No lo sé porque yo no padecí de éso, pero si tengo que echar tres euros a una porra diría que por snobismo, por distinguirse de los demás y mirarnos por encima del hombro -cosa que aún siguen haciendo- fuéramos o no franquistas, o nos importara la política tres peos pues andábamos más pendientes de las suecas y francesas que venían, como las golondrinas, cuando llegaba el buen tiempo.
Vanidad de vanidades y solo vanidad.
Hoy día se dice postureo.
Puede que el poderoso partido comunista francés tuviera algo que ver, entonces había más que estudiaban francés que inglés en el bachillerato, o la Iglesia tras el concilio pues había cambiado el rumbo y maniobrado para posicionarse ante el probable triunfo de los comunistas que se adivinaba, ya que medio planeta estaba bajo su órbita en poco más de medio siglo.
Pero me inclino a pensar que era más por llevar la contraria a sus padres, ya sabe que los españoles somos mu llevacontrarias y por aquí la reacción siempre suele ganar a la acción.
Y estoy hablando de finales de los 60, de Sanchez Dragó y tantos otros, Federico Jimenez losantos incluido aunque éste no era de familia rica.
Éste otro libro habla de los años 70, cuando la infiltración comunista ya estaba extendida.
Aquí otra cancioncita:
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FREE ZOUHAM o abandonad toda esperanza.