Un dron explotó hoy lunes en la región rusa de Kaluga, a sólo 150 kilómetros de Moscú. No hubo heridos y tampoco está clara la procedencia del aparato, pero
no es el primer caso que se da en la zona, que está a 260 kilómetros de la frontera ucraniana.
Según informó el gobernador de la región, Vladislav Shapsha, el hecho ocurrió "a las cinco de la mañana en el bosque", cerca de Kaluga.
En octubre se produjeron dos incidentes con drones en la región de Kaluga. Un dron explotó sobre la base aérea de Shaikovka, donde están desplegados los Tu-22M3 equipados para transportar armas nucleares. Una semana después, en el sur de la región, otro aparato no identificado fue derribado por los sistemas de defensa aérea.
Desde finales de diciembre, el uso de drones está oficialmente prohibido en la región de Kaluga, así como en otras zonas. Kaluga está situada al oeste de
Rusia pero no llega a tocar los límites del país, aunque durante el imperio fue una fortaleza fronteriza y fue la ruta que escogió Napoleón en su retirada de Moscú. Durante la Segunda Guerra Mundial fue ocupada durante varios meses por los alemanes. Hoy es un importante nudo ferroviario y uno de los centros de la industria automotriz de Rusia, en crisis precisamente por las sanciones derivadas de la guerra.
Durante los últimos meses Ucrania ha conseguido alcanzar incluso bases militares en territorio ruso, aunque los ataques son muy esporádicos.
Rusia ha denunciado en el pasado que aviones no tripulados ucranianos volaron hacia su territorio y causaron daños a la infraestructura civil, un extremo que Kiev niega.