo XVII hasta el siglo XIX en la América Hispánica. La política del “Designio Occidental” (Western Design) de Oliver Cromwell, en 1654, se fijó como objetivo desplazar al Imperio Español de sus territorios. Dicha línea de acción prosiguió hasta comienzos del siglo XIX y constituyó una constante en la política exterior británica, dando origen a la concepción imperial.



Acciones en Antillas y Sudamérica

Inglaterra contaba con colonias en parte del territorio de América del Norte (1607), así como en algunas islas del Caribe, entre ellas Barbados, en el Océano Atlántico (1627); y en Belice, en Centroamérica (1638). Previamente, a finales del siglo XVI, algunos corsarios británicos habían asolado el Caribe y América central, entre ellos John Hawkins (1563), Francis Drake (1585) y Walter Raleigh (1595).

Las principales acciones bélicas se produjeron en el contexto de tres conflictos formales entre España y el Reino Unido. El primero se inicia no como una guerra formal y por lo tanto carece de nombre y es el Western Design que, en 1655, abarcó acciones bélicas en la Hispaniola, en Jamaica y las Islas Caimán.

El segundo es la Guerra del Asiento o de la Oreja de Jenkins, entre 1739-1748, quizás el más relevante por sus implicancias y fuerzas empleadas. Los principales combates se llevaron a cabo en La Guayra, Porto Bello, Cartagena de Indias y Santiago de Cuba.

La tercera instancia se da en el contexto de las Guerras Napoleónicas, a partir 1796-1806/1807, donde España, luego de Trafalgar, queda claramente aliada a Francia. Estas acciones se desarrollaron en Guyana, Trinidad, Puerto Rico, Montevideo y Buenos Aires.

El Reino Unido nunca pudo conquistar las principales plazas de la colonia española en el Caribe y América del Sur, y debió contentarse con algunos territorios insulares y dos pequeños enclaves en el continente.



Acciones en la América Española

El nombre de “Designio Occidental” proviene del designio divino del que creía Cromwell estar imbuido y de la necesidad de expandir el poder británico a costa de un enemigo rico y militarmente disminuido, España. Estos acontecimientos provocaron la guerra Anglo-Española de 1655 a 1660, que culminó con el Tratado de Madrid, en 1670.

El plan de Cromwell proponía atacar a España en el Caribe y evitar una guerra en Europa. Los preparativos estuvieron influenciados por Thomas Gage, un ex sacerdote dominico, apostata, que sirvió en Guatemala. Se nombraron dos comandantes: para las operaciones en tierra, el general Robert Venables; y el almirante William Penn a cargo de la Flota.

Se reclutaron 2.500 hombres, de los cuales sólo mil tenían experiencia de combate. Se alistaron 18 navíos de guerra y 20 buques de transporte. En Barbados y St Kitts y Nevis reclutaron otros 4.000 hombres. El objetivo fijado fue la isla de la Hispaniola, también se pensó en Cuba pero se desechó, y la ciudad de Santo Domingo.

Las fuerzas británicas desembarcaron a unos 40 km de Santo Domingo, el 14 de abril de 1655. En el lapso de 15 días, en dos oportunidades intentaron tomar la ciudad pero fueron rechazados por los españoles y las enfermedades tropicales. Temiendo mayores pérdidas, se retiraron.

De allí partieron a Jamaica, que tomaron con facilidad, consolidando dicha posesión a mediados de 1655. Posteriormente tomaron el archipiélago deshabitado de las Islas Caimán. Estas conquistas quedaron ratificadas en el Tratado de Madrid de 1670. No obstante, el propio Cromwell, en una carta al almirante Blake, reconocería el fracaso de la expedición.

La Guerra del Asiento o de la Oreja de Jenkins fue un conflicto armado de casi diez años que enfrentó al Reino Unido con España, entre 1739 y 1748, en relación al Asiento de personas de color<!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]--> y el Navío de Permiso<!--[if !supportFootnotes]-->[2]<!--[endif]-->, y en medio de la Guerra de Sucesión austríaca. Los principales eventos bélicos se produjeron en el Caribe. La flota británica era comandada por el almirante Edward Vernon. Otra flota, mucho menor, buscó atacar por la costa del Pacífico y fue comandada por el comodoro George Anson.

En este período surge la idea del Imperio Británico y se difunde a nivel popular. Se sustenta en sus colonias americanas y en el objetivo de despojar a España de las suyas. Se cuestiona desde el descubrimiento de Colón hasta el trato con los indígenas, trayendo a cuento el escrito de Bartolomé de las Casas que dio lugar a la leyenda negra.

Unos años antes se publica un panfleto anónimo titulado “A Proposal for Humbling Spain” que recomienda la captura de Buenos Aires, por ser una de las principales ciudades españolas. Esta idea es retomada en 1762 por John Campbell en una pormenorizada descripción de las posesiones españolas en América en la que se destaca la importancia económica, comercial y estratégica de esta ciudad y su calidad de vida.

Los principales hechos bélicos fueron:

-La Guayra. El almirante Vernon envió tres navíos al comando del capitán Thomas Waterhouse, con la orden de sorprender la guarnición española en La Guayra. Al intentar entrar al puerto enarbolando la insignia española, fueron atacados desde tierra por fuego nutrido de artillería que los obligó a replegarse a su base en Jamaica.

-Puerto Bello. El almirante Vernon atacó esta ciudad, hoy en la República de Panamá, con seis buques y logró tomarla luego de una corta resistencia. Destruyó todas las fortificaciones y se hizo de un botín. El hecho fue magnificado por la prensa británica, creando fuerte expectativa por la eventual captura de Cartagena de Indias. Se llevó a cabo en Londres una cena de honor por la victoria, en la que participó el rey Jorge II y se presentó un himno conmemorativo que no sería otro que el himno nacional “God Save the King”.

-Cartagena de Indias. Esta importante ciudad y puerto del Imperio Español constituía el objetivo mayor para la flota británica. Los ataques se llevaron a cabo en tres oleadas. Por la falta de información sobre las defensas, Vernon probó un ataque con seis naves y poco tiempo después otro con 13, encontrando, en ambos casos, fuerte resistencia. Volvió unos meses más tarde con 186 navíos y 27mil hombres, de los cuales 10 mil eran tropas de asalto. La resistencia española, al mando del almirante Blas de Lezo y del gobernador Pedro Hidalgo, con sólo 3.600 hombres de armas, incluyendo 600 arqueros indios, logró impedir el desembarco efectivo inglés. Luego de un mes de sitio, Vernon se retiró, habiendo perdido más de 6 mil de sus hombres y más de 50 buques. Se trató de la mayor derrota en la historia de la Marina Real británica. Esta derrota le costó el puesto a Vernon, que a su vuelta a Inglaterra fue relevado de su cargo y expulsado de la Marina.

-Guantánamo. Luego del fracaso en Cartagena, Vernon se dirigió a Cuba, y evitando Santiago, defendida por sus fuertes, intentó desembarcar en Guantánamo. La operación, comandada por el general Wentworth, fracasó por el mal estado sanitario de la tropa.

-Puerto Bello. De Cuba se dirigieron nuevamente a Puerto Bello, para esta vez encontrarse con la ciudad vacía, evacuados sus habitantes a Panamá.

-Perú y Panamá. La expedición del comodoro George Anson, entre 1740 y 1741, al mando de siete navíos, rodeó América del Sur por el Cabo de Hornos, donde lo esperaba el almirante José Alfonso Pizarro. Habiendo perdido cuatro de los siete buques, atacaron el puerto de Paita en Perú y luego llegaron con un solo buque a Panamá, donde se enteraron del fracaso de Vernon en Cartagena de Indias.

La Guerra del Asiento finaliza con la firma del Segundo Tratado de Aquisgrán, en 1748, que pone también fin a la guerra de Sucesión austríaca. España revalidó el Derecho del Asiento y el Navío de Permiso con el Reino Unido, que lo autorizaba al envío de un buque mercante por año a sus colonias americanas.



Guerras napoleónicas

La era napoleónica colocó a España nuevamente en estado de guerra con Gran Bretaña. Antes hubo algunas operaciones militares británicas contra el Imperio español, en particular en 1779, cuando este último ataca asentamientos británicos en Belice y Cayo Cocina<!--[if !supportFootnotes]-->[3]<!--[endif]-->. Inglaterra, que planeaba abrirse paso hasta el Pacífico, tomó primero el Castillo de Omoa con la intención de facilitar el paso de la expedición a través del río San Juan, en lo que hoy es Nicaragua, que tenía pocas defensas. Dicha operación fracasó por las fiebres palúdicas e intestinales que aniquilaron al contingente británico, del que sobrevivieron sólo 300 soldados.

En 1782, la batalla naval de las Islas Saintes, al sur de Guadalupe, enfrentó una flota francesa de 30 navíos de línea con una británica de 35 buques. La batalla fue ganada por el almirante británico George Rodney, en el marco de la guerra de independencia de los Estados Unidos.

Poco tiempo después se inicia la campaña de Napoleón en Europa, dando comienzo a las operaciones militares británicas en territorio español y en sus colonias americanas.

Los primeros asaltos se llevaron a cabo en los límites del Imperio:

-Guyana. En 1796 Gran Bretaña ocupa el territorio, en ese entonces en manos holandesas, y lo incorpora a s su Imperio cuando se firma el Tratado anglo-holandés (1814).

-Trinidad. En 1797, el gobernador español José María Chacón rinde la Isla sin combate, ante una fuerza de tarea integrada por el almirante Henry Harvey, con más de 40 embarcaciones y 8 mil soldados comandados por el general Ralph Abercromby. La soberanía es cedida al Reino Unido en el Tratado de Amiens de 1802.

-Puerto Rico. En 1797, luego de tomar Trinidad, Harvey y Abercromby se dirigieron a San Juan de Puerto Rico con 60 navíos y 5 mil efectivos. El 17 de abril desembarcaron y atacaron sin éxito las defensas españolas. El 29 de ese mes, luego de una contraofensiva española, los británicos se retiraron.

-Buenos Aires. En junio 1806, una flota de 11 buques, al mando del almirante Home Riggs Popham, y 1644 combatientes, al mando del coronel William Carr Beresford, provenientes de Sudáfrica, atacaron Buenos Aires y la ocuparon por 45 días, hasta ser derrotadas por las tropas que comandaba Santiago de Liniers.

-Montevideo: En octubre de 1806, una flota comandada por el almirante Popham y 1400 hombres al mando del teniente coronel Backhome toman Montevideo, que contaba con pocas defensas.

-Buenos Aires: En junio 1807, una poderosa flota y 10 mil hombres bajo el mando del teniente general John Whitelocke desembarcan al sur de Buenos Aires con la intención de tomarla nuevamente. El asalto a la ciudad fracasó luego de intensos combates urbanos y el 7 de julio las tropas británicas capitulan. Una de las condiciones fue el retiro británico de Montevideo, que se efectuó el 9 de septiembre.

Esta fue la última operación militar de gran envergadura en el territorio español americano. Casi simultáneamente se iniciaba el periodo de descolonización en dichos territorios. También Gran Bretaña, luego del Congreso de Viena, quedó como la principal potencia mundial y ejerció el dominio cuasi absoluto de los mares. Su política se basó desde ese momento en asegurar la libertad de comercio para proteger sus colonias asiáticas.



El control de las vías marítimas

En 1757, Gran Bretaña inicia su conquista de la India, que resultará su posesión colonial más preciosa. En 1779 pierde su principal asentamiento en América, cuando se independizan los Estados Unidos. Simultáneamente, Gran Bretaña encabeza la Revolución Industrial que, entre otras consecuencias, propaga la idea del libre comercio. De esta manera el interés británico comienza a volcarse para Asia, aunque sin abandonar totalmente sus pretensiones en América.

La sucesión y cronología de conquistas ponen de manifiesto la visión estratégica británica que consistía en asegurarse los principales pasos marítimos, además de territorios. En esta lógica conquistan las Islas Malvinas, en 1833, expulsando población y autoridades locales. Sudáfrica 1806, Omán-Muscat en 1809, Isla Mauricio e Islas Seychelles en 1810, Indonesia (Java) en 1811, Singapur en 1819, Birmania en 1824, Malaca en 1824, Islas Malvinas en 1833, Hong Kong en 1839, Aden en 1839, Afganistán en 1839, Nueva Zelandia en 1840, Shangai-Cantón en 1842. De éstos, son claramente de interés estratégico marítimo Sudáfrica (Colonia del Cabo), Omán-Muscat y Aden (Golfo de Aden), las islas Mauricio y Seychelles, (Océano Indico), Java y Hong Kong (Océano Pacífico), Singapur y Malaca (Estrecho de Malaca), las Islas Malvinas (Atlántico Sur, en la cercanía del Cabo de Hornos) y Nueva Zelandia (Pacífico Sur). Hay que tener en cuenta que entonces no existían el Canal de Suez ni el de Panamá, razón por la cual tanto el control del Cabo de Buena Esperanza como el del Cabo de Hornos tenían una importancia superlativa en la política imperial.

La expansión colonial británica volverá a retomar fuerza a partir del Congreso de Berlín, en 1885, cuando las potencias europeas se reparten el continente africano, coincidentemente con el apogeo del poder británico en el mundo y escribiendo quizás la página más negra del colonialismo europeo.


Consideraciones finales

Desde el Designio Occidental, Gran Bretaña procuró sin éxito “quitarle” el Imperio a España, a lo largo de casi 200 años, siendo las invasiones inglesas al Río de la Plata el último intento relevante en el continente.

En ese periodo, en varias ocasiones, Gran Bretaña empeñó importantes fuerzas navales y terrestres. Las mayores campañas militares o expediciones, y también derrotas, fueron las dirigidas a Santo Domingo, Cartagena de Indias y al Río de la Plata. Los escasos logros británicos no respondieron a los esfuerzos desplegados y consistieron en la conquista de Jamaica, las Islas Caimán, Belice, Guyana, Trinidad y las Islas Malvinas, así como otras islas en las Antillas Menores. No obstante, durante ese período y gracias quizás a ese proceso fallido, paradójicamente, Gran Bretaña se fue convirtiendo en un Imperio que alcanzó su apogeo en el período victoriano, en la segunda mitad del siglo XIX, y cuya decadencia aún perdura.
 

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Madmaxista
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En algún siglo se tenían que independizar. En el siglo XIX España estaba en decadencia por la invasión napoleónica y los gobernantes que teníamos. En cambio Inglaterra tuvo buenos gobernantes que la llevaron a ser el imperio más grande del Mundo.

No me puedo ni imaginar que España tuviera que gobernar en el s.XX o en éste todos los territorios de ultramar. No podemos ni gobernar en España como para gobernar medio Mundo.
Mejores gobernantes pero también una cultura y una genética superiores, más europeas. El sustrato jovenlandés de España es innegable, y hacia ahí va la convergencia, hacia acercarnos al Magreb.
 

Palimpsesto.

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También decían hace siglo y pico que en 100 años toda américa hablaría inglés y ya vemos a día de hoy.

No sobrevaloremos a los piratas que ya lo hacen ellos más que de sobra. Lo cierto es que la América hispana fue el eje de su política exterior durante mucho tiempo, y lo único que consiguieron fue perder dinero y hombres a toneladas, mientras por el camino Bernardo de Gálvez era pieza clave en la independencia de los futuros Estados Unidos.

Aconsejo leer este hilo, de un artículo escrito por unos argentinos:





La política de expansión colonial británica en la América española a partir del “Designio Occidental”.

En estas páginas se pretende mirar los intentos colonialistas británicos desde el siglo XVII hasta el siglo XIX en la América Hispánica. La política del “Designio Occidental” (Western Design) de Oliver Cromwell, en 1654, se fijó como objetivo desplazar al Imperio Español de sus territorios. Dicha línea de acción prosiguió hasta comienzos del siglo XIX y constituyó una constante en la política exterior británica, dando origen a la concepción imperial.



Acciones en Antillas y Sudamérica

Inglaterra contaba con colonias en parte del territorio de América del Norte (1607), así como en algunas islas del Caribe, entre ellas Barbados, en el Océano Atlántico (1627); y en Belice, en Centroamérica (1638). Previamente, a finales del siglo XVI, algunos corsarios británicos habían asolado el Caribe y América central, entre ellos John Hawkins (1563), Francis Drake (1585) y Walter Raleigh (1595).

Las principales acciones bélicas se produjeron en el contexto de tres conflictos formales entre España y el Reino Unido. El primero se inicia no como una guerra formal y por lo tanto carece de nombre y es el Western Design que, en 1655, abarcó acciones bélicas en la Hispaniola, en Jamaica y las Islas Caimán.

El segundo es la Guerra del Asiento o de la Oreja de Jenkins, entre 1739-1748, quizás el más relevante por sus implicancias y fuerzas empleadas. Los principales combates se llevaron a cabo en La Guayra, Porto Bello, Cartagena de Indias y Santiago de Cuba.

La tercera instancia se da en el contexto de las Guerras Napoleónicas, a partir 1796-1806/1807, donde España, luego de Trafalgar, queda claramente aliada a Francia. Estas acciones se desarrollaron en Guyana, Trinidad, Puerto Rico, Montevideo y Buenos Aires.

El Reino Unido nunca pudo conquistar las principales plazas de la colonia española en el Caribe y América del Sur, y debió contentarse con algunos territorios insulares y dos pequeños enclaves en el continente.



Acciones en la América Española

El nombre de “Designio Occidental” proviene del designio divino del que creía Cromwell estar imbuido y de la necesidad de expandir el poder británico a costa de un enemigo rico y militarmente disminuido, España. Estos acontecimientos provocaron la guerra Anglo-Española de 1655 a 1660, que culminó con el Tratado de Madrid, en 1670.

El plan de Cromwell proponía atacar a España en el Caribe y evitar una guerra en Europa. Los preparativos estuvieron influenciados por Thomas Gage, un ex sacerdote dominico, apostata, que sirvió en Guatemala. Se nombraron dos comandantes: para las operaciones en tierra, el general Robert Venables; y el almirante William Penn a cargo de la Flota.

Se reclutaron 2.500 hombres, de los cuales sólo mil tenían experiencia de combate. Se alistaron 18 navíos de guerra y 20 buques de transporte. En Barbados y St Kitts y Nevis reclutaron otros 4.000 hombres. El objetivo fijado fue la isla de la Hispaniola, también se pensó en Cuba pero se desechó, y la ciudad de Santo Domingo.

Las fuerzas británicas desembarcaron a unos 40 km de Santo Domingo, el 14 de abril de 1655. En el lapso de 15 días, en dos oportunidades intentaron tomar la ciudad pero fueron rechazados por los españoles y las enfermedades tropicales. Temiendo mayores pérdidas, se retiraron.

De allí partieron a Jamaica, que tomaron con facilidad, consolidando dicha posesión a mediados de 1655. Posteriormente tomaron el archipiélago deshabitado de las Islas Caimán. Estas conquistas quedaron ratificadas en el Tratado de Madrid de 1670. No obstante, el propio Cromwell, en una carta al almirante Blake, reconocería el fracaso de la expedición.

La Guerra del Asiento o de la Oreja de Jenkins fue un conflicto armado de casi diez años que enfrentó al Reino Unido con España, entre 1739 y 1748, en relación al Asiento de personas de color<!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]--> y el Navío de Permiso<!--[if !supportFootnotes]-->[2]<!--[endif]-->, y en medio de la Guerra de Sucesión austríaca. Los principales eventos bélicos se produjeron en el Caribe. La flota británica era comandada por el almirante Edward Vernon. Otra flota, mucho menor, buscó atacar por la costa del Pacífico y fue comandada por el comodoro George Anson.

En este período surge la idea del Imperio Británico y se difunde a nivel popular. Se sustenta en sus colonias americanas y en el objetivo de despojar a España de las suyas. Se cuestiona desde el descubrimiento de Colón hasta el trato con los indígenas, trayendo a cuento el escrito de Bartolomé de las Casas que dio lugar a la leyenda negra.

Unos años antes se publica un panfleto anónimo titulado “A Proposal for Humbling Spain” que recomienda la captura de Buenos Aires, por ser una de las principales ciudades españolas. Esta idea es retomada en 1762 por John Campbell en una pormenorizada descripción de las posesiones españolas en América en la que se destaca la importancia económica, comercial y estratégica de esta ciudad y su calidad de vida.

Los principales hechos bélicos fueron:

-La Guayra. El almirante Vernon envió tres navíos al comando del capitán Thomas Waterhouse, con la orden de sorprender la guarnición española en La Guayra. Al intentar entrar al puerto enarbolando la insignia española, fueron atacados desde tierra por fuego nutrido de artillería que los obligó a replegarse a su base en Jamaica.

-Puerto Bello. El almirante Vernon atacó esta ciudad, hoy en la República de Panamá, con seis buques y logró tomarla luego de una corta resistencia. Destruyó todas las fortificaciones y se hizo de un botín. El hecho fue magnificado por la prensa británica, creando fuerte expectativa por la eventual captura de Cartagena de Indias. Se llevó a cabo en Londres una cena de honor por la victoria, en la que participó el rey Jorge II y se presentó un himno conmemorativo que no sería otro que el himno nacional “God Save the King”.

-Cartagena de Indias. Esta importante ciudad y puerto del Imperio Español constituía el objetivo mayor para la flota británica. Los ataques se llevaron a cabo en tres oleadas. Por la falta de información sobre las defensas, Vernon probó un ataque con seis naves y poco tiempo después otro con 13, encontrando, en ambos casos, fuerte resistencia. Volvió unos meses más tarde con 186 navíos y 27mil hombres, de los cuales 10 mil eran tropas de asalto. La resistencia española, al mando del almirante Blas de Lezo y del gobernador Pedro Hidalgo, con sólo 3.600 hombres de armas, incluyendo 600 arqueros indios, logró impedir el desembarco efectivo inglés. Luego de un mes de sitio, Vernon se retiró, habiendo perdido más de 6 mil de sus hombres y más de 50 buques. Se trató de la mayor derrota en la historia de la Marina Real británica. Esta derrota le costó el puesto a Vernon, que a su vuelta a Inglaterra fue relevado de su cargo y expulsado de la Marina.

-Guantánamo. Luego del fracaso en Cartagena, Vernon se dirigió a Cuba, y evitando Santiago, defendida por sus fuertes, intentó desembarcar en Guantánamo. La operación, comandada por el general Wentworth, fracasó por el mal estado sanitario de la tropa.

-Puerto Bello. De Cuba se dirigieron nuevamente a Puerto Bello, para esta vez encontrarse con la ciudad vacía, evacuados sus habitantes a Panamá.

-Perú y Panamá. La expedición del comodoro George Anson, entre 1740 y 1741, al mando de siete navíos, rodeó América del Sur por el Cabo de Hornos, donde lo esperaba el almirante José Alfonso Pizarro. Habiendo perdido cuatro de los siete buques, atacaron el puerto de Paita en Perú y luego llegaron con un solo buque a Panamá, donde se enteraron del fracaso de Vernon en Cartagena de Indias.

La Guerra del Asiento finaliza con la firma del Segundo Tratado de Aquisgrán, en 1748, que pone también fin a la guerra de Sucesión austríaca. España revalidó el Derecho del Asiento y el Navío de Permiso con el Reino Unido, que lo autorizaba al envío de un buque mercante por año a sus colonias americanas.



Guerras napoleónicas

La era napoleónica colocó a España nuevamente en estado de guerra con Gran Bretaña. Antes hubo algunas operaciones militares británicas contra el Imperio español, en particular en 1779, cuando este último ataca asentamientos británicos en Belice y Cayo Cocina<!--[if !supportFootnotes]-->[3]<!--[endif]-->. Inglaterra, que planeaba abrirse paso hasta el Pacífico, tomó primero el Castillo de Omoa con la intención de facilitar el paso de la expedición a través del río San Juan, en lo que hoy es Nicaragua, que tenía pocas defensas. Dicha operación fracasó por las fiebres palúdicas e intestinales que aniquilaron al contingente británico, del que sobrevivieron sólo 300 soldados.

En 1782, la batalla naval de las Islas Saintes, al sur de Guadalupe, enfrentó una flota francesa de 30 navíos de línea con una británica de 35 buques. La batalla fue ganada por el almirante británico George Rodney, en el marco de la guerra de independencia de los Estados Unidos.

Poco tiempo después se inicia la campaña de Napoleón en Europa, dando comienzo a las operaciones militares británicas en territorio español y en sus colonias americanas.

Los primeros asaltos se llevaron a cabo en los límites del Imperio:

-Guyana. En 1796 Gran Bretaña ocupa el territorio, en ese entonces en manos holandesas, y lo incorpora a s su Imperio cuando se firma el Tratado anglo-holandés (1814).

-Trinidad. En 1797, el gobernador español José María Chacón rinde la Isla sin combate, ante una fuerza de tarea integrada por el almirante Henry Harvey, con más de 40 embarcaciones y 8 mil soldados comandados por el general Ralph Abercromby. La soberanía es cedida al Reino Unido en el Tratado de Amiens de 1802.

-Puerto Rico. En 1797, luego de tomar Trinidad, Harvey y Abercromby se dirigieron a San Juan de Puerto Rico con 60 navíos y 5 mil efectivos. El 17 de abril desembarcaron y atacaron sin éxito las defensas españolas. El 29 de ese mes, luego de una contraofensiva española, los británicos se retiraron.

-Buenos Aires. En junio 1806, una flota de 11 buques, al mando del almirante Home Riggs Popham, y 1644 combatientes, al mando del coronel William Carr Beresford, provenientes de Sudáfrica, atacaron Buenos Aires y la ocuparon por 45 días, hasta ser derrotadas por las tropas que comandaba Santiago de Liniers.

-Montevideo: En octubre de 1806, una flota comandada por el almirante Popham y 1400 hombres al mando del teniente coronel Backhome toman Montevideo, que contaba con pocas defensas.

-Buenos Aires: En junio 1807, una poderosa flota y 10 mil hombres bajo el mando del teniente general John Whitelocke desembarcan al sur de Buenos Aires con la intención de tomarla nuevamente. El asalto a la ciudad fracasó luego de intensos combates urbanos y el 7 de julio las tropas británicas capitulan. Una de las condiciones fue el retiro británico de Montevideo, que se efectuó el 9 de septiembre.

Esta fue la última operación militar de gran envergadura en el territorio español americano. Casi simultáneamente se iniciaba el periodo de descolonización en dichos territorios. También Gran Bretaña, luego del Congreso de Viena, quedó como la principal potencia mundial y ejerció el dominio cuasi absoluto de los mares. Su política se basó desde ese momento en asegurar la libertad de comercio para proteger sus colonias asiáticas.



El control de las vías marítimas

En 1757, Gran Bretaña inicia su conquista de la India, que resultará su posesión colonial más preciosa. En 1779 pierde su principal asentamiento en América, cuando se independizan los Estados Unidos. Simultáneamente, Gran Bretaña encabeza la Revolución Industrial que, entre otras consecuencias, propaga la idea del libre comercio. De esta manera el interés británico comienza a volcarse para Asia, aunque sin abandonar totalmente sus pretensiones en América.

La sucesión y cronología de conquistas ponen de manifiesto la visión estratégica británica que consistía en asegurarse los principales pasos marítimos, además de territorios. En esta lógica conquistan las Islas Malvinas, en 1833, expulsando población y autoridades locales. Sudáfrica 1806, Omán-Muscat en 1809, Isla Mauricio e Islas Seychelles en 1810, Indonesia (Java) en 1811, Singapur en 1819, Birmania en 1824, Malaca en 1824, Islas Malvinas en 1833, Hong Kong en 1839, Aden en 1839, Afganistán en 1839, Nueva Zelandia en 1840, Shangai-Cantón en 1842. De éstos, son claramente de interés estratégico marítimo Sudáfrica (Colonia del Cabo), Omán-Muscat y Aden (Golfo de Aden), las islas Mauricio y Seychelles, (Océano Indico), Java y Hong Kong (Océano Pacífico), Singapur y Malaca (Estrecho de Malaca), las Islas Malvinas (Atlántico Sur, en la cercanía del Cabo de Hornos) y Nueva Zelandia (Pacífico Sur). Hay que tener en cuenta que entonces no existían el Canal de Suez ni el de Panamá, razón por la cual tanto el control del Cabo de Buena Esperanza como el del Cabo de Hornos tenían una importancia superlativa en la política imperial.

La expansión colonial británica volverá a retomar fuerza a partir del Congreso de Berlín, en 1885, cuando las potencias europeas se reparten el continente africano, coincidentemente con el apogeo del poder británico en el mundo y escribiendo quizás la página más negra del colonialismo europeo.


Consideraciones finales

Desde el Designio Occidental, Gran Bretaña procuró sin éxito “quitarle” el Imperio a España, a lo largo de casi 200 años, siendo las invasiones inglesas al Río de la Plata el último intento relevante en el continente.

En ese periodo, en varias ocasiones, Gran Bretaña empeñó importantes fuerzas navales y terrestres
. Las mayores campañas militares o expediciones, y también derrotas, fueron las dirigidas a Santo Domingo, Cartagena de Indias y al Río de la Plata. Los escasos logros británicos no respondieron a los esfuerzos desplegados y consistieron en la conquista de Jamaica, las Islas Caimán, Belice, Guyana, Trinidad y las Islas Malvinas, así como otras islas en las Antillas Menores. No obstante, durante ese período y gracias quizás a ese proceso fallido, paradójicamente, Gran Bretaña se fue convirtiendo en un Imperio que alcanzó su apogeo en el período victoriano, en la segunda mitad del siglo XIX, y cuya decadencia aún perdura.
Fantástico.
 

Indra Ōtsutsuki

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Mejores gobernantes pero también una cultura y una genética superiores, más europeas. El sustrato jovenlandés de España es innegable, y hacia ahí va la convergencia, hacia acercarnos al Magreb.
Genética superiores y cultural dices roto2 ?. Jovelandeses? me siento amigablemente en el WC mientras pienso en tu fruta raza poco agradable pérfido de nombre en inglés.

Superior cultura en que? Exterminio? Llegar a rebufo y carroñeando todo lo que podían al imperio español que lo hacía todo antes que ellos?, vender relato falso porque lo feo y poco real hay que venderlo a través de la mentira?. Quizás también dejar estercoleros en cada colonia a la que iban mientras España dejaba las mayores obras de las humanidades y territorios prósperos en los virreinatos? Pero tú de dónde saliste pedazo de guano? Los españoles tuvieron muchos malos gobernantes en su historia, soy el primero que lo dice, pero duró su imperio más tiempo que el inglés originario como tal.

Genética superior? Qué genética? Me retrotraigo a lo anterior, ahí tienes la diferencia entre la genética civilizatoria superior y un saco de hez de asilvestrados que iban por el mundo como las tribus ancestrales. Ahí se demuestra la genética superior. O hablas de atractivo físico quizás?roto2 tengo que decirte yo que los ingleses son de los que peor puntúan en atractivo en europa? Mientras que los españoles están notablemente bien valorados en primeras posiciones de atractivo europeo.

Vete a tomar por trastero grandísimo me gusta la fruta.
 
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