Esa chica ha demostrado tener más narices con esos badulaques que todo el país.
Que una nación como España, con la historia y logros que atesora, se haya convertido en un país de pusilánimes que permite que cuatro desgraciados con el coeficiente intelectual de una ameba les chantajee continuamente, es de una vergüenza absoluta.
Y lo que teníamos que hacer todos los ciudadanos de bien, es mostrar a estos indigentes mentales, paletos y acomplejados nuestro desprecio y dejar bien claro la clase de ralea que son.
Que no se atrevan a salir de sus comunidades, y que si lo hacen, reciban el desprecio del resto de españoles.