Hitler era cristiano Parte 1.

Hitler era PROTESTANTE (mayoría en Alemania)

cuando ganó las elecciones memocráticamente las campanas protestantes de toda Alemania tocaron de alegría

En los barrios y distritos de mayoría católica nunca ganó ni tuvo su apoyo.
lo que hay que leer en BURBUJA MACHOnover:doh!doh!doh!doh!
 
Hitler aprendió casi todo sobre cómo subyugar a los judíos de los católicos, los creadores del concepto de "gueto judío", entre otros clásicos.
los creadores de los guetos alubio*s son los propios rabinos
so bobo
que no quieren mezclarse con los goyines.
 
En el nazismo no encontrará ni una sola representación cristiana, ni en su iconografía, ni en su simbología, etc. No sé si entiende lo que le acabo de decir. Esto son hechos, lo suyo son interpretaciones con muy malas intenciones.
Entre sus dirigentes se encuentran algunos como Rosenberg o Martin Borman, que fueron incluso enemigos declarados del mismo. Ahí tiene alguno de sus discursos.


El problema es que usted, como buen masón, pretende trasladar su obsesión con el cristianismo al campo del enemigo, en este caso el nacionalsocialismo, otra de sus grandes fobias, pretendiéndolos hacer pasar por tales y fundiéndolos en una misma doctrina.

Más tarde o más temprano, el cristianismo hubiese desaparecido de Alemania, un proceso que se habría realizado de manera natural, sin estridencias ni violencias, al contrario de los métodos draconianos empleados por el comunismo ateo y judío.
Los cristianos como usted siempre han sido maestros en el arte de la tergiversación y del engaño. Y ejemplos de este torticero comportamiento los hay a cientos, aunque quizás el caso más paradigmático de ese constante retorcer la verdad haya sido la casi total imbricación entre el nazismo y el cristianismo.
Aunque apologistas cristianos de todo tipo llevan ya camino de un siglo intentando desligar la barbarie nancy del cristianismo, para cualquier persona mínimamente versada en Historia ha quedado más que probado que los seguidores del nazareno demente crearon y engordaron durante casi dos milenios el fanático caldo de cultivo del antisemitismo y ya bajo la dirección de Hitler llevaron a cabo de manera más que entusiasta primero el acoso, luego la persecución y finalmente el exterminio de millones de personas cuya única falta fue la de haber permanecido fieles a la religión de sus antepasados.
Aunque es evidente que el cristianismo en sus orígenes fue una de las tantas sectas milenaristas lideradas por profetas judíos dementes (entre los cuales el nazareno demente fue únicamente otro más) que tanto abundaban en esas resecas y castigadas tierras en la época del dominio romano de Palestina, de tal manera que los primeros padres de la Iglesia con el famoso Saulo de Tarso a la cabeza predicaban principalmente en sinagogas ante un público casi exclusivamente circuncidado poco a poco el cristianismo fue separándose y diferenciándose del viejo tronco judaico, al que pronto se le identificó como un competidor. Y ya se sabe que cuando dos religiones entran en conflicto: la tragedia es inevitable.
Tan pronto como el 96 EC los cristianos solicitaron con éxito al emperador Nerva que los eximiera del Fiscus Judaicus (un impuesto específico para seguidores de Abraham puesto en marcha por el también emperador Vespasiano en el año 70 EC a raíz de la revuelta judía) sobre la base de que ellos no eran judíos. En este contexto, la Iglesia se esforzaba mucho en resolver las contradicciones inherentes a su esquizoide posición de los diferentes elementos de la tradición judía: apropiación de casi todo el Antiguo Testamento y rechazo de la parte final del mismo ya que el Mesías había llegado ya en forma de poco agraciado extraterrestre como supuesta culminación de la larga tradición religiosa judía.
Con el ascenso del cristianismo al poder romano, el enfrentamiento dejó la fase teológica sobre quien de las dos religiones tenía razón y los cristianos pasaron a una nueva y más peligrosa fase: el insulto y la descalificación. Así entre otros muchos, Eusebio de Cesarea los llama "una perversa, peligrosa criminal secta". San Agustín etiqueta a los talmudistas de falsificadores; San Ambrosio acusa a los judíos de despreciar la ley romana. San Jerónimo afirma que los judíos estaban poseídos por un espíritu impuro. San Cirilo de Jerusalén afirmó que los patriarcas judíos eran una raza inferior.
Después, el Imperio Romano ya cristiano promulgó una variedad de leyes civiles contra los judíos, como la prohibición de ocupar cargos públicos y un impuesto curial opresivo. Además se promulgaron leyes para hostigar la práctica del judaísmo; Justiniano fue tan lejos como para promulgar una ley contra el rezo diario de los judíos. Y así poco a poco, el Imperio Romano y tras su descomposición, los reinos cristianos pusieron en el punto de mira a los judíos pasándose a la persecución más atroz, con pogromos y asesinatos en masa incluidos con cualquier pretexto.
Y si la santa progenitora iglesia católica persiguió con saña a los seguidores de Moisés, la reforma protestante no le fue a la zaga. El "insigne" Lutero, fue un antisemita furibundo que en su tratado "Sobre los judíos y sus mentiras" escrito en 1543 aconsejaba a los protestantes llevar a cabo 7 acciones "correctoras" contra los circuncidados:
* Incendiar las escuelas y sinagogas judías, y advertir a la gente sobre su presencia
* No permitir que los judíos sean propietarios de casas de cristianos
* Remover las escrituras religiosas judías
* Negarle a los rabinos, el derecho de predicar
* No ofrecer protección a los judíos en las carreteras
* Para que se prohíba la usura, deben eliminarse el oro y la plata, permaneciendo bajo custodia, y que esta sea devuelta a los judíos realmente conversos
* Los judíos jóvenes y fuertes, se deben de proveer azotes, hachas, palas y husos, a fin de que puedan ganar el pan con el sudor de su frente.
además de justificar su asesinato, escribiendo:
"[Tenemos] la culpa de no matarlos".
Por supuesto los siglos posteriores no fueron mejores para los judíos y en toda la cristiandad eran insultados, humillados, perseguidos y exterminados a la menor ocasión.
Y en este caldo de cultivo nació, creció y se desarrolló Hitler, que simplemente asume y explota el milenario antisemitismo cristiano. El hecho de que Hitler viera lo que estaba haciendo como una continuación de la política católica lo confirma una conversación que tuvo el 26 de abril de 1933 con Hermann Wilhelm Berning, obispo alemán de Osnabrück. Según un informe de la época:
"[Hitler] luego planteó la cuestión judía. Para justificar su hostilidad hacia los judíos, se refirió a la Iglesia Católica, que igualmente siempre había considerado a los judíos como indeseables y que, debido a los peligros jovenlandesales que implicaban, había prohibido a los cristianos trabajar para los judíos. Por estas mismas razones la Iglesia había desterrado a los judíos al gueto. Veía a los judíos nada más que como enemigos perniciosos del estado y la Iglesia y, por lo tanto, quería expulsar a los judíos cada vez más, especialmente de la vida académica y de las profesiones públicas."
De hecho, Hitler se consideraba a sí mismo un cristiano ejemplar, con una misión muy "católica" ya que en "Mein Kampf" afirma sin rubor:
"El hombre de mentalidad völkisch [aria], en particular, tiene el deber sagrado, cada uno en su propia denominación, de hacer que la gente deje de hablar superficialmente de la voluntad de Dios, y realmente cumpla la voluntad de Dios, y no permita que la palabra de Dios sea profanada. Porque la voluntad de Dios dio a los hombres su forma, su esencia y sus habilidades. Cualquiera que destruya Su obra está declarando la guerra a la creación del Señor, la voluntad divina [...] Por eso hoy creo que estoy actuando de acuerdo con la voluntad del Todopoderoso Creador; al defenderme del judío, estoy luchando por la obra del Señor."
Y si católico era Hitler, cristianos fueron la gran mayoría de sus colaboradores y entusiastas seguidores. Por ejemplo, un informe nancy de 1938 indicaba que el 51,4 % de los miembros de las infames SS se identificaban como protestantes, el 22,7 % como católicos y el 25,7 % eran "creyentes de Dios" sin afiliación cristiana definida. ¡Vamos que había menos ateos en las SS que dinosaurios!.
Y por supuesto, sin todo el trasfondo antisemita del cristianismo alemán, fermentado durante milenios, hubiera sido imposible que cientos de miles de ciudadanos hubieran participado activamente (y muchos de ellos con indisimulado orgullo) en la cristiana tarea de exterminar a seis millones de recalcitrantes impíos que no aceptaron a Jesucristo como su salvador.
 
Hitler no era cristiano, como no lo fueron la mayoría de los dirigentes nazis. El nuevo estado alemán fue "aconfesional", aunque se respetaron todas las creencias religiosas, cosa que no hizo el Vaticano, que condenó el nacionalsocialisno en 1937.

Que Hitler tuviese una visión trascendente de la vida y del mas allá no lo convierte en cristiano.
Lo gracioso es que los cristianos lo presentan continuamente como un furibundo anticristiano.
Lo que teníais que hacer los antinazis es poneros de acuerdo antes de lanzar vuestras aburridas y ridículas diatribas.


Muchas citas que me demuestran que Hitler era cristiano:

"Mi sentimiento de cristiano me señala a mi señor y salvador como un luchador. Me señala al hombre que una vez, en soledad, rodeado de unos pocos seguidores, reconoció a estos judíos por lo que eran y convocó a hombres para luchar contra ellos y que "La verdad de Dios! fue mayor no como sufriente sino como luchador. Con amor ilimitado como cristiano y como hombre, leí el pasaje que nos cuenta cómo el Señor finalmente se levantó en su poder y tomó el azote para expulsar de el templo la cría de víboras y víboras. Qué terrible fue su lucha por el mundo contra el veneno judío... como cristiano también tengo un deber para con mi propio pueblo."

-Adolf Hitler, 12 de abril de 1922
 
Los nazis huían de las teorías de que el Universo hubiera tenido un principio y estuviera en expansión que evidencian la existencia de un Dios creador.

Hitler lo dejó escrito:
El golpe más duro que ha recibido la humanidad es el crstianismo; y su hijo es el comunismo, ambos inventos de los judíos

Los encargados de llevar las riendas ideológicas del partido eran Rosenberg y Feder, ambos ateos militantes que adhieren el nazismo a una visión panteísta del Universo retomando las fuentes del misticismo germánico para el que la naturaleza es eterna, sin comienzo ni fin.
 
Los nazis huían de las teorías de que el Universo hubiera tenido un principio y estuviera en expansión que evidencian la existencia de un Dios creador.

Hitler lo dejó escrito:
El golpe más duro que ha recibido la humanidad es el crstianismo; y su hijo es el comunismo, ambos inventos de los judíos

Los encargados de llevar las riendas ideológicas del partido eran Rosenberg y Feder, ambos ateos militantes que adhieren el nazismo a una visión panteísta del Universo retomando las fuentes del misticismo germánico para el que la naturaleza es eterna, sin comienzo ni fin.
Los cristianos como usted siempre han sido maestros en el arte de la tergiversación y del engaño. Y ejemplos de este torticero comportamiento los hay a cientos, aunque quizás el caso más paradigmático de ese constante retorcer la verdad haya sido la casi total imbricación entre el nazismo y el cristianismo.
Aunque apologistas cristianos de todo tipo llevan ya camino de un siglo intentando desligar la barbarie nancy del cristianismo, para cualquier persona mínimamente versada en Historia ha quedado más que probado que los seguidores del nazareno demente crearon y engordaron durante casi dos milenios el fanático caldo de cultivo del antisemitismo y ya bajo la dirección de Hitler llevaron a cabo de manera más que entusiasta primero el acoso, luego la persecución y finalmente el exterminio de millones de personas cuya única falta fue la de haber permanecido fieles a la religión de sus antepasados.
Aunque es evidente que el cristianismo en sus orígenes fue una de las tantas sectas milenaristas lideradas por profetas judíos dementes (entre los cuales el nazareno demente fue únicamente otro más) que tanto abundaban en esas resecas y castigadas tierras en la época del dominio romano de Palestina, de tal manera que los primeros padres de la Iglesia con el famoso Saulo de Tarso a la cabeza predicaban principalmente en sinagogas ante un público casi exclusivamente circuncidado poco a poco el cristianismo fue separándose y diferenciándose del viejo tronco judaico, al que pronto se le identificó como un competidor. Y ya se sabe que cuando dos religiones entran en conflicto: la tragedia es inevitable.
Tan pronto como el 96 EC los cristianos solicitaron con éxito al emperador Nerva que los eximiera del Fiscus Judaicus (un impuesto específico para seguidores de Abraham puesto en marcha por el también emperador Vespasiano en el año 70 EC a raíz de la revuelta judía) sobre la base de que ellos no eran judíos. En este contexto, la Iglesia se esforzaba mucho en resolver las contradicciones inherentes a su esquizoide posición de los diferentes elementos de la tradición judía: apropiación de casi todo el Antiguo Testamento y rechazo de la parte final del mismo ya que el Mesías había llegado ya en forma de poco agraciado extraterrestre como supuesta culminación de la larga tradición religiosa judía.
Con el ascenso del cristianismo al poder romano, el enfrentamiento dejó la fase teológica sobre quien de las dos religiones tenía razón y los cristianos pasaron a una nueva y más peligrosa fase: el insulto y la descalificación. Así entre otros muchos, Eusebio de Cesarea los llama "una perversa, peligrosa criminal secta". San Agustín etiqueta a los talmudistas de falsificadores; San Ambrosio acusa a los judíos de despreciar la ley romana. San Jerónimo afirma que los judíos estaban poseídos por un espíritu impuro. San Cirilo de Jerusalén afirmó que los patriarcas judíos eran una raza inferior.
Después, el Imperio Romano ya cristiano promulgó una variedad de leyes civiles contra los judíos, como la prohibición de ocupar cargos públicos y un impuesto curial opresivo. Además se promulgaron leyes para hostigar la práctica del judaísmo; Justiniano fue tan lejos como para promulgar una ley contra el rezo diario de los judíos. Y así poco a poco, el Imperio Romano y tras su descomposición, los reinos cristianos pusieron en el punto de mira a los judíos pasándose a la persecución más atroz, con pogromos y asesinatos en masa incluidos con cualquier pretexto.
Y si la santa progenitora iglesia católica persiguió con saña a los seguidores de Moisés, la reforma protestante no le fue a la zaga. El "insigne" Lutero, fue un antisemita furibundo que en su tratado "Sobre los judíos y sus mentiras" escrito en 1543 aconsejaba a los protestantes llevar a cabo 7 acciones "correctoras" contra los circuncidados:
* Incendiar las escuelas y sinagogas judías, y advertir a la gente sobre su presencia
* No permitir que los judíos sean propietarios de casas de cristianos
* Remover las escrituras religiosas judías
* Negarle a los rabinos, el derecho de predicar
* No ofrecer protección a los judíos en las carreteras
* Para que se prohíba la usura, deben eliminarse el oro y la plata, permaneciendo bajo custodia, y que esta sea devuelta a los judíos realmente conversos
* Los judíos jóvenes y fuertes, se deben de proveer azotes, hachas, palas y husos, a fin de que puedan ganar el pan con el sudor de su frente.
además de justificar su asesinato, escribiendo:
"[Tenemos] la culpa de no matarlos".
Por supuesto los siglos posteriores no fueron mejores para los judíos y en toda la cristiandad eran insultados, humillados, perseguidos y exterminados a la menor ocasión.
Y en este caldo de cultivo nació, creció y se desarrolló Hitler, que simplemente asume y explota el milenario antisemitismo cristiano. El hecho de que Hitler viera lo que estaba haciendo como una continuación de la política católica lo confirma una conversación que tuvo el 26 de abril de 1933 con Hermann Wilhelm Berning, obispo alemán de Osnabrück. Según un informe de la época:
"[Hitler] luego planteó la cuestión judía. Para justificar su hostilidad hacia los judíos, se refirió a la Iglesia Católica, que igualmente siempre había considerado a los judíos como indeseables y que, debido a los peligros jovenlandesales que implicaban, había prohibido a los cristianos trabajar para los judíos. Por estas mismas razones la Iglesia había desterrado a los judíos al gueto. Veía a los judíos nada más que como enemigos perniciosos del estado y la Iglesia y, por lo tanto, quería expulsar a los judíos cada vez más, especialmente de la vida académica y de las profesiones públicas."
De hecho, Hitler se consideraba a sí mismo un cristiano ejemplar, con una misión muy "católica" ya que en "Mein Kampf" afirma sin rubor:
"El hombre de mentalidad völkisch [aria], en particular, tiene el deber sagrado, cada uno en su propia denominación, de hacer que la gente deje de hablar superficialmente de la voluntad de Dios, y realmente cumpla la voluntad de Dios, y no permita que la palabra de Dios sea profanada. Porque la voluntad de Dios dio a los hombres su forma, su esencia y sus habilidades. Cualquiera que destruya Su obra está declarando la guerra a la creación del Señor, la voluntad divina [...] Por eso hoy creo que estoy actuando de acuerdo con la voluntad del Todopoderoso Creador; al defenderme del judío, estoy luchando por la obra del Señor."
Y si católico era Hitler, cristianos fueron la gran mayoría de sus colaboradores y entusiastas seguidores. Por ejemplo, un informe nancy de 1938 indicaba que el 51,4 % de los miembros de las infames SS se identificaban como protestantes, el 22,7 % como católicos y el 25,7 % eran "creyentes de Dios" sin afiliación cristiana definida. ¡Vamos que había menos ateos en las SS que dinosaurios!.
Y por supuesto, sin todo el trasfondo antisemita del cristianismo alemán, fermentado durante milenios, hubiera sido imposible que cientos de miles de ciudadanos hubieran participado activamente (y muchos de ellos con indisimulado orgullo) en la cristiana tarea de exterminar a seis millones de recalcitrantes impíos que no aceptaron a Jesucristo como su salvador.
 
En el mein kampf deja bien claro su cristianismo, o es un troll o están de pruebas con la I.A

El lebensaum un concepto muy cristiano, la raza superior también, exterminar a los débiles palabra de jisus, por eso el juramento militar de lealtad hasta la fin al fuhrer, por eso en la evilla sale la esvástica y no la Cruz.
Gran himbestigasion
Los cristianos como usted siempre han sido maestros en el arte de la tergiversación y del engaño. Y ejemplos de este torticero comportamiento los hay a cientos, aunque quizás el caso más paradigmático de ese constante retorcer la verdad haya sido la casi total imbricación entre el nazismo y el cristianismo.
Aunque apologistas cristianos de todo tipo llevan ya camino de un siglo intentando desligar la barbarie nancy del cristianismo, para cualquier persona mínimamente versada en Historia ha quedado más que probado que los seguidores del nazareno demente crearon y engordaron durante casi dos milenios el fanático caldo de cultivo del antisemitismo y ya bajo la dirección de Hitler llevaron a cabo de manera más que entusiasta primero el acoso, luego la persecución y finalmente el exterminio de millones de personas cuya única falta fue la de haber permanecido fieles a la religión de sus antepasados.
Aunque es evidente que el cristianismo en sus orígenes fue una de las tantas sectas milenaristas lideradas por profetas judíos dementes (entre los cuales el nazareno demente fue únicamente otro más) que tanto abundaban en esas resecas y castigadas tierras en la época del dominio romano de Palestina, de tal manera que los primeros padres de la Iglesia con el famoso Saulo de Tarso a la cabeza predicaban principalmente en sinagogas ante un público casi exclusivamente circuncidado poco a poco el cristianismo fue separándose y diferenciándose del viejo tronco judaico, al que pronto se le identificó como un competidor. Y ya se sabe que cuando dos religiones entran en conflicto: la tragedia es inevitable.
Tan pronto como el 96 EC los cristianos solicitaron con éxito al emperador Nerva que los eximiera del Fiscus Judaicus (un impuesto específico para seguidores de Abraham puesto en marcha por el también emperador Vespasiano en el año 70 EC a raíz de la revuelta judía) sobre la base de que ellos no eran judíos. En este contexto, la Iglesia se esforzaba mucho en resolver las contradicciones inherentes a su esquizoide posición de los diferentes elementos de la tradición judía: apropiación de casi todo el Antiguo Testamento y rechazo de la parte final del mismo ya que el Mesías había llegado ya en forma de poco agraciado extraterrestre como supuesta culminación de la larga tradición religiosa judía.
Con el ascenso del cristianismo al poder romano, el enfrentamiento dejó la fase teológica sobre quien de las dos religiones tenía razón y los cristianos pasaron a una nueva y más peligrosa fase: el insulto y la descalificación. Así entre otros muchos, Eusebio de Cesarea los llama "una perversa, peligrosa criminal secta". San Agustín etiqueta a los talmudistas de falsificadores; San Ambrosio acusa a los judíos de despreciar la ley romana. San Jerónimo afirma que los judíos estaban poseídos por un espíritu impuro. San Cirilo de Jerusalén afirmó que los patriarcas judíos eran una raza inferior.
Después, el Imperio Romano ya cristiano promulgó una variedad de leyes civiles contra los judíos, como la prohibición de ocupar cargos públicos y un impuesto curial opresivo. Además se promulgaron leyes para hostigar la práctica del judaísmo; Justiniano fue tan lejos como para promulgar una ley contra el rezo diario de los judíos. Y así poco a poco, el Imperio Romano y tras su descomposición, los reinos cristianos pusieron en el punto de mira a los judíos pasándose a la persecución más atroz, con pogromos y asesinatos en masa incluidos con cualquier pretexto.
Y si la santa progenitora iglesia católica persiguió con saña a los seguidores de Moisés, la reforma protestante no le fue a la zaga. El "insigne" Lutero, fue un antisemita furibundo que en su tratado "Sobre los judíos y sus mentiras" escrito en 1543 aconsejaba a los protestantes llevar a cabo 7 acciones "correctoras" contra los circuncidados:
* Incendiar las escuelas y sinagogas judías, y advertir a la gente sobre su presencia
* No permitir que los judíos sean propietarios de casas de cristianos
* Remover las escrituras religiosas judías
* Negarle a los rabinos, el derecho de predicar
* No ofrecer protección a los judíos en las carreteras
* Para que se prohíba la usura, deben eliminarse el oro y la plata, permaneciendo bajo custodia, y que esta sea devuelta a los judíos realmente conversos
* Los judíos jóvenes y fuertes, se deben de proveer azotes, hachas, palas y husos, a fin de que puedan ganar el pan con el sudor de su frente.
además de justificar su asesinato, escribiendo:
"[Tenemos] la culpa de no matarlos".
Por supuesto los siglos posteriores no fueron mejores para los judíos y en toda la cristiandad eran insultados, humillados, perseguidos y exterminados a la menor ocasión.
Y en este caldo de cultivo nació, creció y se desarrolló Hitler, que simplemente asume y explota el milenario antisemitismo cristiano. El hecho de que Hitler viera lo que estaba haciendo como una continuación de la política católica lo confirma una conversación que tuvo el 26 de abril de 1933 con Hermann Wilhelm Berning, obispo alemán de Osnabrück. Según un informe de la época:
"[Hitler] luego planteó la cuestión judía. Para justificar su hostilidad hacia los judíos, se refirió a la Iglesia Católica, que igualmente siempre había considerado a los judíos como indeseables y que, debido a los peligros jovenlandesales que implicaban, había prohibido a los cristianos trabajar para los judíos. Por estas mismas razones la Iglesia había desterrado a los judíos al gueto. Veía a los judíos nada más que como enemigos perniciosos del estado y la Iglesia y, por lo tanto, quería expulsar a los judíos cada vez más, especialmente de la vida académica y de las profesiones públicas."
De hecho, Hitler se consideraba a sí mismo un cristiano ejemplar, con una misión muy "católica" ya que en "Mein Kampf" afirma sin rubor:
"El hombre de mentalidad völkisch [aria], en particular, tiene el deber sagrado, cada uno en su propia denominación, de hacer que la gente deje de hablar superficialmente de la voluntad de Dios, y realmente cumpla la voluntad de Dios, y no permita que la palabra de Dios sea profanada. Porque la voluntad de Dios dio a los hombres su forma, su esencia y sus habilidades. Cualquiera que destruya Su obra está declarando la guerra a la creación del Señor, la voluntad divina [...] Por eso hoy creo que estoy actuando de acuerdo con la voluntad del Todopoderoso Creador; al defenderme del judío, estoy luchando por la obra del Señor."
Y si católico era Hitler, cristianos fueron la gran mayoría de sus colaboradores y entusiastas seguidores. Por ejemplo, un informe nancy de 1938 indicaba que el 51,4 % de los miembros de las infames SS se identificaban como protestantes, el 22,7 % como católicos y el 25,7 % eran "creyentes de Dios" sin afiliación cristiana definida. ¡Vamos que había menos ateos en las SS que dinosaurios!.
Y por supuesto, sin todo el trasfondo antisemita del cristianismo alemán, fermentado durante milenios, hubiera sido imposible que cientos de miles de ciudadanos hubieran participado activamente (y muchos de ellos con indisimulado orgullo) en la cristiana tarea de exterminar a seis millones de recalcitrantes impíos que no aceptaron a Jesucristo como su salvador.
 
Obviamente, muchos cristianos no nazis denunciaron de todo corazón a los nazis. Entonces eso es un hecho.Dentro de Alemania, sin embargo, no encuentro mucha información sobre los cristianos destinados a los campos de concentración (a excepción de algunos grupos pequeños como los Testigos de Jehová, que fueron el objetivo más bien por negarse a unirse al ejército). Por lo que veo, las víctimas del Holocausto que eran cristianas fueron atacadas más por nacionalidad (por ejemplo, polacos étnicos no judíos, que eran predominantemente católicos pero fueron más atacados por ser polacos), por ideología (por ejemplo, comunistas) o fobias (por ejemplo, gayses). de religiosos.En general, la Iglesia en Alemania en aquella época estaba dominada por protestantes y católicos. Si bien el Papa Pío XII parecía escribir muchas palabras contra la guerra, sus acciones fueron muy débiles (de hecho, firmó un tratado con HitlerWikipedia ) y, por lo tanto, no tengo la impresión de las primeras búsquedas de Google de que los católicos alemanes fueran atacados en su conjunto. , aunque estoy leyendo que la relación entre los nazis y la iglesia católica fue a veces irritable. Durante el período nancy, las iglesias protestantes en Alemania se dividieron aproximadamente en dos movimientos. Uno era el movimiento más numeroso Deutsche ChristenWikipedia ("cristianos alemanes") (donde la iglesia se reconcilió y se alineó con el antisemitismo nancy, el racismo, etc.). También hubo un movimiento de protesta llamado Iglesia ConfesanteWikipedia ( Bekennende Kirche ). (Editar: al leer los Wikis, también había muchos protestantes alemanes que no estaban en ninguno de los dos bandos y "no hicieron nada" excepto ser cautelosos, supongo; después de que se reveló la escala total de las atrocidades nazis después de la guerra, esto pareció haber causado algunos reflexión sobre cómo fracasó la Iglesia en su conjunto.) Algunos miembros de la Iglesia de Confesión parecieron ir a campos de concentración, pero la oposición al gobierno probablemente fue un factor más importante que la religión.
 
Los cristianos como usted siempre han sido maestros en el arte de la tergiversación y del engaño. Y ejemplos de este torticero comportamiento los hay a cientos, aunque quizás el caso más paradigmático de ese constante retorcer la verdad haya sido la casi total imbricación entre el nazismo y el cristianismo.
Aunque apologistas cristianos de todo tipo llevan ya camino de un siglo intentando desligar la barbarie nancy del cristianismo, para cualquier persona mínimamente versada en Historia ha quedado más que probado que los seguidores del nazareno demente crearon y engordaron durante casi dos milenios el fanático caldo de cultivo del antisemitismo y ya bajo la dirección de Hitler llevaron a cabo de manera más que entusiasta primero el acoso, luego la persecución y finalmente el exterminio de millones de personas cuya única falta fue la de haber permanecido fieles a la religión de sus antepasados.
Aunque es evidente que el cristianismo en sus orígenes fue una de las tantas sectas milenaristas lideradas por profetas judíos dementes (entre los cuales el nazareno demente fue únicamente otro más) que tanto abundaban en esas resecas y castigadas tierras en la época del dominio romano de Palestina, de tal manera que los primeros padres de la Iglesia con el famoso Saulo de Tarso a la cabeza predicaban principalmente en sinagogas ante un público casi exclusivamente circuncidado poco a poco el cristianismo fue separándose y diferenciándose del viejo tronco judaico, al que pronto se le identificó como un competidor. Y ya se sabe que cuando dos religiones entran en conflicto: la tragedia es inevitable.
Tan pronto como el 96 EC los cristianos solicitaron con éxito al emperador Nerva que los eximiera del Fiscus Judaicus (un impuesto específico para seguidores de Abraham puesto en marcha por el también emperador Vespasiano en el año 70 EC a raíz de la revuelta judía) sobre la base de que ellos no eran judíos. En este contexto, la Iglesia se esforzaba mucho en resolver las contradicciones inherentes a su esquizoide posición de los diferentes elementos de la tradición judía: apropiación de casi todo el Antiguo Testamento y rechazo de la parte final del mismo ya que el Mesías había llegado ya en forma de poco agraciado extraterrestre como supuesta culminación de la larga tradición religiosa judía.
Con el ascenso del cristianismo al poder romano, el enfrentamiento dejó la fase teológica sobre quien de las dos religiones tenía razón y los cristianos pasaron a una nueva y más peligrosa fase: el insulto y la descalificación. Así entre otros muchos, Eusebio de Cesarea los llama "una perversa, peligrosa criminal secta". San Agustín etiqueta a los talmudistas de falsificadores; San Ambrosio acusa a los judíos de despreciar la ley romana. San Jerónimo afirma que los judíos estaban poseídos por un espíritu impuro. San Cirilo de Jerusalén afirmó que los patriarcas judíos eran una raza inferior.
Después, el Imperio Romano ya cristiano promulgó una variedad de leyes civiles contra los judíos, como la prohibición de ocupar cargos públicos y un impuesto curial opresivo. Además se promulgaron leyes para hostigar la práctica del judaísmo; Justiniano fue tan lejos como para promulgar una ley contra el rezo diario de los judíos. Y así poco a poco, el Imperio Romano y tras su descomposición, los reinos cristianos pusieron en el punto de mira a los judíos pasándose a la persecución más atroz, con pogromos y asesinatos en masa incluidos con cualquier pretexto.
Y si la santa progenitora iglesia católica persiguió con saña a los seguidores de Moisés, la reforma protestante no le fue a la zaga. El "insigne" Lutero, fue un antisemita furibundo que en su tratado "Sobre los judíos y sus mentiras" escrito en 1543 aconsejaba a los protestantes llevar a cabo 7 acciones "correctoras" contra los circuncidados:
* Incendiar las escuelas y sinagogas judías, y advertir a la gente sobre su presencia
* No permitir que los judíos sean propietarios de casas de cristianos
* Remover las escrituras religiosas judías
* Negarle a los rabinos, el derecho de predicar
* No ofrecer protección a los judíos en las carreteras
* Para que se prohíba la usura, deben eliminarse el oro y la plata, permaneciendo bajo custodia, y que esta sea devuelta a los judíos realmente conversos
* Los judíos jóvenes y fuertes, se deben de proveer azotes, hachas, palas y husos, a fin de que puedan ganar el pan con el sudor de su frente.
además de justificar su asesinato, escribiendo:

Por supuesto los siglos posteriores no fueron mejores para los judíos y en toda la cristiandad eran insultados, humillados, perseguidos y exterminados a la menor ocasión.
Y en este caldo de cultivo nació, creció y se desarrolló Hitler, que simplemente asume y explota el milenario antisemitismo cristiano. El hecho de que Hitler viera lo que estaba haciendo como una continuación de la política católica lo confirma una conversación que tuvo el 26 de abril de 1933 con Hermann Wilhelm Berning, obispo alemán de Osnabrück. Según un informe de la época:

De hecho, Hitler se consideraba a sí mismo un cristiano ejemplar, con una misión muy "católica" ya que en "Mein Kampf" afirma sin rubor:

Y si católico era Hitler, cristianos fueron la gran mayoría de sus colaboradores y entusiastas seguidores. Por ejemplo, un informe nancy de 1938 indicaba que el 51,4 % de los miembros de las infames SS se identificaban como protestantes, el 22,7 % como católicos y el 25,7 % eran "creyentes de Dios" sin afiliación cristiana definida. ¡Vamos que había menos ateos en las SS que dinosaurios!.
Y por supuesto, sin todo el trasfondo antisemita del cristianismo alemán, fermentado durante milenios, hubiera sido imposible que cientos de miles de ciudadanos hubieran participado activamente (y muchos de ellos con indisimulado orgullo) en la cristiana tarea de exterminar a seis millones de recalcitrantes impíos que no aceptaron a Jesucristo como su salvador.

Los dirigentes nazis afiliados a sectas secretas, los jerarcas nazis y sus ideólogos: Borman, Heydirich, Himmler, Goobels, Speer, Rosemberg, Gottfired Feder son viscerales MATERIALISTAS y Hitler escribe en Mein Kampf (y dice en discursos públicos) pese a su cristianismo de FACHADA:
"LA DESTRUCCIÓN DEL CRISTIANISMO FUE RECONOCIDA DE MANERA EXPLÍCITA COMO UN OBJETIVO DEL NACIONALSOCIALISMO"

Desde 1930 con el anticlerical Himmler a la cabeza los nazis desechan la idea de un Dios creador ajeno a la materia cuya idea es explícitamente expuesta al afirmar que "DEBE SER ARRANCADA DE RAÍZ" (Howard Fertig, en The Speeches of Adolf Hitler, Edt. H. Baynes, NY 1969)

Los nazis como antes los stalinistas persiguieron, encerraron, torturaron y ejecutaron docenas y docenas de científicos por hacer ciencia: matemáticos, físicos, químicos, cosmólogos, etc. por el simple hecho de cuestionar que había un Dios creador, que hay más que materia o que la simple materia no puede explicar todo el Universo. Muchos de ellos eran jóvenes (23, 25, 26 años) que no tenían filiación religiosa ni política simpleente hacían cálculos matemáticos, pretendían y consiguieron resolver complejas ecuacioes físicas, etc. Otros muchos consigue escapar a Inglaterra, EEUU, etc.

Los nazis crean un "grupo de trabajo de Científicos "alemanes"" para destruir y erradicar la física que niegue el materialismo puro y duro.

Johannes Strak presenta un artículo publicado en el órgano de propaganda de las SS: "Das Schwarxe Korpos" (1933): ... "LIMPIAR LA FÍSICA DE UNA VEZ PARA SIEMPRE DE LAS TEORÍAS "JUDÍAS" DE EINSTEIN". al que se excluye de la Academia de Baviera porque sus enseñanzas "erróneas" pervierten al pueblo alemán y luego será la universidad de Berlín la que le cierre las puertas. Pero la presión sobre los científicos partidarios de la cosmología relativista sufren no solo persecución académica.

El empeño de los dirigentes nazis se centrará a partir de 1933 en borrar las "infames" teorías de un cosmos limitado en el pasado y futuro. Hitler pide una alternativa que oponer a la cosmología del Universo finito y encarga a Rosemberg, enemigo acérrimo del cristianismo y cualquier forma de Dios que solo cree en la permanencia de la raza superor aria y en la eternidad material. Rosemberg encarga al físico Philipp Lenard que con Hermann Oberth defienden las teorías que encajan con las espectativas del Rosemberg y los ideólogos nazis: "la cosmología glacial" es un engrudo pseiducientífico del "hielo eterno" elaborado a inicios del XX por un ingeniero (Hans Hörbiger y un astrónomo aficionado: Philopp Fauth) sostienen que el Universo existe desde la eternidad y seguirá existiendo siempre porque reside desde siempre en el reino sin comienzo ni fin del hielo eterno. Resultado de la constante lucha del fuego contra el frío y siempre desemboca en la victoria de la materia helada en cada ciclo.

Lenard en 1932 presenta una buena "ciencia alemana" que complace a Himmler (un analfabeto científico). La idea delirante de un Unverso eterno encanta también a Hitler (otro analfabeto científico) y la materialista (anticristiana) teoría del hielo, la absruda "cosmología glacial" se convierte en la teoría "científica" oficial del III Reich. Himmler decide dotar a las SS bajo su mando de un nuevo uniforme basado en la teoría del hielo y diseñado por Hugo Boss así el cuerpo especial SS llevará el uniforme "glacial" que supuestamente encarnaba el reino eterno del III Reich en el seno de un Universo sin principio ni fin.

Se inicia una fuerte represión que pretende eliminar (teórica y físicamente) a todos los que no adopten la cosmología del hielo eterno. En 1933 el matemático alemán Ludwing Bieberbach, antisemita acérrimo toma las riendas de la Universidad de Berlín y empieza echando, en nombre del partido, a todos sus antiguos colegas judíos, seguirán los físicos. El 27 de abril los SA tiran miles de libros entre ellos los de astronómomos relativistas y los incendian luego incendiarán las casas de los astrónomos (por ser "traidores" a los trabajadores alemanes) actos que aplaude Joseph Goobels.

En 1934 Hitler (Nüremberg) proclama que "nuestro reinado a la cabeza del Universo no terminará jamás" y comienza otra ofensiva del régimen contra los científicos hostiles a las ideas materalistas del nazismo. Pero ahora, tienen el poder, son más fuertes y sus métodos y eficacia son mayores. Una de estas primeras nuevas víctimas será Otto Stern con solo 23 años en 1912 cuando fue capaz de cuantificar el spín (giro o rotaciń de las partículas elementales) aprotó la prueba de la naturaleza ondulatoria de los átomos y fue capaz de medir el momento magnético del protón (por lo que tendrá el Nobel en 1943) pero tiene que poner tierra de por medio y huir para salvar su vida.

También Nax Born (nobel física 1954) físico eminente y director de tesis de muchos físicos brillantes: Robert Oppenheimer, Victor Frederick, Max Delbrück, Pascual Jordan que fundan la teoría de lo infinitamente pequeño (mecánica cuántica) entre sus asistentes están gigantes científicos como: Werner Heisenberg; Wolfgang Pauli; Enrico Fermi, Eugene Wigner, Edward Teller y muchos más. Casi todos Nobel.

etc. etc.

A partir de 1936 la represión nancy se recrudece y se hace aún más peligrosa y los parias del régimen ya no pueden huir.

Hitler, Borman, Eichmann, Rosenberg, Heydrich y otros adoptan una nueva línea: eliminar a los "enemigos" del Reich, internarlos en campos y exterminarlos.

Así el matemático Félix Hausdorff (fundador de la topología moderna y da nombre a los espacios Hausdorff), centrado en sus trabajos y estudios no detecta el problema hasta que lo detienen con su mujer e hija, tendrán que ingerir barbitúricos hasta morir.

Por cierto tras la persecución a científicos (y no científicos, aquí centrados en ciencia solamente) de la URSS, le sigue la peresecución nancy, pero acabada la IIGM siguió la persecución de las teorías del sacerdote católico Georges Lemaître del Big Bang, sus antecesores y seguidores. Ahora no se les tortura ni elimina físicamente pero sí académica y socialmente pues el ateísmo y materialismo tan científico y tolerante no admite réplicas, fundamentadas, argumentadas por científicas que sean por evidencias que presenten.
 
Los dirigentes nazis afiliados a sectas secretas, los jerarcas nazis y sus ideólogos: Borman, Heydirich, Himmler, Goobels, Speer, Rosemberg, Gottfired Feder son viscerales MATERIALISTAS y Hitler escribe en Mein Kampf (y dice en discursos públicos) pese a su cristianismo de FACHADA:
"LA DESTRUCCIÓN DEL CRISTIANISMO FUE RECONOCIDA DE MANERA EXPLÍCITA COMO UN OBJETIVO DEL NACIONALSOCIALISMO"

Desde 1930 con el anticlerical Himmler a la cabeza los nazis desechan la idea de un Dios creador ajeno a la materia cuya idea es explícitamente expuesta al afirmar que "DEBE SER ARRANCADA DE RAÍZ" (Howard Fertig, en The Speeches of Adolf Hitler, Edt. H. Baynes, NY 1969)

Los nazis como antes los stalinistas persiguieron, encerraron, torturaron y ejecutaron docenas y docenas de científicos por hacer ciencia: matemáticos, físicos, químicos, cosmólogos, etc. por el simple hecho de cuestionar que había un Dios creador, que hay más que materia o que la simple materia no puede explicar todo el Universo. Muchos de ellos eran jóvenes (23, 25, 26 años) que no tenían filiación religiosa ni política simpleente hacían cálculos matemáticos, pretendían y consiguieron resolver complejas ecuacioes físicas, etc. Otros muchos consigue escapar a Inglaterra, EEUU, etc.

Los nazis crean un "grupo de trabajo de Científicos "alemanes"" para destruir y erradicar la física que niegue el materialismo puro y duro.

Johannes Strak presenta un artículo publicado en el órgano de propaganda de las SS: "Das Schwarxe Korpos" (1933): ... "LIMPIAR LA FÍSICA DE UNA VEZ PARA SIEMPRE DE LAS TEORÍAS "JUDÍAS" DE EINSTEIN". al que se excluye de la Academia de Baviera porque sus enseñanzas "erróneas" pervierten al pueblo alemán y luego será la universidad de Berlín la que le cierre las puertas. Pero la presión sobre los científicos partidarios de la cosmología relativista sufren no solo persecución académica.

El empeño de los dirigentes nazis se centrará a partir de 1933 en borrar las "infames" teorías de un cosmos limitado en el pasado y futuro. Hitler pide una alternativa que oponer a la cosmología del Universo finito y encarga a Rosemberg, enemigo acérrimo del cristianismo y cualquier forma de Dios que solo cree en la permanencia de la raza superor aria y en la eternidad material. Rosemberg encarga al físico Philipp Lenard que con Hermann Oberth defienden las teorías que encajan con las espectativas del Rosemberg y los ideólogos nazis: "la cosmología glacial" es un engrudo pseiducientífico del "hielo eterno" elaborado a inicios del XX por un ingeniero (Hans Hörbiger y un astrónomo aficionado: Philopp Fauth) sostienen que el Universo existe desde la eternidad y seguirá existiendo siempre porque reside desde siempre en el reino sin comienzo ni fin del hielo eterno. Resultado de la constante lucha del fuego contra el frío y siempre desemboca en la victoria de la materia helada en cada ciclo.

Lenard en 1932 presenta una buena "ciencia alemana" que complace a Himmler (un analfabeto científico). La idea delirante de un Unverso eterno encanta también a Hitler (otro analfabeto científico) y la materialista (anticristiana) teoría del hielo, la absruda "cosmología glacial" se convierte en la teoría "científica" oficial del III Reich. Himmler decide dotar a las SS bajo su mando de un nuevo uniforme basado en la teoría del hielo y diseñado por Hugo Boss así el cuerpo especial SS llevará el uniforme "glacial" que supuestamente encarnaba el reino eterno del III Reich en el seno de un Universo sin principio ni fin.

Se inicia una fuerte represión que pretende eliminar (teórica y físicamente) a todos los que no adopten la cosmología del hielo eterno. En 1933 el matemático alemán Ludwing Bieberbach, antisemita acérrimo toma las riendas de la Universidad de Berlín y empieza echando, en nombre del partido, a todos sus antiguos colegas judíos, seguirán los físicos. El 27 de abril los SA tiran miles de libros entre ellos los de astronómomos relativistas y los incendian luego incendiarán las casas de los astrónomos (por ser "traidores" a los trabajadores alemanes) actos que aplaude Joseph Goobels.

En 1934 Hitler (Nüremberg) proclama que "nuestro reinado a la cabeza del Universo no terminará jamás" y comienza otra ofensiva del régimen contra los científicos hostiles a las ideas materalistas del nazismo. Pero ahora, tienen el poder, son más fuertes y sus métodos y eficacia son mayores. Una de estas primeras nuevas víctimas será Otto Stern con solo 23 años en 1912 cuando fue capaz de cuantificar el spín (giro o rotaciń de las partículas elementales) aprotó la prueba de la naturaleza ondulatoria de los átomos y fue capaz de medir el momento magnético del protón (por lo que tendrá el Nobel en 1943) pero tiene que poner tierra de por medio y huir para salvar su vida.

También Nax Born (nobel física 1954) físico eminente y director de tesis de muchos físicos brillantes: Robert Oppenheimer, Victor Frederick, Max Delbrück, Pascual Jordan que fundan la teoría de lo infinitamente pequeño (mecánica cuántica) entre sus asistentes están gigantes científicos como: Werner Heisenberg; Wolfgang Pauli; Enrico Fermi, Eugene Wigner, Edward Teller y muchos más. Casi todos Nobel.

etc. etc.

A partir de 1936 la represión nancy se recrudece y se hace aún más peligrosa y los parias del régimen ya no pueden huir.

Hitler, Borman, Eichmann, Rosenberg, Heydrich y otros adoptan una nueva línea: eliminar a los "enemigos" del Reich, internarlos en campos y exterminarlos.

Así el matemático Félix Hausdorff (fundador de la topología moderna y da nombre a los espacios Hausdorff), centrado en sus trabajos y estudios no detecta el problema hasta que lo detienen con su mujer e hija, tendrán que ingerir barbitúricos hasta morir.

Por cierto tras la persecución a científicos (y no científicos, aquí centrados en ciencia solamente) de la URSS, le sigue la peresecución nancy, pero acabada la IIGM siguió la persecución de las teorías del sacerdote católico Georges Lemaître del Big Bang, sus antecesores y seguidores. Ahora no se les tortura ni elimina físicamente pero sí académica y socialmente pues el ateísmo y materialismo tan científico y tolerante no admite réplicas, fundamentadas, argumentadas por científicas que sean por evidencias que presenten.
De dónde sacaste está información?
 


La ciencia no es hebrea, la matemática no es hebrea, ni la física, ni la cosmología

La teoría no hace daño a nadie, las hipótesis tampoco, pero es que además el Big Bang ya tenía evidencias y fueron igualmente perseguidos, torturados y eliminados en la URSS y en el tercer Reich los ateos materialistas aún hoy siguen mostrando su "tolerancia" a ideas que rebatan las suyas, por mucha evidencia e incluso pruebas y argumentos que se muestren

Y el Big Bang fue propuesto por agnósticos y luego el empujón definitivo de Georges Lemaître que era sacerdote católico, no judío.

Los nazis (jerarcas) pertenecían a sociedades secretas bastante oscuras e hicieron tantas barbaridades como los demás, se dejaron arrastrar por el materialismo (anticristiano), la eugenesia, las ideas maltusianas y el darwinismo social como EEUU, Inglaterra, República Weimar, Francia, el tarado de Sabino Arana, Salvador Allende y tantos y tantos otros como los simples racistas de Cataluña, etc
 
Solo expañistán sigue, 100 años después, haciéndole la pelota a un pobre menso e incompetente como jitle.

Dice mucho de la clase de badulaques que pulula acá.
 
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