Se queda fuera el que no la saca, el que demuestra menos capacidad que el que la saca. Sin la oposición, muchos de los que valen no tienen la oportunidad siquiera de demostrar su valía. Parece mentira tener que explicar estas cosas.
Entonces la oposición, un día de suerte o de mala suerte, certifica mejor la valía que una vida de formación, pruebas, notas, trabajos, idiomas, etc??? Yo creo que no, yo creo que utilizar las notas de tus títulos, tú formación no reglada y la reglada, así como tus contratos anteriores, más un periodo amplio de prácticas y/o formación, en bolsas específicas de empleo público, certifica mejor tu valía, y no frena tu vida.
En la oposición influye también si el tribunal te conoce y eres de la casa, y dentro de la casa, que seas del lado bueno. Incluso la imagen que proyectes, de triunfador flipadillo, de pobrecita que no llega... No son procesos asépticos, obviamente, tanto menos cuanto más especializado el puesto.
Lo tuyo son los concursos-oposición
Una cosa es empleo público y otra cosa es funcionario de carrera. Entiendo la confusión del ceporro medio envidioso foril, pero tú deberías conocer la diferencia. Por lo demás, un día de mala suerte se solventa volviéndose a presentar. La probabilidad de tener mala suerte siempre es cero. Las notas, la actitud de aprender, idiomas, etc, a lo que suelen conducir es a estar entre los mejores cuando tienes que resolver los exámenes de oposición precisamente. Además de que esos conocimientos medibles objetivamente pueden perfectamente formar parte de los puntos en una oposición. Por ejemplo, para profesor universitario o investigador, se tienen absolutamente en cuenta las publicaciones y las patentes, que tienes tiempo de ir haciéndolas a tu ritmo, y no te las desgracia un día de mala suerte.
Yo no sé cómo la imagen de triunfador o de pobrecito puede influir cuando te sientas en un aula y haces un examen de MIR durante horas, que corregirá alguien que no te conoce de nada, pero en fin. Eso sí, en la empresa privada he sufrido a cada me gusta la fruta sin idea de nada, pero con enchufe y más cara de espalda, cuyas decisiones han costado muchos puestos de trabajo y dinero a la empresa, y se han ido no solamente de rositas, sino con un puesto superior en la misma o en otra empresa. La empresa privada en España es una absoluta ciénaga.
El último ejemplo de que eso funciona han sido los estibadores. Con absoluto silencio mediático de por medio para que no cundiese el ejemplo. Y el último ejemplo de que no hacerlo te manda a la hez, los camioneros, si no estoy mal informado.
Pero ¿No se dice que la sanidad pública es horrible y la privada es maravillosa? Y todavía queremos cargar más a la sanidad pública con más prestaciones que no puede cumplir, pues nada a tener maravillosos seguros dentales, o la competencia entre dentistas hará que sea todo baratísimo y perfecto, claro que sí.
Los camioneros era autónomos y empresarios para que le gobierno interviniese las tarifas, o sea aplicar medidas socialistas contra el libre mercado.
ESo es como el examen MIR, es la forma más lógica de ordenar los que van a acceder a esa formación, y cuando por ejemplo vas a enfrentarte a un programa, lo que vale es lo que sepas en ese momento y lo que consigas programar en la empresa, tengas un buen o mal día.
En oposicones AGE nivel bajo, son exámenes tipo tests corregidos por una máquina, lo más justo que entiendo yo que hay.
Y el desgase de sacar brillo el trastero en muchas empresas privadas, sobre todo jefecillos les deja inutilizados para hacer algo más.
