Mientras cenaba en una terraza en compañía de mi churri, lo he estado escuchando.
Me alegro que aborden el tema, aunque todo eso es de primero de conspiración. El problema es que está mal enfocado, al centrar el debate, como de costumbre, en el estado de Israel.
El verdadero problema del "jotaísmo" para nosotros los occidentales y el mundo blanco en general está precisamente aquí, no en oriente próximo, ni en las disputas domésticas entre dos facciones semitas. El "sionismo" es solo una parte del problema judío, y desde luego, no es la más fundamental. Mientras el mundo de la religión del amor está todo absolutamente controlado y bajo supervisión del kahal moscovita.
Por otro lado, al "profesor" Lemus, su vena proiraní se le nota excesivamente. Mal asunto.