Cuando todas las inversiones empresariales se basan en el monocultivo turistico junto con todos los especuladores y parásitos que dependen de dicho sector, que no haya un crecimiento sostenido casi exponencial es insostenible para el modelo a largo plazo. A España le queda poco para que le llegue su San Martín.
Bajada a Málaga para ver el Cautivo (que mi señora es fan), pues con la lluvia se quedó en su casa cofrade. Pero gente hasta explotar. Es lo que tienen los pisos turísticos, que no computan y encarecen el mercado de la vivienda hasta límites astronómicos.
Martes y miércoles santo, pese a la lluvia intermitente, todo hasta arriba, guiris especialmente y muchos de la España norteña dando vueltas por las calles Larios, Císter, Alcazabilla y Granada. Escuchando a guías turísticos que no dicen más que tonterías y cultivan el tópico "malaguita" hasta vomitar: espetos, Antonio Banderas y Chiquito de la "Calzá". Y Picasso, mucho Picasso, que fue un señor que se fue de Málaga de niño, no volvió nunca y no le dio a su ciudad natal ni los buenos días, todo lo han comprado y regalado otros y la familia Picasso; menudo negocio tiene montado con el Museo Picasso y las subvenciones de la Junta de Andalucía. Llegué a escuchar a uno de estos lamentables guías que decía a unos guiris que el chocolate con churros era típico de Málaga (y de Cascoporros de Arriba y de Chamberí, señoría).
Todo el centro de Málaga se ha convertido en una enorme terraza, un poco mermada esta semana, por el tema procesional, para dejar paso a los "tronos" como les llaman allí. Entre todo petado de gente, las tribunas (apantalladas para que los de atrás no vean nada, si no pagas, no ves los "tronos" o te jorobas para no ver más que cabezas en las zonas donde no hay tribunas) y las terrazas que han invadido la ciudad no se puede andar por muchas calles del centro, ya de por sí estrechas en buena parte. Málaga ya vive casi exclusivamente del mercado turístico (no me saquéis lo del Parque Tecnológico y las start-up de Google y compañía, porque son cuatro gatos en comparación con el negocio del turismo).
Cuando se acaben los vuelos baratos, llegue la crisis económica subida de peso a Europa, se pare la impresora o se forme cualquier zapatiesta, el reventón de la burbuja que hay en Málaga va a ser apocalíptico.