Lo bueno es que tiene 44 años y no tiene hijos y está derroguidísima. Si el marido tiene la misma edad, o similar, la puede mandar a pastar y pillar con una de 35. Si fuera listo, lo haría. Si yo no tuviera hijos, lo haría, me rezuma la berenjena pagar la mitad del patrimonio a cambio de volver a ser libre. Yo lo haría y volvería a vivir una segunda juventud como soltero del tinder, del badú y de los pilinguis. Quién quiere a una derroguida infiel de 44 seca y sin descendencia. Menudo castigo.