Imaginate que soy el responsable de ese departamento y me encuentro con lo que dices, que tu trabajas tres veces mas que tu compañero
¿Que hago?
Te recuerdo que lord entrophy ha comentado que en Santander tuvieron que quitar el sistema de huella dactilar porque los sindicatos protestaron porque no querian ser controlados.
¿Que pasaria si se decide tomar represalias contra tu compañero? ¿No se levantarian los sindicatos y montarian la de dios?
Lo pregunto totalmente en serio. Yo he visto en Asturias como la funcionaria encargada de RRHH de una empresa publica del Principado negarse a trabajar durante mas de tres meses, y burlarse del jefe porque este no podia hacerle nada.
Yo creo que este es un punto importante. Hasta que punto un responsable puede obligar a un funcionario de carrera a trabajar, y que pasa con los funcionarios con un rendimiento bajo.
Bien sé que es cierto todo lo que dices. El sistema es perverso y es complicado hacer entrar a alguien en vereda si esa persona tiene los conocimientos (y/o los conocidos) y la cara dura necesaria para negarse a cumplir su trabajo.
Hasta hace unos años tuvimos una "compañera" "trabajando" con nosotros. Aparte de ser la persona más vaga, displicente y maleducada con los usuarios, padece una discapacidad mental incompatible con casi cualquier tarea. Los años en los que estuvo en el centro fueron una sucesión interminable de meteduras de pata y despropósitos que el resto del personal de administración nos dedicábamos a solucionar. Con la petición de disculpas correspondiente, claro.
Hasta que se nos hincharon los bemoles y nos negamos a resolver el más mínimo entuerto si previamente el usuario no presentaba una reclamación por escrito indicando lo que había ocurrido.
Mano de santo. Al cabo de unos meses la gerencia se cansó de responder reclamaciones y por fin movió el ojo ciego. Cogió a la "compañera" por banda y la presionó en la medida en que podía para que solicitase una incapacidad permanente. Cosa que el tribunal le dió sin mayor dificultad. La verdad es que, aparte de ser una fruta vaga, no estaba en condiciones de hacer nada.
Ahora bien, hasta llegar a esto pasaron no menos de diez años en los que esta persona se comportó como le salió de los ovarios. Con docenas de comunicaciones a la gerencia y nulos resultados. Sabían perfectamente que preferíamos que se quedase en su casa sin sustituirla en vez de acudir al centro. Pero el trabajo salía adelante. Y eso, al fin y al cabo, es lo único que de verdad importa a cualquier responsable. Huyen de los conflictos como de la peste.
Resolver el eterno problema de la empresa pública y conseguir que todo el mundo cobre según su trabajo y trabaje según su obligación no debe ser cosa sencilla. Pero se me ocurren unas cuantas medidas para empezar a cambiar las cosas.
Un saludo.