Mucha gente suele pensar, creer, decir que no importa subir la paga a los jubilados, o incluso repartir paguitas a jovenlandeses, vagos y otro tipo de gente, ya que todo ese dinero acaba volviendo a la economía, estimula la producción, la creación de trabajo, etc.
Adam Smith ya entendió hace más de 250 años que no era así.
Lo que realmente está ocurriendo es
1. que los paguiteros, por no hacer nada, están quedándose para su goce y disfrute parte de la producción total, retrayéndole del goce y disfrute de la clase productiva, cuya vida es más pobre y frustrante, luego están desmotivados.
2. cuando gran parte de la producción va a sectores improductivos -gente que literalmente no hace nada- la fuerza del sector productivo se debilita. Valga este ejemplo extremo: si una producción de carne va a llenar la mesa de viandas de un noble vago, en lugar de dar de comer a los productores de carne, cuyo esfuerzo ha producido el alimento, lo único que se logra es que el hombre productivo, hambriento y sin fuerzas, produzca menos.
Esto elevado a un nivel de sofisticación más complejo es lo que sucede en la economía actual, y que se traduce, podemos imaginar, en mayor tasas de suicidio, de gente tomando antidepresivos, síndrome del quemado, bajas laborales, parados crónicos, ninis, etc. Es decir, que la gente que puede producir, ni quiere ni puede producir nada, ya que no tiene energías morales ni físicas para ello, y que ve como hordas de vagos, paguiteros, quejicas y gente que se ha pasado la vida en modo fácil consumen los viajes, los bares, los pisos, etc.