La Guardia Civil hizo una entrega controlada de explosivos días antes del atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid y su objetivo, el terrorista Jamal Ahmidan, a quien querían acorralar con dicha estrategia, se escapó con 200 kilos de dinamita. Para burlarles, el yihadista contó con la ayuda del servicio secreto francés y de personal cercano a la embajada de jovenlandia, que instruyó luego a la célula de
jovenlandesata de Tajuña en el montaje de bombas. Parte de esas instrucciones llegaron desde una cabina en el Líbano, pero cuando los espías franceses y marroquíes supieron que España investigaba esa pista por una "fuga de información", hicieron desaparecer las pruebas y colocaron otras manipuladas como la mochila de Vallecas para orientar las pesquisas.
Esa es, a grandes rasgos, la versión que el comisario José Manuel Villarejo aportó la semana pasada en un escrito remitido a la
Audiencia Nacional sobre lo que supuestamente, y siempre según su versión, sucedió en el atentado del 11-M que acabó con 191 víctimas mortales.
“Espías franceses” destruyeron pruebas en Siria que revelaban quién ordenó el 11-M, según Villarejo
¿Será por esto que el PP no quiso investigar el 11M cuando llegó al poder, porque se descubriría que estaba suministrando explosivos a terroristas para luego detenerlos justo dos días antes de las elecciones generales??