Topos no he visto nunca, pero topillos, montones. Se los comía el gato, después de que me royeran las raíces de las alcachofas, acelgas y patatas.
Los túneles de los topillos (es un ratoncillo muy chiquitito) son de unos 20 cm de profundidad. Si puedes meter la mano en el agujero, y ves que no continúa hacia abajo, sino en horizontal, es que es un topillo. Suelen hacer montañitas de tierra, al lado de las hortalizas, a veces he visto varias montañitas en línea recta, según van avanzando.
Una vez encontré los bebés en el montón de paja que tenía compostando (2cm de largo, rosecitas, una monada). La única cosa que me funcionó con ellos fue el gato. Y una serpiente de agua que se pasó el invierno bajo la melissa.
Los tomates son una planta que vino de américa, del calorcito, donde estaría todo el año, y los siguientes. Aquí en España, en cuanto llega el frío, el tomate deja de funcionar. Aunque sobreviva, no va a hacer fruto. Si quieres fruto en los meses de frío, tienes que proteger la planta, en invernadero. El tomate a cielo abierto, se siembra protegido a principios de marzo, y a finales de marzo ya lo puedes trasplantar a la tierra como muy temprano. Lo normal es plantarlo en abril-mayo, huyendo de las heladas. Dicen que el fin de las heladas lo indica el espino blanco: cuando florezca, es que ya no va a haber más heladas y puedes plantar sin riesgo.
Había por ahí un documental muy majo acerca del tomate, en el que salían los invernaderos de un país del norte (no recuerdo si era Suecia u otro), y tenían tomateras de más de 40 años. Tenían unos troncos altísimos y gordísimos, y la copa con las hojas y los frutos estaba a varios metros del suelo.
P.S. El tomate que más va a aguantar el frío es el tomate de colgar, he llegado a tenerlo hasta diciembre. Pero, ya digo que, aunque la planta siga viva, no da fruto. Para que de fruto, necesita muchas horas de sol y calor, e insectos que la polinizen. Y de eso, en invierno, nanaydelay.
P.S.S. La temporada alta del tomate es agosto (por desgracia, la época en que todo el mundo se va de vacaciones). Es cuando está más barato (el tomate gazpachero a 0,50 euros/kg). En invierno, el tomate cuesta de 2 a 3,50 e/kg, es más caro por el gasto en calefacción en el invernadero, control de bichos y polinización. De todos modos, aunque haya tomate "todo el año", sin duda, el más sabroso, el más bueno, es el de verano.