Además, a diferencia de lo que ocurre en el resto de la península donde los apellidos relacionados con la naturaleza son conversos, los apellidos vascos más antiguos eran cortos y hacían referencia a elementos de la naturaleza del tipo "prado", "cerro", "río", "valle" y demás.
Después, cuando se comenzaron a construir los caseríos, las familias comenzaron a adoptar el nombre de sus caseríos que, generalmente, hacían referencia al lugar donde estaba o a alguna característica del mismo "al lado de la iglesia", "al lado del río", "casa nueva"...
Pero, sí, esos apellidos tan largos y con tantas "z"s y tantas "k"s no son tan originariamente vascos como quieren hacer creer. De hecho, conozco gente cuyos abuelos se cambiaron el apellido por una traducción al euskera del mismo. O sea, que está a la orden día incluso hoy...