Los que se endeudaron irresponsablemente claro que entienden que si ahora se les ayuda serán las próximas generaciones las que lo tengan más difícil.
Como en su día, cuando participaban en el festín de la burbuja, también entendían que esto algún día iba a estallar.
Pero entonces, como ahora, se la rezuma de sobremanera. Porque, como bien dice el compañero, que cada perro se lama su calabacín.
Y aquí disfrutamos de un índice altísimo de cipotes en carne viva. No hay más que verlo en comentarios como "si empiezan a perdonar hipotecas, yo no pago la mía", o "Si entran a desahuciarme me tiraré por la ventana", o "yo vivo de alquiler. Si perdonan hipotecas, ¿qué hay de lo mío?"
No me ponga usted de irresponsables a los pepitos y de buenos y responsables a los bancos... en este tema inmobiliario estamos hablando del mismo tipo de gente, pero a distintos niveles: pepitos, pasapiseros, banqueros, etc...