Pero siñore Peritt@, Mi salvoconducto estaba en vigor y sellado como dios manda.
Okay. Salvoconducto en regla. Puede usté seguir pinchando y picoteando cual loro, cacatúa o cuñada, si es que le hacen gracia las provocaciones infantiles, pero sepa que yo ya vengo picoteado de casa de mi suegra y he criado concha encima del callo que le salió a la costra.
No sé qué clase de magia negra invocará para que -tan oportunamente- le salgan a usté espoilers de ésos. Yo, como por aquí no sé hacer hechizos, no tengo inconveniente en repetirle que el motivo ha sido porque puede confundir a otros usuarios. Ná más.
Pero como no quiero que me eche en cara que yo también entro por aquí a decir gelipolleces, y el contestar a una tontería suele serlo, voy a dejar otro texto viejo a ver si le escuece a algún comisario político o a los de la conspiración del silencio.
A los de la sangre no creo.
Bueno, ...ni a los del fúrbol-soccer, ni a los de la Belén Esteban, jua, jua, jua, ni a ninguno de los ye-yes y melenudos -de diferentes colores- que vemos en nuestras calles, jua, jua, jua.
Ya me vale a mi.
(
22-Febrero-2007)
MÁS SOSPECHAS
En muchos foros suelen censurar la cosa del 11-M. Ellos verán si se quedan sin lectores y sin usuarios. El caso es que de este asunto algunos, aunque no sepamos qué pensar, desearíamos que hubiese sido la Eta, o alguna reciente rama escindida y descontrolada con la que el gobierno, por supuesto, no está negociando,
…ni lo hará hasta que no abandonen la violencia (sic.).
Yo no sé si habrán sido los Servicios Secrettos jovenlandesses, los de Al Qaeda, los de la Eta, los neonazis del Bayern Munich, que el día antes hubo partido, o ésos que todos pensamos a nada que nos diera por responder a la clásica pregunta policial:
Cui prodest?.
De este asunto no solo desconocemos a los autores y a los inductores, sino que tampoco estamos seguros de mantener a algún que otro inocente en la guandoca. Miau -dice el sabueso de la policía. Pero lo que sí que vamos teniendo cada vez más claro es que, quienes están obstaculizando la investigación
llevan uniforme.
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Mira majette, yo sí que quiero saber quién mandó dar de baja de la suscripción de la vida a Kennedy o a los Marqueses de Urquijo, bueno, y a un montón de trabajadores, emigrantes o no, estudiantes, madrugadores ancianitos camino de la consulta del médico y hasta a los dos makokis que se colaron sin pagar billete, llevaran rastillas o no. Yo no tengo fe, no tengo ideas preconcebidas, a mis prejuicios no les hago ni puñetero caso y mi opinión cambia según los argumentos que van aportando unos u otros. De modo que no sé quién anda detrás del atentado.
Lo malo es que quienes deberían haber investigado bien, no han debido ni de tantearse.
Yo no sé cómo lo habrán hecho, pero no les coinciden los explosivos, las mochilas y otras pruebas aparecen y desaparecen y no hay un dios que se haga responsable de su custodia más allá de diez minutos. Un buen número de detenidos o eran confidentes de la policía o habían sido tocados por ella, luego se les seguía los pasos desde bien cerca, además las pruebas que les incriminan son todas circunstanciales e indirectas: conversaciones telefónicas jactanciosas o amistades, mas o menos peligrosas, han sido el único argumento para enchironar a la gente.
Sí, vale. Que había una trama de intercambio de explosivos por hachises, no lo duda nadie, y más si ambas bandas estaban infiltradas y puede que espoleadas por la propia policía, la comisaría de Aviles por un lado y la UCO o los estuppas por otro. Pero nada prueba que los compradores quisieran revender los explosivos por ahí a los que los envían mujaidines al Irak o al Líbano, o los quisieran poner en los trenes. Pero lo que me parece a mi más sospechoso es que si a alguien le da por hablar del asunto resulta que siempre, desde el lado simpatizante al gobierno, se le manda a uno callar
con cajas destempladas.
Quienes deberían darse de codazos por poner sus propias cámaras, si es que son periodistas de raza, se escandalizaron porque la Telemadrid iba a dar el juicio en directo por la televisión y al final han conseguido que sea La Otra y no la Telemadrid y resulta que no coge la señal casi nadie.
En fin, que ésto mas que oler, hiede.
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Mira, hermoso mío, de los teléfonos celulares que estallaron en los trenes no ha quedado nada monada.
Las tarjetas de los móviles sólo han aparecido en la mochila de Vallekas y en el piso que estalló después en Leganés unos diítas después. Ya me dirás tú qué criterio usaron para ir y detener al de la tienda, pásmate con la pasma,
a los pocos días del atentado.
El caso es que otros insisten en tener una fe tan aplastante que ríete tú de la Madre Teresa ésa, pues ella creía sin ver, y éstos creen viendo, pues lo que se ve. Joer.
Es evidente que a todos nos gustaría creer que han sido un radikales islámicos, así, en general, sin etiquetas, aunque fueran
mu poco practicantes; ya que no tenemos ni una sola prueba directa que los incrimine. Pero es que las otras opciones que se nos presentan son todavía mucho más inquietantes que ésta, y la menor de todas es que hayan sido unos radikkales etarras escindidos y no controlados por los etarras ésos que dicen que andan negociando
pues lo que tengan que negociar.
Tampoco me gustaría pensar que hayan sido nuestros propios servicios secrettos o, si quieres decirlo así, una rama recientemente escindida y descontrolada de la TIA para provocar un vuelco electoral entregando una información a los de un partido y otra información a los de otro.
Pero, con mucho, lo que más me acojona a mi, es que hubieran sido unos particulares cualquiera, como los que andan empujando a las personas, sin conocerlas de nada, a las vías del metro en un diabólico juego de rol.